La elegante tradición de las perfumerías de Florencia
La industria de la perfumería florentina tiene siglos de tradición, y para descubrirla hay que conocer estos lugares que más que tiendas parecen museos
La antigua capilla de los monjes dominicanos es un salón de ventas. Foto Officina Profumo Farmaceutica di Santa Maria Novella
Cierre los ojos, aspire suavemente y déjese llevar. Luego ábralos, contemple los anaqueles de madera labrada con hileras de frascos opacos, mire la delicada caligrafía de referencias escritas hace siglos, y vuelva a olfatear. Es un viaje de aromas, sí, pero también por la historia de los perfumes, de las fragancias de Florencia.
La ciudad más importante de Toscana tiene una larga tradición en la elaboración de perfumes, que se descubre en elegantes boutiques y herboristerías que parecen detenidas en el tiempo.
Sin duda la más emblemática es la Officina Profumo Farmaceutica di Santa Maria Novella, cuyas raíces llegan hasta 1221, cuando los monjes dominicanos fundaron un convento en el que cultivaban flores y plantas medicinales.
Las primeras preparaciones con agua de rosas datan de fines del siglo XIV, y en 1612 abrieron una farmacia. Perteneció a la orden monacal hasta que el gobierno italiano confiscó sus bienes, pero en 1866 fueron cedidos al sobrino del último fraile, cuya familia sigue administrando los bienes de la Officina.
La compañía de perfumes más antigua es Officina Profumo Farmaceutica di Santa Maria Novella, cuya historia se remonta a 1221
Cuenta con varias sucursales en el mundo -entre ellas, en Barcelona y Madrid-, pero la más emblemática es la de la Via della Scala.
Allí se ven elegantes habitaciones decoradas con frescos, bustos y molduras doradas, con muebles históricos que presentan fragancias elaboradas generaciones atrás.
También funciona un museo donde se pueden conocer antiguas recetas y preparaciones farmacéuticas y de perfumería.
En su actual línea de productos tiene el Acqua della Regina, que había sido elaborada para ser usada por la reina Catalina de Médicis, reina consorte de Francia de 1547 a 1559.
Antica Spezieria Erboristeria San Simone
Otra de las perfumerías con varios siglos de historia es la Antica Spezieria Erboristeria San Simone, fundada en 1700.
Con materias primas naturales y recetas artesanales elaboran exclusivos perfumes, jabones, fragancias ambientales, que según dicen, bajo la dirección de la química y herborista Fernanda Russo atrapan “los aromas de las calles de Florencia”, como los productos Le Vie di Firenze y Mirabilis.
En su laboratorio realizan catas donde un experto guía en la elaboración de un perfume personalizado, tal como hacían los alquimistas y boticarios siglos atrás, y que luego el visitante se lleva en un frasco de 50 ml.
Lorenzo Villoresi Boutique
Este es uno de los perfumistas actuales que hay que tener en cuenta. Lorenzo Villoresi se dedica al arte de las fragancias desde 1990, las cuales elabora con precisión artesanal tras haber realizado varios viajes por Egipto, Israel y Mesopotamia.
Sus frascos hexagonales se han convertido en un sinónimo del lujo, que tienen su origen en el laboratorio que está en la via del Bardi, a pasos del Ponte Vecchio.
El taller que se encuentra en un palacio renacentista se ha convertido en un museo dedicado a sus perfumes, con un jardín con más de 80 plantas que proveen la materia prima para sus creaciones.
Acquaflor
Entre las diferentes perfumerías del centro histórico de Florencia brilla Aquaflor, en el Borgo Santa Croce.
El lugar destila una discreta elegancia, con sus muebles de madera oscura, sus anaqueles espejados y sus luces bajas.
Compañías como Antica Spezieria Erboristeria San Simone invitan al visitante a que elabore un perfume personalizado
En los estantes y los mostradores de mármol se encuentran cientos de pequeños frascos, que invitan al visitante a descubrir nuevos aromas para elaborar perfumes personalizados y a medida.
Erbario Toscano
Más moderna es la boutique Erbario Toscano, en Via del Corso 38, que además de perfumes personales elabora fragancias de uso doméstico, productos de cuidado personal y velas.
El despliegue de frascos de colores es un arcoíris visual que se multiplica con las cajas de sus productos.
En el lugar se puede participar de la experiencia La via del profumo (el camino del perfume), donde se presentan 12 fragancias que remiten a diferentes puntos de Toscana, como el Speziato nero de Arezzo, el Legno patchouli de Siena o el Tabacco dolce de Lucca, entre otros.
“Erbario Toscano describe con la alquimia de las fragancias sus cerros que descienden hacia la costa y se convierten en playas de arena”, describen en la compañía.
Juan Pedro Chuet-Missé es redactor de Cerodosbé/Tendencias desde 2017, y del Grupo Economía Digital desde 2015. Especialista en destinos fuera de lo común, cultura, estilo de vida, viajes y todas aquellas historias que vale la pena contar.
