Costa Rica: claves para descubrir el Edén de Centroamérica

Las llanuras del norte de Costa Rica ofrecen un amplio abanico de actividades para atrapar su exuberante naturaleza, desde la exploración de volcanes y humedales a sentir la adrenalina en el turismo aventura

Naturaleza por donde se mire. Así es Costa Rica. Foto Turismo de Costa Rica

A pesar de tener una superficie poco más grande que Aragón Costa Rica cuenta con una de las mayores concentraciones territoriales de riqueza natural: el 6,5% de la biodiversidad mundial está dentro de sus fronteras.

Este país, un oasis de paz en la agitada escena política de Centroamérica (con decir que no tiene ejército), tiene un 26% de su superficie protegida; una forma inteligente de preservar los recursos naturales de sus zonas volcánicas, humedales, playas, llanuras y bosques.

Entre las regiones que presenta su reducido territorio están las Llanuras del Norte, que se pueden descubrir a través de diferentes actividades de turismo de naturaleza y aventura, según promocionan en Turismo de Costa Rica.

Explorar volcanes

Una de las zonas recomendadas son los parques nacionales de volcán Arenal y volcán Tenorio.

El primero puede explorarse a través de diferentes senderos como el Heliconias (que permite apreciar el cráter), el Coladas (que además del cono volcánico permite divisar el lago Arenal y la cordillera de Tilarán) o el Ceibo (que conduce al gigantesco árbol de Ceiba pentandra).

Además de sus aguas termales, el lugar es conocido por ser el hogar de jaguares y de coloridas ranas arbóreas.

Vistas del volcán Arenal. Foto Turismo de Costa Rica

En el parque nacional del volcán Tenorio está el río Celeste y la Laguna azul, formaciones acuáticas de colores únicos

En cuanto al Tenorio, allí se pueden conocer la catarata Río Celeste, la Laguna azul, los hervideros donde se escapan los gases de la actividad volcánica y el Teñidero, el punto donde las aguas cambian de color.

Navegar el lago Arenal

Entre estos parques se encuentra el lago Arenal, el más grande del país, un espejo de agua de 30 km de largo y 5 km en su parte más ancha creado con la construcción de una represa .

Meca de los deportes náuticos en el norte tico, hogar de peces como el guapote y el sabalete, en sus costas viven especies como el colibrí, el pájaro carpintero y el tucán.

Atardecer en el lago Arenal. Foto Randy McEoin – CC

Una de las experiencias más fascinantes es navegarlo al atardecer y ver cómo el sol se esconde detrás de las montañas tapizadas de vegetación.

Buscar fauna en Caño Negro

El Refugio Nacional de Vida Silvestre Mixto Caño Negro, de 10.000 hectáreas, es ideal para los que cámara en mano o simplemente movidos por la curiosidad quieren descubrir la fauna autóctona.

Aves en el refugio de Caño Negro. Foto Turismo de Costa Rica

Allí viven diversos ejemplares de la avifauna migratoria, muchos mamíferos, reptiles como el caimán y algunos peces de agua dulce endémicos como el gaspar.

Sentir la adrenalina

Además de hacer kayak en el lago Arenal en los ríos del norte costarricense se pueden realizar excursiones de barraquismo, con actividades de rápel.

Entre estos destacan el Frío, Peñas Blancas, San Carlos, Toro y Puerto Viejo.

Los ríos del norte de Costa Rica ofrecen diversos puntos para realizar barraquismo y rápel, entre otras opciones de turismo aventura

Rappel en las cascadas. Foto Efraín González Buitrago – CC

Otra opción es visitar las Cavernas de Venado, que integran un laberinto subterráneo de unos dos kilómetros de longitud.

Fotografiar las cataratas

Abriéndose paso en una vegetación que atrapa todo lo que encuentra está la cascada del río Celeste, que con el particular color de sus aguas lo hacen ideal para atrapar en fotografías.

Otra catarata es la del río Fortuna, que cae 70 metros a una poza de aguas verdes, en medio de una reserva biológica de 210 hectáreas de bosque tropical húmedo.

La cascada del río Celeste. Foto Turismo de Costa Rica

La mejor forma de contemplarla es ascender un camino de 530 escalones -por suerte hay zonas para descansar-, que culmina en un mirador.

Conocer las culturas locales

Las llanuras del Norte comprenden cuatro cantones de Costa Rica: San Carlos, Guatuso, Upala y Los Chiles. En estas zonas hay numerosas opciones de turismo rural que permiten conocer de cerca la forma de vida de las comunidades locales.

Los productores manuales de los tres últimos cantones se agrupan en el Colectivo Artesanal Norte, que elaboran piezas inspiradas en la cultura, la naturaleza y las tradiciones norteñas.

Miembros de la comunidad Maleku. Foto Turismo de Costa Rica

También se pueden conocer a las comunidades indígenas de Maleku o Guatuso. Los primeros tienen una sólida relación con el cultivo del cacao, que lo consideran como un elemento sagrado, purificador y con propiedades medicinales.

En el territorio Guatusos viven 600 habitantes en las comunidades de Tonjibe, Margarita y El Sol, a orillas del río El Sol, y también son productores de artesanías.

Comer en los pueblos llaneros

Para saborear el café, el gallo pinto, el tamal de ñampí, las raíces de salta de queso a la bijagueña y los dulces de cacao, entre otras maravillas de la gastronomía local, se puede llegar a los bares y restaurantes de los pueblos llaneros.

Mercado en uno de los pueblos del norte. Foto Turismo de Costa Rica

Entre los más importantes se encuentran Fortuna (punto de salida para el Caño Negro), Ciudad Quesada (atención a su mercado local), Guatuso (a orillas del río Frío) y Upala (donde hay varios complejos turísticos como Sensoria, Blue River y Kiwanda).

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