Redwoods: la joya de la costa norte de California

El pasado mayo, a causa de mi trabajo, tuve que conducir las nueve horas que separan el pueblo de South Lake Tahoe, situado en la Sierra Nevada, en la frontera entre California y Nevada, con la ciudad de San Diego.

Todavía nevaba cuando empecé el trayecto con cadenas puestas y calefacción a tope. Tan solo cuatro horas más tarde, en mi clásica parada en Bishop para pasar la noche, los fuertes vientos del Owens Valley situaban el termómetro del coche en los 30 grados. Positivos. Atravesando tan solo la Sierra pasé de los fríos bosques nevados a un valle alto semiárido de fuertes vientos calientes.

Si algo distingue California, comparado con el resto de los estados de EE. UU., es una variedad de ecosistemas y paisajes enorme. Estos climas tan singulares nos ayudan a sumergirnos aún más en los paisajes, una combinación que la naturaleza de este estado nos ofrece.

La Sierra Nevada ha sido mi hogar durante mucho tiempo y me ha brindado experiencias inolvidables. Este artículo quiere transmitir algunas de estas sensaciones y conducirles a otro pedazo de California. Un rincón que no es para nada pequeño. El lugar donde la montaña abraza el océano y crean juntos un ecosistema húmedo, de niebla y bosques lluviosos. Un sitio tan maravilloso como misterioso.

Hablo de la cordillera de California conocida como Coastal Range, que atraviesa paralelamente a la costa hasta la mitad del estado. Ahí, en ese norte costero, en el condado de Humboldt, es donde encontramos los titanes del bosque: los redwoods.

Las dimensiones de los redwood, los más altos de todos los árboles, superan los 112 metros

Los gigantes rojos

La primera vez que vi un redwood me quedé pasmado. Después de haber observado las secuoyas gigantes de la Sierra Nevada pensé que el impacto al presenciar los redwoods no podría superar esa experiencia.

Sin embargo, estaba equivocado. Las dimensiones titánicas de estos árboles superan los 112 metros de alto, sobrepasando la altura del Big Ben de Londres y convirtiéndolos en la especie de mayor altura del planeta.

Mi cara al pasear por el bosque debió ser de meme. Boquiabierto. Mirando al frente me encontré a todos esos gigantes en formación. Dado que sus ramas no empiezan a crecer hasta casi los 30 metros, la visibilidad clara me permitió contar cientos en una sola pasada. Cada uno con su armadura rojiza y su penacho verde.

En ese momento, frente al bosque, recuerdo imaginar que, en otra dimensión, algún hidalgo habría cargado contra estos árboles por ser tan colosales, como si se trataran de molinos de viento.

Quizás más cuerdo y sin duda con las botas adecuadas, me adentré en el bosque para encontrar una conexión con la naturaleza de esas que nos recuerdan lo fascinante que es nuestro planeta y la suerte que tenemos de estar en él.

El Bosque Rockefeller

Si, como yo, los lectores son amantes de los bosques y las caminatas, les sugiero que en su próximo viaje vuelen a San Francisco y de ahí conduzcan dirección norte al condado de Humboldt. En él se encuentra el Rockefeller Forest, el bosque de redwoods contiguo más grande del mundo.

El Rockefeller Forest es el bosque de redwoods más grande del mundo

Se llega a través de la US 101 directamente desde el aeropuerto. Ya llegados al condado de Humboldt, y pasado un pueblo llamado Garberville, estén atentos para tomar un desvío llamado Avenue of the Giants y disfrutar, como bien indica el nombre, de una avenida de gigantes.

No es necesario atravesar esta carretera, pero si tienen tiempo podrán empezar a apreciar de más cerca los gigantescos redwoods desde el coche en una carretera perfectamente asfaltada.

Es un viaje largo de casi cuatro horas desde San Francisco y las dos carreteras mencionadas pasan por una pequeña cafetería, The Daily Grind, donde encontrarán una máquina espresso -imposibles en California- y donde preparan, con dedicación, desde mochas a cafés cortos con productos orgánicos. Yo me los pido de doble carga.

De ahí al Rockefeller Forest tan solo hay unos quince minutos. Es una suerte poder atravesar Avenue of the Giants en moto y pasear por el bosque a pie. Perderse entre los árboles y encontrar uno de esos momentos de conexión con el medio ambiente que tanto anhelamos algunos. Les prometo una experiencia única.

Roadtrip por los parques naturales

Si una cosa hace bien el gobierno federal de los Estados Unidos es la protección de sus parques naturales. Estos están bajo salvaguarda, a modo casi de defensa nacional. Los americanos entienden que su garantía es crucial para el ecosistema y que beneficia directamente la salud tanto física como mental de las personas.

Si ahora están pensando en cómo organizar un viaje para disfrutar de los Redwoods, les sugiero que entren en la web de servicios de parques naturales nacionales del gobierno de EE. UU. En esta encontrarán información extensa sobre los Redwood National Parks, las actividades que se pueden realizar y las zonas designadas donde uno puede acampar o estacionar su vehículo.

Los pases para acampar van de los 5 a los 35 dólares pero, si su presupuesto es como el mío y buscan un viaje más económico, les sugiero entrar en la web Free Campsites. En ella, y gracias a la contribución de sus usuarios, encontrarán muchas zonas donde está permitido acampar de forma totalmente gratuita por todo EE. UU.

Les aseguro, por experiencia, que el número de campamentos que le dejarán con la boca abierta es infinito, incluyendo ríos, lagos y bosques, pero también cañones y desiertos.

Por otro lado, si prefieren estar más cómodos, justo al lado de la cafetería que mencioné anteriormente está el Giant Redwood RV donde pueden hospedarse en unas cabañas que albergan de dos a cinco personas y que cuentan con cama de matrimonio, litera y sofá.

Sus tarifas rondan los 125 dólares durante el mes de julio. Si viajan en autocaravana también pueden reservar una parcela por unos 55 dólares, o 65 dólares si quieren conectar su caravana para tener electricidad y agua corriente.

Sea cual sea su forma de viajar, si California les llama la atención no dejen pasar la oportunidad de visitar los Redwoods.