5 pueblos medievales de Soria que te enamorarán a primera vista
Si quieres conocer a fondo el encanto rural de Soria, estos pueblos con aire medieval son ideales para una bonita escapada

El pueblo de Burgo de Osma en Soria. Foto: Turismo Castilla y León
La provincia de Soria, en Castilla y León, es una auténtica joya para los amantes de la historia y el encanto rural. Con sus orígenes medievales, Soria alberga algunos de los pueblos más pintorescos y bien conservados de España. Si estás buscando destinos llenos de historia, tranquilidad y belleza natural, aquí te presentamos cinco de los pueblos medievales más bonitos de la provincia de Soria. Un recorrido por estas localidades te transportará a otra época, donde el tiempo parece haberse detenido.
1. Medinaceli: Historia y vistas espectaculares
Medinaceli es uno de esos lugares que te sorprenden desde el primer momento. Situado a 1.210 metros sobre el nivel del mar, este pueblo ofrece unas vistas impresionantes del Sistema Ibérico y el Valle del Arbujuelo. Medinaceli fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 1964, y no es difícil entender por qué. Sus calles empedradas, pasadizos estrechos y cortavientos te invitan a perderte mientras descubres joyas arquitectónicas como el Arco Romano, uno de los pocos en España que se conservan completos, y sus palacios e iglesias.
Caminar por Medinaceli es como dar un paseo por la historia. Sus murallas, mosaicos romanos y el Convento de Santa Isabel te permiten sumergirte en siglos de legado. Además, el pueblo ha sido galardonado en varias ocasiones como Municipio Turístico de la Provincia de Soria, y es fácil ver por qué. La atmósfera mágica de Medinaceli, combinada con su riqueza cultural, hace que sea un destino imperdible para cualquier viajero que quiera revivir la Edad Media.
2. Burgo de Osma: Monumentalidad en cada rincón
Si lo que buscas es una villa monumental que combina historia con una vibrante vida cultural, Burgo de Osma es el lugar perfecto. Con raíces que se remontan a la época de los celtíberos y más tarde romanizada, esta localidad conserva un rico patrimonio histórico. Su Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, de estilo gótico, es sin duda uno de sus mayores atractivos, junto con el recinto amurallado y el Hospital de San Agustín.
La villa fue declarada Conjunto Histórico en 1993 y pasear por sus calles es retroceder en el tiempo. Además, Burgo de Osma está estratégicamente ubicado en la Vía Romana, que conectaba Astorga con Zaragoza, por lo que este pueblo ha sido un importante enclave desde la época romana. Con su rica herencia arquitectónica y cultural, es un lugar perfecto para sumergirse en la historia sin dejar de lado las comodidades de una pequeña ciudad.
3. Calatañazor: Un rincón detenido en el tiempo
Al entrar en Calatañazor, te darás cuenta rápidamente de por qué este pueblo es uno de los más emblemáticos de Soria. Sus calles empedradas y sus casas de adobe y piedra parecen sacadas directamente de un cuento medieval. Según la leyenda, en Calatañazor tuvo lugar la derrota del caudillo musulmán Almanzor en el siglo XI, lo que dio lugar al popular dicho: «En Calatañazor perdió Almanzor el tambor».
Este pequeño pueblo, con apenas 51 habitantes, ofrece una tranquilidad y belleza natural incomparables. La fortaleza en ruinas, la ermita de la Soledad y las vistas panorámicas desde el castillo son algunos de los puntos más destacados. Visitar Calatañazor es desconectar del mundo moderno y sumergirse en la calma de una época pasada.
4. Rello: Un tesoro fortificado en las alturas
Rello es uno de los pueblos medievales mejor conservados de Soria, y no es difícil ver por qué. Situado en lo alto de una colina, este pequeño pueblo fortificado ofrece unas vistas espectaculares de los alrededores. Aunque hoy en día solo cuenta con 15 habitantes, la grandeza de su pasado sigue siendo palpable en sus murallas, torres defensivas y su castillo.
Este encantador pueblo ha sido declarado Bien de Interés Cultural, lo que refleja su importancia histórica y patrimonial. Pasear por Rello es descubrir un rincón medieval prácticamente intacto, donde cada piedra cuenta una historia de tiempos antiguos. La atmósfera tranquila y el paisaje impresionante hacen de Rello un lugar perfecto para aquellos que buscan un destino único y auténtico.
5. Santa María de Huerta: Tranquilidad y espiritualidad
A unos 85 kilómetros de la capital soriana se encuentra Santa María de Huerta, un pequeño pueblo que destaca por su Monasterio Cisterciense del mismo nombre. Este monasterio, que sigue en activo, es una auténtica joya del arte medieval. Sus impresionantes claustros y su iglesia son testigos del paso del tiempo y del espíritu de los monjes que fundaron esta comunidad hace siglos.
El pueblo surgió alrededor del monasterio, y hoy en día sigue siendo un remanso de paz. De hecho, el monasterio ofrece la posibilidad de vivir una experiencia monástica, permitiendo a los visitantes pasar una semana en silencio, siguiendo el ritmo de vida de los monjes. Para aquellos que prefieren una estancia más corta, la Hospedería del Monasterio es una opción perfecta para una escapada tranquila.
En definitiva, los pueblos medievales de Soria son destinos que combinan belleza, historia y tranquilidad. Medinaceli, Burgo de Osma, Calatañazor, Rello y Santa María de Huerta son solo algunos ejemplos de la riqueza cultural de esta provincia, lugares donde el pasado sigue vivo en cada rincón. Para los amantes de la historia y los viajes, una visita a estos pueblos es una oportunidad única para descubrir el legado medieval de Soria.