5 pueblos españoles ocultos bajo el agua

El faro de Camarinal en Cádiz. Foto: Patronato de Turismo de Cádiz
Verano tras verano, España es uno de los destinos por excelencia, elegidos por millones de turistas para disfrutar de unos merecidos días de desconexión. Entre los motivos por los que tantísimas personas eligen la Península, destacan la costa y la gastronomía, entre muchos otros. Lo que muchos no saben, es que la riqueza turística de España va más allá de todas esas playas y lugares de costa.
Y es que, lo creáis o no, en España se pueden encontrar destinos más propios de la ficción que de la realidad. Como si de la Atlántida se tratase, es posible encontrar en diversos puntos de España pueblos sumergidos bajo el agua. Un hecho cuya explicación se remonta al franquismo, cuando se construyeron cientos de pantanos. Y aún a día de hoy, es posible visitar muchos de esos bellos ‘destinos submarinos’ y hoy os hablaremos sobre algunos de ellos.
Riaño, León
Y ni siquiera hace falta viajar a la costa para ver uno de estos destinos. Y aunque aún se puede visitar lo que en Castilla y León conocen como Nuevo Riaño, el pueblo original lleva sumergido desde 1987, fecha en la que se produjo el desbordamiento del embalse de Riaño, tras lo que quedó sumergido bajo cientos de litros de agua, dando lugar a estampas tan hermosas como las que muestra la imagen.
Sant Romà de Sau, Barcelona
Viajado ahora a Cataluña, más concretamente a la comarca de Osona, nos podemos topar con este pequeño y hermoso pueblo, que, en épocas de sequía, permite ver el campanario y algunos de los edificios que aún quedan en pie, mientras que, en los momentos en los que la marea sube, tan solo se puede ver la parte superior de la torre del campanario, dando lugar a una escena de película.
Portomarín, Lugo
Desplazándonos hasta Galicia, podemos encontrarnos con Portomarín, el pueblo de Lugo que desapareció bajo las aguas del embalse de Belesar hace ya más de 60 años. Las personas que vivían allí en los años 60, por su parte, se trasladaron al Monte do Cristo, ubicando a tan solo unos metros del lugar original. Y del mismo modo que ocurre en el pueblo catalán, cuando baja el nivel del agua, aún se puede ver desde la nueva ubicación algunos de los edificios del antiguo pueblo que quedó sumergido.
Granadilla, Cáceres
Ahora sí, sí queréis dar un paseo por la historia, resulta imprescindible hacer una parada en Granadilla, en la provincia de Cáceres. En este lugar, los visitantes podrán disfrutar de una visita a esta villa feudal amurallada, que fue desalojada en el año 1960, después de que se construyera un embalse que, sin embargo, no terminó de conseguir hundir esta pequeña comarca, dando lugar a esta bella estampa en la que se puede disfrutar de esta fortaleza, completamente rodeada por agua.
Lanuza, Huesca
El último de los pueblos de esta lista que quedaron sepultados bajo el agua, el pueblo de Lanuza quedó inundado tras la construcción del embalse en 1976. Sin embargo, al no quedar completamente sepultado bajo el agua, en los años 90 los habitantes de la zona volvieron a repoblar los hogares de este pueblo. El resultado es el que se puede ver en la imagen: un pequeño pueblo que destaca por su localización a los pies del valle de tena y, sobre todo, a las orillas de su lago, creando una postal más similar al de países nórdicos que del nuestro propio.