La historia de la Casa de Piedra: la titánica construcción que duró más de 22 años

Dentro de la inmensa geografía española, hay pequeños lugares que guardan historias que merece la pena conocer, como es el caso de esta pequeña casa cueva con más de un siglo de historia

A menos de dos horas de la bulliciosa ciudad de Madrid, se encuentra una enigmática casa de piedra, con sensación de cueva que guarda entre sus paredes historias de un pasado turbulento. Esta vivienda, construida dentro de una enorme piedra en el pueblo manchego de Alcolea del Pinar, fue testigo de uno de los capítulos más convulsos de la historia de España. 

La Guerra Civil se desarrolló entre 1936 y 1939. Fue un conflicto bélico que enfrentó a las fuerzas republicanas, defensoras del gobierno democrático, y las fuerzas franquistas, lideradas por el general Francisco Franco. Guadalajara, al estar cerca de la capital, fue escenario de batallas.

Los secretos que guarda la Casa de Piedra de Alcolea del Pinar

En el pueblo guadalajareño de Alcolea del Pinar, había una enorme piedra y uno de sus vecinos, Lino Bueno, habló con el ayuntamiento para poder comenzar a tallar su propia casa. Comenzó su obra en el año 1907 y finalizó en 1928. Allí vivió con su familia, aunque siguió haciendo modificaciones años más tarde. 

Foto tomada en 1925 por Francisco de Goñi y Soler

Nunca dio por terminada la obra y el concejo de la localidad, al ver la majestuosidad de lo que Bueno había logrado, no le permitió vivir, alegando que no tenía los permisos de propiedad. Este conflicto llegó a los oídos de Alfonso XIII, monarca de este momento, y de Primo de Rivera. 

Ambos acudieron a la localidad y, impresionados por la obra que había realizado el arquitecto, otorgaron a Lino Bueno la medalla del Mérito al Trabajo. Además, convencieron al ayuntamiento para que pudiera seguir viviendo allí con su familia. 

Más allá de su singular arquitectura, la casa cueva de piedra esconde otro pasado. Durante la guerra, sirvió como refugio para familias que huían de la violencia y la destrucción. Sus gruesos muros de piedra y su ubicación apartada la convertían en un escondite ideal para aquellos que buscaban escapar del conflicto.

Casa Piedra. Foto: Ana Nuñez. Ayuntamiento de Alcolea del Pinar

Tras la Guerra Civil, el vecino hizo de esta casa su gran obra y confesó a su círculo cercano que, el día de su muerte, su cadáver debía descansar bajo su casa cueva. Así, diseñó una especie de mesa que sirviera como ataúd. En el año 1935, falleció, dejando un legado inimaginable. 

Tal es la majestuosidad de esta construcción que hasta el rey emérito Juan Carlos I, junto a la reina Sofía, han visitado esta casa, que, desde el año 1990 es un museo, muy querido por el pueblo y turistas. 

Cómo es por dentro la Casa de Piedra

Al tratarse de una piedra grande, se pudieron construir dos plantas. En la parte inferior encontramos la cocina y el comedor. Arriba, las habitaciones que tienen hasta un pequeño balcón que Bueno quiso construir. Hay otra habitación que no pudo terminar de construir. 

Entre los habitantes, se narran las historias de aquellos que se refugiaron en la casa cueva de generación en generación, creando un aura de misterio y fascinación en torno a este lugar. Alcolea del Pinar es un pueblo que se encuentra a una hora y media de Madrid, ideal para visitarlo en cualquier fin de semana o escapada. 

Hoy en día, la casa de piedra se puede visitar de forma gratuita, pero su pasado sigue resonando en sus paredes. Es un lugar que invita a la reflexión y al recuerdo, un espacio donde la historia se hace tangible y nos recuerda el enorme talento de Lino Bueno, el hombre que hizo de un enorme pedrusco, su casa y la de todo el pueblo. 

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