Jaume Plensa: 6 esculturas a gran escala que no te puedes perder

Con motivo del estreno de la retrospectiva de Jaume Plensa en La Pedrera (Barcelona), viajamos por el mundo para descubrir sus famosas esculturas

La escultura de Jaume Plensa en Newport mira a Manhattan. Foto: Justin Lane | EFE.

En la azotea del edificio de La Pedrera, entre las singulares chimeneas de Gaudí, se ha instalado un nuevo inquilino. Silent Music IV, de tres metros de altura y 204 kilos de peso, es una de las obras que formará parte de la muestra Jaume Plensa. Poesía del silencio, una gran retrospectiva en torno al universo creativo del escultor.

En diálogo con la propia obra del Gaudí y comisariada por Albert Molins, la exposición, que podrá verse desde el 31 de marzo al 23 de julio, está articulada en torno a las relaciones entre el universo creativo del artista y la palabra como elemento base de su obra.

Esta relación de Plensa con la literatura será el hilo conductor de esta muestra, que reunirá un centenar de obras desde 1990 hasta la actualidad y en la que también estarán presentes otras temáticas recurrentes en su trayectoria como el silencio, el sueño, la música y la familia.

Premio Velázquez y Premio Nacional de Artes Plásticas, las creaciones de Plensa, especialmente las de gran formato, impactan en ubicaciones de todo el mundo, de su Barcelona natal a Nueva York, pasando por Madrid o Marsella e incluyen sus famosas cabezas gigantes de delicados rostros. Pero su universo va mucho más allá.

Jaume Plensa con su escultura instalada en La Pedrera. Foto: Andreu Dalmau | EFE.

‘Carmela’, Barcelona

En los aledaños del Palau de la Música y cerca de Via Laietana, en su Barcelona natal, lleva casi ocho años instalada Carmela.

Se trata de una pieza de gran formato colocada a raíz de una exposición temporal que el artista decidió ceder temporalmente a la ciudad, en principio por un periodo de ocho años que está cerca de terminar.

Por el momento aún se puede disfrutar gratuitamente de esta pieza, un busto femenino realizado en 2015 tomando la cara de una niña como referencia. Después la cara fue escaneada y llevada a las tres dimensiones. El resultado es una obra de casi cinco metros y rasgos delicados que refleja el paso de la infancia a la etapa adulta.

Carmela, Jaume Plensa, 2015.

Water’s Soul, Nueva Jersey (EE UU)

Por su incesante actividad –y su correspondiente ruido- Nueva York es conocida, entre otras, como la ciudad que nunca duerme. Y justo allí, el escultor barcelonés se atrevió a pedir silencio.

Lo hizo con su obra más grande hasta el momento, de 22 metros de altura e instalada en 2021, que representa a una mujer con un dedo en los labios.

Desde Newport, en Nueva Jersey, la enorme escultura mira hacia el otro lado, a Manhattan, desde donde es perfectamente visible, integrada ya en el skyline de la ciudad.

La escultura ‘Water’s Soul’ de Jaume Plensa. Foto: Justin Lane | EFE.

De nombre Water’s Soul, la obra alude también al agua, un elemento al que nos hemos acostumbrado hasta el punto de no reparar en ella: “Creo que es el momento de reivindicarla y volver a poner nuestra atención en ella”, explicaba el artista en el momento de su inauguración.

Wonderland, Calgary (Canadá)

También representa a una niña y, sin embargo, en lugar de ser una figura compacta se puede pasar a través de Wonderland, instalada en la ciudad canadiense de Calgary en 2012.

Ubicada frente al edificio The Bow, obra de Norman Foster, se trata de una cabeza de 12 metros de altura construida en malla de alambre, lo que aligera su peso visual. Con dos puertas para acceder a su inerior, el efecto visto desde dentro es toda una experiencia.

Wonderland, Jaume Plensa 2012.

7 poetas, Andorra La Vella

Y no es una escultura sino un conjunto escultórico el que integra 7 poetas, que se puede ver en la plaza que recuerda a la pedagoga Lídia Armengol desde 2014.

Aquí, entre las montañas de Andorra, Plensa instaló siete figuras en forma humana, de 2,1 metros de estatura, sentadas en otras tantas columnas translúcidas que se iluminan de noche en diferentes tonalidades.

Adquirido por la Banca Privada d’Andorra (BPA), que cedió el conjunto escultórico al Comú (Ayuntamiento) por un período de veinte años, las figuras vienen a ser una metáfora de las siete Parroquias andorranas, pero también representan a un grupo personas que miran relajadamente el maravilloso entorno que rodea la ciudad.

7 Poetas, de Jaume Plensa. Foto: Albert Olivé | EFE.

Crown Fountain, Chicago

En el Millennium Park de Chicago se alzan desde 2004 dos torres de 16 metros de altura sobre una lámina de agua de 70 x 14 metros.

Se trata de Crown Fountain, una pieza realizada con vidrio, acero inoxidable, madera y granito negro en la que grandes pantallas LED proyectan los rostros de los habitantes de la ciudad, lo que hace de ella una pieza viva y siempre diferente.

La pieza incorpora, además, algunos de los temas y motivos constantes en la obra de Plensa, como el dualismo que se manifiesta en la luz y el agua (la obra no deja de ser una fuente con el agua cayendo en cascada a la piscina de granito negro), y que en este caso se extiende a la tecnología del vídeo.

Crown Fountain, Jaume Plensa, 2004.

Julia, Madrid

En la madrileña plaza de Colón, otra de las grandes cabezas de Jaume Plensa atrapa la atención: Julia.

Instalada en 2018 (en principio hasta diciembre de 2023), la obra responde a una iniciativa de mecenazgo de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson para la ciudad de Madrid.

Creada específicamente para este espacio, la pieza de 12 metros de altura y realizada en resina de poliéster y polvo de mármol blanco, se basa en un modelo real de una niña cuya cabeza escaneó Plensa para extraer su volúmen exacto.

Julia, de Jaume Plensa en Madrid. Foto: Mar Nuevo.

Este escaneado permite un trabajo a partir de las mallas que componen la imagen, las cuales se deforman posteriormente por ordenador para estilizar la figura manteniendo la anatomía del cuerpo, sirviendo así como base para la realización de la pieza.

El rostro se orienta hacia el oeste, hacia la puesta de sol, estableciendo una estrecha relación con la fachada del edificio de la Biblioteca Nacional y proyectando una interesante sombra sobra la plaza.

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