La Cartería: cena en una antigua oficina de Correos en Cantabria
Si también eres de los que les gusta innovar, este restaurante de Cartes con la fachada de su antigua oficina de correos es una parada obligatoria
El restaurante La Cartería de Cartes. Foto: Turismo Cantabria
Comentarios
En el corazón del Camino Real, en la villa medieval de Cartes, Cantabria, se erige un rincón histórico que ha sabido reinventarse sin perder su esencia. Se trata de La Cartería, un restaurante que ocupa una antigua oficina de correos del siglo XVII. Este establecimiento no solo conserva la rica historia del lugar, sino que también ofrece una propuesta culinaria de alta calidad, fiel a la tradición cántabra y al sabor local, todo en un ambiente rústico y acogedor que invita a los comensales a disfrutar de una experiencia única en la antigua oficina de correos del pueblo.
Cartes: un pueblo con historia y encanto
Cartes, declarado Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural en 1985, es un pueblo que rebosa historia y encanto en cada una de sus calles. Localizado entre montañas y a orillas del río Besaya, este pequeño municipio cántabro es un tesoro arquitectónico. Casonas fortificadas, molinos históricos y monumentos como el Torreón de Cartes, la capilla de la Divina Pastora y el Ayuntamiento se mezclan en un entorno que parece detenido en el tiempo.
El trazado de Cartes sigue la antigua calzada romana que conectaba Suances con Santander, y más tarde unió Castilla La Vieja con el puerto de la capital cántabra. Su estratégica ubicación, a pocos kilómetros de destinos turísticos de renombre como el Museo de Altamira, el Parque de la Naturaleza de Cabárceno o Santander, lo convierte en una parada obligatoria para quienes recorren la región. Aquí, el pasado y el presente se fusionan de manera armoniosa, ofreciendo a los visitantes una experiencia cultural y gastronómica incomparable, ¡especialmente si visitas el restaurante situado en una antigua oficina de correos del siglo XVII!
La Cartería: de oficina de Correos a restaurante de alta cocina
En plena calle principal de Cartes, una de las más bellas del pueblo, se encuentra La Cartería, un restaurante que debe su nombre a la función que desempeñaba el edificio en el siglo XVII. La antigua oficina de correos y telégrafos ha sido rehabilitada respetando su estructura original de piedra y madera, manteniendo el rótulo que la identifica como «La Cartería de Cartes«. Este detalle histórico, junto con la decoración rústica y las cálidas tonalidades del interior, crea un ambiente acogedor y lleno de carácter.
El responsable de llevar la cocina de La Cartería a lo más alto es el chef Enrique Pérez Malagón, galardonado como Mejor Cocinero de Cantabria en 2013. Junto a Noelia Sánchez, quien se encarga de la dirección y gestión del restaurante, ha dado vida a un proyecto gastronómico que une tradición y modernidad, con el producto local como protagonista absoluto.
Un menú que celebra la cocina cántabra
La propuesta culinaria de La Cartería se basa en la cocina cántabra de temporada, con ingredientes frescos y de producción local. Enrique Pérez Malagón ha sabido reinterpretar los sabores tradicionales de la región, ofreciendo platos que combinan la sencillez de la cocina de siempre con un toque de alta cocina. Su enfoque se centra en lo que se conoce como confort food: recetas de sabores caseros, con raíces en la tradición pero presentadas de manera sofisticada y con una técnica impecable.
La carta del restaurante incluye algunos de los platos más emblemáticos de la cocina cántabra, como los buñuelos de cocido montañés, un delicioso arroz lebaniego o la costilla de vaca Tudanca. Estos platos clásicos conviven con dos menús degustación, diseñados para ofrecer una experiencia más completa y explorar a fondo las posibilidades de la gastronomía local.
El menú «Tradición«, compuesto por cinco pases, es ideal para quienes buscan una conexión directa con los sabores de siempre, mientras que el menú «Gastronómico«, con diez pases, es una inmersión más profunda en la creatividad del chef, donde la cocina cántabra se transforma en arte culinario. Ambos menús varían según la temporada, lo que garantiza que cada visita a este restaurante situado en una antigua oficina de correos ofrezca una experiencia distinta y siempre sorprendente.
Un lugar de encuentro entre la historia y el sabor
La Cartería no es solo un restaurante, es un lugar donde se respira la historia de Cartes y de su antigua oficina de correos. Al entrar, los comensales son transportados a otra época, a través de las robustas paredes de piedra y los detalles arquitectónicos que conservan el espíritu del siglo XVII. Sin embargo, es en la cocina donde verdaderamente se vive la evolución de este espacio. Enrique ha logrado que cada plato sea un homenaje a Cantabria, utilizando ingredientes de calidad y técnicas contemporáneas para resaltar los sabores de la región.
Para quienes buscan una experiencia completa en Cartes, La Cartería es una parada indispensable. Este rincón gastronómico ha sabido capturar la esencia de la antigua oficina de correos y convertirla en una propuesta de alta cocina accesible y deliciosa. Tanto si se visita Cantabria por sus paisajes como por su riqueza cultural, La Cartería es el lugar perfecto para disfrutar de una comida memorable en un entorno lleno de historia.
Cómo llegar a Cartes y a La Cartería
Cartes se encuentra a unos 30 minutos en coche de Santander, lo que lo convierte en un destino fácilmente accesible para quienes visitan Cantabria. Desde la capital, basta con tomar la A-67 en dirección sur, hasta llegar al desvío hacia Cartes. Una vez en el pueblo, La Cartería se ubica en la calle principal, rodeada de las imponentes casonas y con la fachada de la antigua oficina de correos, que hacen de este lugar una joya arquitectónica.
Periodista, fotógrafa y amante de la música. Con un Máster en Periodismo Multimedia Profesional de la Universidad Complutense de Madrid en el bolsillo y ahora metida de lleno en el mundo de la investigación con un Doctorado en Lingüística, Literatura y Comunicación en la Universidad de Valladolid. ¡Siempre en busca de la próxima gran historia que contar!
