Se busca comprador para el poblado ‘Western Leone’ en el desierto de Tabernas

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Durante años fue un trocito de Hollywood en Almería, un lugar donde los decorados transportaban al Lejano Oeste, donde Clint Eastwood mostraba su pericia con el revolver y donde Sergio Leone se sentaba en la silla de director. Ahora, el poblado ‘Western Leone‘ del desierto de Tabernas cuelga el cartel de ‘Se busca’, aunque en este caso no de peligrosos forajidos, sino de compradores dispuestos a salvar el legado del spaguetti western.

Mientras su página web sigue invitando a sentirse como un auténtico cowboy paseando por los escenarios donde se rodaron algunas de las más épicas películas de la historia del cine, como Por un puñado de dólares (1964) y Hasta que llegó su hora (1968), ambas dirigidas por el cineasta Sergio Leone, el poblado ha cambiado el cartel de ‘Se busca’ por el de ‘Se vende’.

Wester Leone

Ubicado en el kilómetro 378,9 de la autovía A-92 en la provincia de Almería, ‘Western Leone’ es uno de los tres poblados, junto al ‘Oasys MiniHollywood’ y el ‘Fort Bravo-Texas Hollywood’, que se alzan como recuerdo de un tiempo en el que el desierto de Tabernas se convertía en el Far West del actual Estados Unidos.

Este en particular está unido al director italiano Sergio Leone, conocido especialmente por la Trilogía del Dólar protagonizada por Eastwood y con música de Enio Morricone que incluye Por un puñado de dólares (1964), La muerte tenía un precio (1965) y El bueno, el feo y el malo (1966). Por cierto que el cementerio de Sad Hill que acogió el mítico duelo a tres de esta última cinta puede encontrarse también en España, en el municipio de Santo Domingo de Silos, en Burgos.

Set de ‘Hasta que llegó su hora’

Sin embargo, si existe el poblado almeriense es gracias a la cinta Hasta que llegó su hora del maestro del spaghetti western.

De hecho, fue levantado expresamente para recibir a Jill, representada por la diva Claudia Cardinale, la futura esposa de Brett McBain, un granjero viudo de origen irlandés que vive con sus hijos en una zona pobre y desértica del Oeste americano.

Sin embargo, Jill encontrará muertos a todos a manos de una banda de pistoleros, lo que la convierte en propietaria de las tierras más codiciadas del Lejano Oeste por las que un magnate quiere hacer pasar el ferrocarril.

A partir aquí, se desarrolla una de las grandes obras del género con un reparto en el que, además de Cardinale, brillan con luz propia Charles Bronson o Henry Fonda, en este caso en el papel de villano, poco característico en él.

Escenario de cine y vídeos musicales

Pero Hasta que llegó su hora fue sólo el principio de un idilio entre el poblado y el séptimo arte, con películas como Al este del oeste (1984) dirigida por Mariano Ozores, Apache Kid (1986) de Bruno Mattei, Dos granujas en el oeste (1981) de Michele Lupo, Los cuatro del Apocalipsis (1972) de Lucio Fulci o el documental sobre Billy el Niño de 2006 rodado por Tim Robinson.

Sus actuales propietarios, que se jubilan, buscan a alguien comprometido con cuidar slos cuarenta años de historia del ‘Western Leone’

Además, el lugar, donde se puede ver aún en pie la gran Casa Roja de los McBain, ha servido como decorado para anuncios publicitarios o incluso para videoclips como el del tema Boum Boum Boum de Mika.

Todo ello sirviendo además como una peculiar máquina del tiempo que permite al visitante adentrarse por las (idealizadas y más bien soñadas) calles que transitaron los pioneros que atravesaron las duras tierras americanas de este a oeste, así como un saloon donde se ofrecen espectáculos, un rancho y un poblado mexicano.

Traspaso por jubilación

Según los responsable de la venta de ‘Western Leone’, el Grupo Rukasa, los propietarios han optado por vender el Western Leone por jubilación.

Así, y aunque cualquiera puede comprarlo, sí buscan a alguien comprometido con cuidar sus cuarenta años de historia, no solo de este poblado, sino “de este trocito de historia de Tabernas, de Almería, dónde nació el spaghetti western.

El lugar se vende totalmente operativo y con todo el escenario montado, desde el poblado western, al poblado indio, pasando por el poblado mexicano, el restaurante… Es decir, “Lo tiene todo para empezar a funcionar desde el minuto cero, con ocho hectáreas por delante para poder explotar con decorados, una escuela cinematográfica o estudios de grabación”, inciden desde la agencia inmobiliaria.

Y es que, aclaran, los propietarios, que siguen abriendo las puertas del poblado de viernes a domingo, sólo buscan que “el que lo compre lo mantenga igual, con el mismo cariño, esfuerzo, trabajo y sacrificio”.

Y no es poco: aquí no se habla solo de valor económico, sino también sentimental: los recuerdos e historia de este poblado de Sergio Leone.

Hasta el momento, son bastantes los interesados en adquirir el poblado, principalmente de Alemania, Países Bajos, Inglaterra e Italia. Son, en cualquier caso, entidades privadas ya que, según la empresa encargada de la venta, ni instituciones ni entidades públicas les han contactado.