Parador de Argómaniz: un refugio histórico con encanto en el corazón del País Vasco

Un parador con mucho encanto, descubre todos los recovecos del Parador de Argómaniz, una joya situada en el País Vasco

La zona exterior del Parador de Argómaniz

La zona exterior del Parador de Argómaniz. Foto: Paradores

Ubicado en un elegante palacio renacentista, el Parador de Argómaniz ofrece una experiencia única que combina historia, naturaleza y gastronomía. Situado a tan solo 12 kilómetros de Vitoria-Gasteiz, este refugio con vistas a la llanura alavesa y la Sierra de Gorbea es ideal para quienes buscan desconectar y disfrutar de la tranquilidad en un entorno lleno de encanto. Desde sus acogedoras zonas de lectura y jardines hasta su emblemática terraza, cada rincón del Parador invita al descanso y la contemplación.

Un edificio cargado de historia y leyendas

El Parador de Argómaniz ocupa el histórico Palacio de los Larrea, una construcción del año 1712 que ha sido testigo del paso de diversas culturas y acontecimientos históricos. Este palacio ha servido a lo largo de los siglos como convento, residencia noble y cuartel general. Durante la Guerra de la Independencia, se dice que el mismo Napoleón utilizó este lugar para planear el asalto a la ciudad de Vitoria. Además, la fachada del edificio aún exhibe el escudo de la familia Larrea, un símbolo de la nobleza que habitó el palacio.

La ubicación estratégica del Parador lo convirtió en un punto de encuentro para romanos, musulmanes, judíos y caravanas provenientes de toda Europa, lo que ha dejado una huella multicultural en la región. Los huéspedes pueden experimentar el legado de siglos de historia en cada detalle arquitectónico, desde las paredes de piedra hasta los antiguos techos de madera.

El exterior del Parador de Argómaniz
El exterior del Parador de Argómaniz. Foto: Paradores

Aletegui: Gastronomía vasca con historia

El restaurante Aletegui, ubicado en la última planta del Parador, es un auténtico deleite para los sentidos. El comedor se sitúa en lo que fue el antiguo granero del palacio, conservando el artesonado original del siglo XVIII y las características ventanas de ojo de buey, elementos distintivos de la arquitectura vasca. Este entorno histórico crea una atmósfera especial para degustar la cocina de mercado y de temporada, donde los sabores tradicionales de la gastronomía vasca se combinan con presentaciones contemporáneas.

En el menú de Aletegui destacan los productos frescos y locales, con platos típicos como el bacalao al pil-pil o las carnes de caza, elaborados con técnicas modernas que respetan la esencia de la cocina vasca. Los comensales podrán disfrutar de una experiencia gastronómica que fusiona la tradición con la innovación, todo ello en un entorno lleno de historia y belleza.

Vistas desde el restaurante Aletegui del Parador
Vistas desde el restaurante Aletegui del Parador. Foto: Paradores

Un entorno natural para explorar

Rodeado de paisajes espectaculares, el Parador de Argómaniz es el punto de partida ideal para descubrir la riqueza natural y cultural de Álava. A pocos minutos en coche se encuentran lugares tan emblemáticos como el Parque Natural de Gorbea o el embalse de Ulibarri-Gamboa, que cuenta con una de las pocas playas interiores con bandera azul de España. Estas áreas naturales son perfectas para practicar senderismo, observar aves o simplemente disfrutar de la belleza del entorno.

Para los amantes de la cultura, una visita a Vitoria-Gasteiz es imprescindible. La capital alavesa, famosa por su Catedral de Santa María, ha inspirado a escritores como Ken Follett para ambientar sus novelas. Además, la ciudad ofrece una interesante mezcla de arte urbano, palacios históricos y modernos parques que invitan a explorar cada rincón. Desde el Parador, también es fácil llegar a otros destinos del norte de España como Bilbao, San Sebastián o Logroño, lo que lo convierte en un excelente punto de partida para explorar la región.

El Parque Natural de Gorbea
El Parque Natural de Gorbea. Foto: Paradores

Actividades para todos los gustos

El Parador de Argómaniz ofrece una amplia gama de actividades tanto dentro como fuera de sus instalaciones. Sus elegantes habitaciones, equipadas con todas las comodidades modernas, permiten disfrutar de un descanso reparador en un entorno que combina diseño y tradición. Además, el Parador es un lugar perfecto para la celebración de eventos, como bodas y reuniones de negocios, gracias a la belleza del palacio y la tranquilidad del entorno.

Los visitantes más aventureros pueden aprovechar la proximidad del Monte Gorbea para realizar rutas de senderismo, mientras que aquellos interesados en la gastronomía tienen la oportunidad de visitar las queserías y bodegas de la Rioja Alavesa, donde se elaboran algunos de los mejores vinos de la región. No se puede olvidar el Santuario de Estibaliz, un importante centro de peregrinación que refleja la profunda espiritualidad del País Vasco.

Uno de los salones del Parador de Argómaniz
Uno de los salones del Parador de Argómaniz. Foto: Paradores

Un refugio con encanto en el corazón del País Vasco

El Parador de Argómaniz no es solo un lugar para alojarse, sino una experiencia que conecta con la historia, la naturaleza y la cultura del País Vasco. Ya sea disfrutando de la gastronomía tradicional en su restaurante, explorando los paisajes naturales cercanos o simplemente descansando en sus acogedoras instalaciones, este refugio ofrece un equilibrio perfecto entre el pasado y el presente. En cada estancia, el visitante es transportado a un tiempo diferente, rodeado por la belleza del palacio y los encantos de la región.

Para quienes buscan un destino que combine historia, lujo y naturaleza, el Parador de Argómaniz es una elección que no decepcionará. En el corazón de Álava, este enclave histórico sigue siendo un cruce de caminos, donde cada visitante puede descubrir nuevas experiencias y redescubrir la esencia del País Vasco.

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