Tres consejos para ahorrar energía en casa

Descubre tres sencillos consejos para ahorrar consumo energético en el hogar y consumir energía de forma inteligente

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Los últimos días de octubre traen consigo dos momentos que suelen abrir el debate en lo relativo al ahorro de electricidad y de gas. Por un lado, el ya habitual cambio de hora, que se hace efectivo el último sábado de mes. Por el otro, la celebración del Día del Ahorro Energético, el próximo 21 de octubre.

Con motivo de la jornada del ahorro, el comparador HelpMyCash.com ha recopilado las prácticas más sencillas y eficaces para rebajar las facturas en casa.

Revisar la tarifa

Uno de los objetivos que nos proponemos todos los españoles año tras año es abaratar nuestros recibos energéticos. Debido a ello, existen infinidad de trucos en la Red que podemos poner en práctica. No obstante, de poco sirve cambiar las costumbres si el usuario tiene una tarifa de luz cara.

Para saber si un contrato está desfasado o el precio del kWh está por encima de lo que se está ofreciendo actualmente en el mercado, basta con tomar una de las facturas y comprobar el precio. Con este dato, solo será necesario acudir a un comparador y contrastar precios.

Para saber si un contrato está desfasado, basta con tomar una factura y comprobar los precios

Si el usuario detecta que está pagando de más, es el momento de solicitar un cambio de tarifa o compañía. Las comercializadoras grandes ofrecen mejores precios y condiciones en sus tarifas online. De igual forma, no se deben dejar a un lado a las compañías más pequeñas, ya que algunas cuentan con propuestas realmente interesantes.

Consumir de forma inteligente

Con una buena tarifa de luz, se crea la base para empezar a ahorrar. Ahora bien, para ello es necesario ser responsable, es decir, consumir con cabeza. Podemos atacar por tres vías: aprovechar la energía gratuita, evitar que los aparatos gasten de más y eliminar el consumo fantasma.

Así, por ejemplo, viviendo en un país en el que tenemos sol (prácticamente) todo el año, debemos aprovecharlo. Por ello, si las persianas del hogar están subidas a lo largo del día, se consigue reducir el consumo eléctrico de las lámparas y subir unos grados la temperatura sin gastar un céntimo. Eso sí, cuando caiga la noche es importante bajar las persianas y correr las cortinas, de modo que no se pierda el calor generado.

Aprovechar la energía solar es un buen método para ahorrar

Otro de los trucos que no se pueden pasar por alto es el de tener a punto todos los aparatos. En este grupo se engloba el mantenimiento de los aparatos de climatización, la nevera, el congelador… Cuanto más limpios y cuidados estén, menos energía requerirán para funcionar correctamente. Lo mismo sucede con las bombillas, que si no se les quita el polvo no podrán proyectar toda la luz que generan.

Por último, es importante no olvidarse de desconectar las máquinas que no se utilizan. Pese a lo cómodo que puede resultar tener algunos aparatos en stand by, este modo consume energía sin ofrecer ninguna ventaja al usuario. Por ello, si no se usa el televisor, el ordenador o cualquier otro aparato en horas, es mejor desconectarlos por completo. Para facilitar la tarea, es posible usar las regletas.

Invertir para conseguir un mayor ahorro

El último escalón del ahorro requiere de medidas excepcionales. Y es que no siempre es suficiente con tener una tarifa económica y ser eficiente con el consumo. ¿El motivo? La propia casa. Gran parte de los inmuebles españoles tienen una mala calificación energética. Esto significa que requieren más energía para ser confortables. Esto suele pasar cuando hay un problema con el aislamiento térmico, por ejemplo.

Gran parte de los inmuebles españoles tienen una mala calificación energética

Por lo tanto, si con la práctica todo lo anterior no existe una mejora en los recibos, es posible que sea necesario revisar el estado de la vivienda. Para ello se pueden contratar los servicios de un certificador energético, que hará un estudio del piso para detectar posibles problemas. A partir de aquí, bastará con aplicar las recomendaciones del experto para mejorar nuestra situación.

Aunque es posible mejorar el aislamiento de una vivienda, puede suponer pagar una elevada cifra. Por ello, algunos pequeños gestos pueden paliar la situación sin que se resienta el bolsillo. Por ejemplo, utilizando burletes en las ventanas y puertas se evitará que entre frío (o se pierda el calor de las habitaciones).

Economía Digital

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