Peñíscola: un pueblo en una fortaleza en medio del mar
Una oportunidad única para descubrir un pueblo de lo más especial, ¡descubre esta fortaleza situada en el corazón de Castellón!

El castillo de Peñíscola en Castellón. Foto: Hotel La Cabaña Peñíscola
En la costa norte de la provincia de Castellón, abrazado por las aguas del Mediterráneo, se encuentra uno de los pueblos más pintorescos y emblemáticos de España que se erige como una fortaleza sobre el mar: Peñíscola. Este municipio, conocido también como «La ciudad en el mar«, es una joya histórica y turística que parece sacada de un cuento medieval. Con su imponente castillo dominando el horizonte y sus estrechas calles empedradas que serpentean entre casas blancas, Peñíscola ha sido testigo de siglos de historia, y hoy en día sigue cautivando a quienes lo visitan con su singular belleza.
Una ciudad medieval en el mar
Peñíscola no es simplemente un pueblo costero más; su esencia radica en su singular ubicación y su rica herencia histórica. El casco antiguo se asienta sobre un peñón rocoso que se adentra en el mar como una fortaleza, conectado al continente por un estrecho istmo. Esta peculiar geografía le otorga un aire de fortaleza inexpugnable, una cualidad que no ha pasado desapercibida a lo largo de los siglos, tanto por sus habitantes como por los numerosos visitantes que han pisado sus calles.
Pasear por Peñíscola es retroceder en el tiempo. Sus callejuelas adoquinadas, flanqueadas por casas de fachadas encaladas, invitan a perderse sin rumbo fijo. Cada rincón del pueblo guarda un trozo de historia, desde la época medieval hasta el siglo pasado, lo que convierte a cada visita en una experiencia única. No es de extrañar que Peñíscola haya sido escenario de múltiples producciones cinematográficas y televisivas, siendo una de las más conocidas la serie «Juego de Tronos«, donde el pueblo se transformó en la ciudad de Meereen.
El Castillo del Papa Luna: símbolo de poder y leyenda
Sin duda, la joya de Peñíscola es su castillo, conocido como el Castillo del Papa Luna. Esta fortaleza, construida entre 1294 y 1307 por los Caballeros Templarios sobre los restos de una antigua alcazaba árabe, es uno de los mejores ejemplos de arquitectura militar medieval en España. El castillo se alza majestuosamente sobre el peñón como una fortaleza, a más de 60 metros sobre el nivel del mar, ofreciendo unas vistas impresionantes del Mediterráneo y del horizonte que se extiende más allá.
El castillo debe su nombre a Benedicto XIII, más conocido como el Papa Luna, quien residió en él durante los últimos años de su vida tras ser excomulgado y declarado antipapa. La historia de Benedicto XIII es fascinante y está llena de intrigas políticas y religiosas. Tras la disolución de la Orden de los Templarios, el castillo pasó a ser su residencia y sede papal, convirtiendo a Peñíscola en un enclave de gran importancia durante el Cisma de Occidente.
Hoy en día, esta fortaleza está abierta al público y se ha convertido en una de las principales atracciones turísticas de la Comunidad Valenciana. Recorrer sus salas, patios y murallas es sumergirse en un pasado lleno de historias y leyendas, algunas de las cuales hablan de tesoros templarios escondidos en sus alrededores, esperando ser descubiertos.
Atractivos que van más allá del castillo
Aunque la fortaleza del Castillo del Papa Luna es el protagonista indiscutible de Peñíscola, este encantador pueblo ofrece mucho más. Su casco antiguo está lleno de rincones pintorescos, como el faro de Peñíscola, que sigue guiando a los barcos con su luz desde lo alto del peñón. También destaca la Casa de las Conchas, una peculiar vivienda decorada con miles de conchas marinas que le dan un aspecto único y fotogénico.
Otro punto de interés es el Bufador, una grieta en la roca a través de la cual el mar respira con fuerza, especialmente en días de oleaje intenso, cuando el agua es expulsada con fuerza en un espectáculo natural digno de ver. Además, el Parque de Artillería, situado en la ladera del castillo, ofrece una agradable zona verde con vistas al mar, ideal para un paseo tranquilo entre cañones y murallas.
Y, por supuesto, no se puede hablar de Peñíscola sin mencionar sus playas. Las extensas playas de arena dorada y aguas cristalinas que rodean el peñón son perfectas para disfrutar del sol mediterráneo, ya sea relajándose en la orilla o explorando sus aguas turquesas.
Un destino para todos
Peñíscola es un destino que ofrece algo para todos. Su rica historia, sus paisajes de ensueño y su vibrante vida cultural la convierten en un lugar ideal tanto para los amantes de la historia como para los que buscan relajarse junto al mar. Además, su proximidad a otros puntos de interés de la Comunidad Valenciana, como Castellón y Valencia, lo hacen un lugar perfecto para una escapada o para ser el punto de partida de un viaje más largo por la región.
En definitiva, Peñíscola es más que una fortaleza al nivel del mal; es un lugar donde el pasado y el presente se entrelazan para ofrecer a sus visitantes una experiencia inolvidable. Ya sea explorando su imponente castillo, paseando por sus calles empedradas o disfrutando de un día de playa, una visita a Peñíscola es una inmersión en la historia, la cultura y la belleza natural de España.