De Tinder a Amazon: todas las compras que Google rastrea en el correo

La página de ajustes de Google compila todas las compras asociadas a las cuentas de Gmail, sin que los usuarios se enteren

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Se sabe que Google guarda todo lo que hacen sus usuarios. No se sabe a detalle la profundidad de sus radares en la web. Así, los clientes de las tecnológicas están condenados a enterarse conforme agentes externos informen de nuevos hallazgos. Esta semana, la dosis virtual de desconfianza y paranoia es patrocinada por Gmail, el servicio de correo de Google.

Es posible que esto suceda desde hace mucho tiempo, pero no muchos estaban enterados de que Gmail guarda todas las compras de los usuarios que no hayan visto nunca la letra pequeña de la página de ajustes de Google. Desde el Tinder Gold hasta la última compra insignificante en Amazon, el servicio registra muchas de las facturas que llegan a la bandeja de entrada.

Los usuarios pueden encontrar esta información en la sección de «Compras» o «Purchases«, en los ajustes de Google​. Quienes encuentren la página vacía, seguro eligieron en algún momento no compilar esta información, o bien no reciben facturas detectables por los sistemas de Google. Pero en las redes sociales hay miles de usuarios enfadados por lo que encontraron allí.

Hay clientes de Google que pueden ver prácticamente todas las compras que han hecho en internet (y en tiendas físicas que envían facturas por email) desde 2012, lo que les ha tomado por sorpresa. El rastreo se ha hecho viral después de que CNBC​ expusiera la situación, después de que los mismos periodistas se sorprendieran por la precisión del registro de compras.

Otro secreto en el complejo universo de los ajustes de Google

Los hábitos de los consumidores no suponen un tipo de información precisamente protegida en internet. Que lo diga la industria de los anuncios personalizados, de los que Google, junto con Facebook, es abanderada. No obstante, para los usuarios afectados esto es inadmisible, y muchos preferirían que estos datos no estén en manos de nadie más.

Este descubrimiento del complejo universo de los ajustes de Google también implica que los sistemas de Google leen los mensajes presuntamente privados del correo electrónico. Y hasta cierto punto sorprende, porque el consejero delegado de la tecnológica, Sundar Pichai, andaba diciendo la semana pasada que «la privacidad no puede ser un bien de lujo».

Un portavoz de Google explicó que se trata de un enlace privado y que los usuarios pueden «eliminar esta información en cualquier momento». «No utilizamos ninguna información de sus mensajes de Gmail para mostrar anuncios, y eso incluye los recibos y confirmaciones de correo electrónico que se muestran en la página de compra», agregó.

El problema es que no es fácil eliminar esta información. Una de las formas más eficaces es borrar los mensajes del correo que contienen esas facturas, pero ello se traduce en perder esas facturas. Los periodistas de CNBC intentaron borrar los datos siguiendo los pasos brindados por Google, y no lo consiguieron. La empresa dice que trabaja para simplificar estos ajustes.

La compañía estadounidense asegura que no usa la información personal de los usuarios para venderla a anunciantes, a menos de que así lo soliciten los clientes. No argumenta, empero, por qué conviene tener un registro de todas las compras asociadas a una cuenta de correo electrónico sin que el titular de la misma lo haya requerido de antemano.

Agregar las aventuras de la billetera a la larga lista de todas las cosas que Google sabe de la vida de algunos cientos de millones de seres humanos.

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