‘La catedral’: así se construyó durante 60 años la iglesia más extraña de España

Un documental recrea la historia de Justo Gallego, el hombre que edificó, él solo y con sus propias manos, la catedral más extravagante de España a 20 km de Madrid

La ‘catedral’ de Justo Gallego. Foto: Mar Nuevo.

¿Podrías dedicar 60 años de tu vida a una sola cosa? ¿Una, además, tan insólita y atrevida como construir una catedral? Entre la genialidad y la locura, el tesón y la obsesión, se mueve la gesta de Justo Gallego, el hombre que levantó, sin conocimientos de cálculo ni arquitectura, sin planos ni proyecto una iglesia que se alza en la localidad de Mejorada del Campo, a las afueras de Madrid, y que ahora protagoniza un documental que firman el director eslovaco Denis Dobrovoda y el periodista y guionista escocés Matthew Bremner.

Hay que ser un genio, apunta Bremner, “para estar constantemente innovado”, para idear soluciones imaginativas, para mantener esa energía y tenacidad para llevar este proyecto adelante. Pero también “ser un poco loco” para construir una cosa tan extravagante.

Sin estudios elementales, sin apenas saber leer, con su propio patrimonio, donaciones y materiales desechados por empresas de construcción de la zona, Justo Gallego logró levantar este edificio –aunque lo llamase catedral no es un templo ya que no está consagrado ni es reconocido por la diócesis de Alcalá de Henares- de 35 metros de altura con su nave central, triforio, cúpula, ábside, torres, sacristía, baptisterio, cripta, claustro, escalinata, arcadas o pórticos.

La historia “definitiva” de la catedral de Justo

Presentado en 2022 en el Festival de Cine de Cracovia, donde ganó el premio a la mejor película documental y quedó preclasificada para los Oscar, el largometraje llega ahora al Fipadoc de Biarritz, uno de los grandes festivales europeos de cine documental. El objetivo es mostrarlo después en España y Latinoamérica para mostrar “la historia definitiva” de la catedral de Justo, según sus creadores.

Aunque comenzó a edificarse en 1961, no fue hasta 2005 cuando la catedral saltó a la fama, gracias a un anuncio de Aquarius, aunque ya antes se había expuesto en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

Un halo de irrealidad rodea todo lo relacionado con esta catedral que se encuentra a apenas 20 km de Madrid, en la localidad de Mejorada del Campo.

Justo Gallego en una imagen de 2015. Foto: Mar Nuevo.

Al pasear entre sus columnas modeladas con bidones de gasolina viejos, pilares hechos de botes de plástico rellenados con hormigón y bóvedas construidas alambres curvos uno se pregunta cómo puede mantenerse en pie.

Las soluciones innovadoras y su capacidad de reciclar materiales (desde una rueda de bicicleta empleada como polea a fragmentos de granito y mármol) se combinan en el mismo espacio con ideas tan peregrinas como las imágenes de los reyes de la baraja española que decoran las vidrieras.

Sin duda, impresiona lo grande que es y, en eso coincidimos con los creadores de esta película, el hecho de que lo hizo todo “básicamente solo”, desde los años sesenta hasta 2021, cuando falleció a los 96 años.

Catedral de Justo Gallego. Foto: Mar Nuevo.

Una vida dedicada a una idea

La idea de La catedral surgió de una visita a España de Dobrovoda (amigo de Bremner desde la universidad) que acabaría convirtiéndose en una estancia de trabajos de albañilería improvisados para Justo Gallego.

El periodista escocés afincado en Burgos había conocido la historia a través de la prensa y planeaba escribir un artículo pero, una vez en Mejorada del Campo, Dobrovoda tuvo claro rápido que allí había una película.

Convencer a Justo para hacer la película no fue fácil. Tras dedicar toda su vida a construir una catedral para Dios (no le había podido dedicar su vida como monje tras ser expulsado del monasterio soriano de Santa María de Huerta por contraer tuberculosis en 1961) vivía obsesionado con acabar su proyecto.

La ‘catedral’ de Justo Gallego. Foto: Mar Nuevo.

A sus 93 años entonces, “iba y venía”, como admite él mismo en la película, y sus cambios de humor eran frecuentes. Además, se había sentido “traicionado” por las cámaras antes. Precisamente como consecuencia del citado anuncio de refrescos que, en lugar de como ofrenda a Dios, había contado su historia como una hazaña individualista.

Justo Gallego construyó la iglesia con sus propias manos desde 1961 hasta su muerte en 2021

Lo cierto, sin embargo, es que aquella fama le permitió recibir ayudas y donaciones, pese a que el proyecto nunca ha salido de la alegalidad.

Nave central de la iglesia. Foto: Mar Nuevo.

Un “protoecologista”

Justo era, señala el guionista de La catedra, “como una persona de la Edad Media, pero esa es otra contradicción. Era una persona muy anticuada en su forma de ver el mundo, pero también era como muy moderno en muchos otros aspectos”.

Entre estos últimos, he hecho de que construyese la catedral a base de materiales reciclados: “era como un protoecologista por así decirlo, sin saberlo”.

Justo Gallego falleció a finales de 2021, poco después del fin del rodaje de este documental, y su edificio quedó bajo custodia de Ángel, su ayudante durante muchos años, y de la ONG Mensajeros de la Paz, con el encargo de terminarlo.

Vidrieras de la catedral. Foto: Mar Nuevo.

Su existencia, sin embargo, es absolutamente inseparable de la historia de su creador.

a.
Ahora en portada