Explora Júzcar, el ‘Pueblo Pitufo’ español: selfies con Gargamel y más sorpresas

12 años después de convertirse en el ‘Pueblo Pitufo’, este municipio de la Serranía de Ronda aún sigue luciendo el azul en todos sus edificios. Pero tiene mucho más por descubrir

Desde 2011, Júzcar es la aldea pitufa. Foto: Turismo de AndalucÍa.

Negros en Guadalajara, blancos en Andalucía, rojos en Segovia o multicolor en localidades como la asturiana Cudillero. En España tenemos pueblos de todos los colores, pero solo uno es enteramente azul.

A diferencia de los anteriores, que deben su característico color a los materiales constructivos disponibles o bien a estrategias para repeler el calor, el caso de Júzcar (Málaga) es totalmente diferente. Aquí fue una decisión vecinal la que llevó a pintar, hace 12 años, todas sus casas de azul.

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Sony escogió esta localidad para transformarla en la aldea de los Pitufos. Foto: Turismo de Andalucía.

Júzcar, el pueblo pitufo

Tampoco fue una iniciativa espontánea, es cierto. En la Serranía de Ronda, Júzcar era uno más de los pueblos serranos de la zona: de orígenes musulmanes y vida agrícola, su casco urbano estaba formado por casas blancas, balcones de flores y una iglesia del siglo XVI.

Pero la magia del cine –o tal vez la tentadora oferta económica de las productoras y distribuidoras-, convirtió este municipio en un pueblo azul. O más exactamente, en el ‘Pueblo Pitufo’.

Pintado de azul para la promoción de la película ‘Los Pitufos 3D’, Júzcar lleva desde 2011 este color por bandera

Fue en 2011, cuando Sony Pictures eligió Júzcar para promocionar su película Los Pitufos 3D que protagonizaban estos seres ideados por el dibujante Peyo.

Para ello se pintaron todas las casas y edificios de color azul, un cambio cromático que derivó en un inesperado éxito turístico.

Los murales con Gargamel, Papá Pitufo o Pitufina decoran muchas paredes de Júzcar. Foto: Jorge Zapata | EFE.

De hecho, varios años más tarde, en 2013, se realizó una consulta entre los vecinos (actualmente residen unos 230) sobre si volver a la pintur original de sus casas. Votaron mantener el azul. Y así se quedó, como pueblo pitufo y uno de los municipios de colores más famosos del mundo, emparentado cromáticamente con el marroquí Chefchaouen, y vinculada con el rosa de Jaipur (La India), el morado de Banwol (Corea del Sur) o los arcoíris de la italiana Cinque Terre, la colombiana Guatape y la indonesia Pelangi.

Qué hacer en la aldea azul

Hoy, 12 años después de colorear sus edificios (incluyendo casas, el Ayuntamiento, la iglesia y hasta el cementerio), Júzcar sigue atrayendo visitantes por el azul de sus viviendas, alrededor de 47.000 en 2022 (aunque lejos de los 60.000 de 2013, cuando se estrenó la segunda parte de la película de animación). Solo en la pasada Semana Santa recibió más de 11.000 turistas.

Júzcar fue el primer pueblo pitufo del mundo. Foto: Jorge Zapata | EFE.

Ubicado en el Alto Valle del Genal, a unas dos horas en coche de la ciudad de Málaga, muchos de ellos pasan por el punto de información turística del pueblo, una caseta con forma de seta gigante situada a la entrada del municipio.

También se hacen selfies con Gargamel, retratado en la fachada del alojamiento rural Casa del Bandolero y otros pitufos que protagonizan murales por todo el municipio, y con una enorme escultura de Papá Pitufo en el Mirador de la Torrichuela (en la calle Alcalde Diego Fernández), además de participar en los talleres de confección de gorros, pintaúñas y pintacaras que se ofrecen habitualmente.

Ya no se puede promocionar como Pueblo Pitufo –cosas de derechos de autor- así que lo hace como Aldea Azul y gran parte de su población vive ahora del turismo, que ha hecho proliferar alojamientos rurales y bares (pasó de contar con uno a seis en la actualidad).

Mirador de la Torrichuela en Júzcar. Foto: Turismo de Andalucía.

Pueblo azul y también verde

Una vez contemplado el pueblo desde sus miradores, como los de San José y el de Jardón y, especialmente, el de la Torrichela, desde donde obtener las mejores panorámicas de las casas teñidas de azul, hay que visitar la iglesia de Santa Catalina, del siglo XVI y con detalles de estilo mudéjar.

También se pueden ver las ruinas de Real Fábrica de Hojalata San Miguel, que entró en actividad en 1731 -fue la primera de España- y cesó su producción en la Guerra de la Independencia, y el Museo Micológico, que detalla la variedad de setas que se pueden encontrar en la región, además de organizar conferencias y talleres en torno a esta temática.

Los pitufos esperan en cualquier rincón. Foto: Turismo de Andalucía.

Pero, sobre todo, Júzcar pretende ser un referente en cuanto a turismo de naturaleza (y atractivos no le faltan, con referentes como el castañar del Genal, las cuevas del Agua y del Rey Moro o las formaciones rocosas de Los Riscos, con formas que le valen sobrenombres como Sima del Diablo o El Tajo del Águila).

Por aquí pasa la Ruta de Fray Leopoldo, “el santo más venerado de Andalucía”, en torno al cual gira este recorrido del que forman parte también los pueblos de Alpandeire, Pujerra, Igualeja, Cartajima y Faraján, en un trazado que pasa por bosques con almendros, narcisos y jara blanca.

Otras rutas de senderismo interesantes son las Moclón -de 3 km-, la de los Molinos -1,3 km- y la de los Riscos -6,5 km-, esta última de dificultad medio-alta.

Riscos de Júzcar en la Serranía de Ronda. Foto: Turismo de Andalucía.

Gracias a su ubicación en el Valle del Genal, la localidad ofrece además actividades de barranquismo, tirolinas y espeleología. Entre las más populares, destacan las tirolinas del Salto del Villano, de 200 metros de largo, y la del Salto del Gran Zul, de 150 metros, que permiten sobrevolar el paisaje a gran velocidad.

La gastronomía de Júzcar

Si tanta actividad te ha abierto el apetito, no dudes en parar a comer, por ejemplo en Bar Parriba Pabajo, Torricheli o el restaurante La Bodega del Bandolero (con solete Repsol) hay que probar alguno de los platos de setas, pero también los ajetes o los tomates aliñados, así como platos de cochinillo o cordero lechal.

Hasta la iglesia está pintada de azul. Foto: Turismo de Andalucía.

Otras de las especialidades de la zona son las migas, el sopeao de collejas y el conejo al ajillo y, entre los dulces, destacan los borrachuelos, los productos de castañas, los roscos de vino y los guitarrones de miel.

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