Faro de Ajo: qué ver y qué hacer en el pueblo de esta joya turística cántabra

Si quieres descubrir una de las joyas turísticas de Cantabria, una ruta al faro de Ajo es una parada más que obligatoria

El faro de Ajo en Cantabria

El faro de Ajo en Cantabria. Foto: Ayuntamiento de Bareyo

Situado en el municipio de Bareyo, en la costa cántabra, el Faro de Ajo es uno de los lugares más emblemáticos y visitados de la región. No solo sirve como una guía vital para los navegantes que surcan el Mar Cantábrico, sino que también se ha convertido en un punto de interés turístico debido a su reciente transformación en una obra de arte al aire libre. Este faro, que desde su construcción ha sido un símbolo de orientación y seguridad para los barcos, ahora brilla con luz propia gracias al diseño artístico que adorna su estructura.

Un faro con historia y modernidad

Fue construido en 1930, con el objetivo de guiar a los barcos que navegan por las peligrosas aguas del Cantábrico, especialmente en las noches oscuras y durante las tormentas. Con una altura de 16 metros y situado a 71 metros sobre el nivel del mar, su luz es visible a más de 17 millas náuticas, cumpliendo su función como baliza indispensable para la seguridad marítima.

Sin embargo, lo que realmente ha puesto al Faro de Ajo en el mapa turístico es su reciente rediseño, obra del renombrado artista cántabro Okuda San Miguel. En 2020, Okuda fue invitado a transformar la estructura en una obra de arte contemporáneo. Conocido por su estilo único que mezcla el surrealismo pop con el arte callejero, Okuda utilizó su paleta de colores vibrantes y formas geométricas para dar nueva vida al faro, convirtiéndolo en un icono de la región.

El Faro de Ajo diseñado por Okuda
El Faro de Ajo diseñado por Okuda. Foto: Ayuntamiento de Bareyo

El diseño artístico que revoluciona Cantabria

El diseño de Okuda en el Faro de Ajo es una explosión de color y simbolismo. Las paredes blancas tradicionales del faro ahora están cubiertas con figuras geométricas y patrones multicolores que representan la diversidad y la convivencia de diferentes culturas. Okuda se inspiró en la propia historia del faro y en su papel como guía, interpretando su función a través de un lenguaje visual moderno y universal.

Los colores brillantes y las formas abstractas del diseño no solo atraen a los amantes del arte contemporáneo, sino que también representan un puente entre el pasado y el presente, entre la función original como guía marítima y su nuevo rol como faro cultural y artístico. Este rediseño ha generado controversia y debate, pero también ha atraído a miles de visitantes, curiosos por ver esta obra única en su tipo.

Visitar el Faro de Ajo no es solo una experiencia visual, sino también una inmersión en la rica cultura y paisaje de Cantabria. Se encuentra en un entorno natural espectacular, rodeado de acantilados que ofrecen vistas impresionantes del Mar Cantábrico y de la costa cántabra. Es un lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza, la historia y el arte, todo en un solo destino.

¿Cómo llegar al Faro de Ajo?

El Faro de Ajo está ubicado a unos 40 kilómetros al noreste de Santander, la capital de Cantabria. Para llegar, se puede tomar la carretera CA-141 desde Santander hasta Bareyo, y luego seguir las señales que dirigen a esta estructura. El camino es bastante accesible y ofrece vistas panorámicas del paisaje cántabro, lo que hace que el viaje sea tan atractivo como el destino en sí.

Una vez en Bareyo, se debe seguir un sendero bien señalizado que lleva directamente al faro. El trayecto desde el pueblo hasta él se puede hacer a pie en unos 20 minutos, a través de un sendero que serpentea entre campos verdes y acantilados, ofreciendo vistas espectaculares del mar y la costa.

Para aquellos que prefieren el transporte público, hay autobuses que conectan Santander con Ajo y Bareyo, aunque el servicio es limitado y es recomendable consultar los horarios con antelación. Una vez en Ajo, el faro se encuentra a una distancia accesible a pie o en bicicleta.

Una visita recomendada en cualquier época del año

El Faro de Ajo es un destino ideal para visitar en cualquier época del año. En verano, los días largos y soleados permiten disfrutar plenamente de las vistas y del entorno natural, mientras que en invierno, el mar embravecido y el cielo gris ofrecen un espectáculo igualmente impresionante. Además, la proximidad del faro a otras atracciones turísticas de Cantabria, como las playas de Noja y Santoña, lo convierte en una parada obligada en cualquier ruta por la región.

Qué hacer o qué ver en Ajo

Ajo, una de las localidades más pintorescas de Cantabria, es mucho más que su famoso Faro de Ajo. Este encantador pueblo costero, perteneciente al municipio de Bareyo, ofrece una combinación perfecta de naturaleza, historia y gastronomía que lo convierten en un destino ideal para una escapada. Sus impresionantes acantilados, playas salvajes y su rico patrimonio rural te sorprenderán en cada rincón.

Uno de los mayores atractivos de Ajo es su costa escarpada, que regala vistas espectaculares del mar Cantábrico. Además del faro, un paseo por los acantilados de Cabo de Ajo es una experiencia imprescindible, especialmente al atardecer. Para los amantes de la playa, la playa de Cuberris y la playa de Antuerta son dos opciones perfectas para relajarse, practicar surf o simplemente disfrutar del paisaje.

Si te interesa la historia y la arquitectura, no puedes dejar de visitar la Iglesia de San Martín de Tours, un templo de origen medieval con un bello retablo barroco. También merece la pena recorrer el casco antiguo de Ajo, donde encontrarás casas montañesas tradicionales y hórreos que reflejan la esencia rural de Cantabria. Para una experiencia más auténtica, puedes acercarte a alguna de las ganaderías locales, donde se cría el famoso ganado tudanco, típico de la región.

Por último, la gastronomía es otro de los grandes atractivos de Ajo. En sus restaurantes y mesones podrás degustar delicias como el bonito del norte, las rabas de calamar o el tradicional cocido montañés. Además, si visitas el pueblo en agosto, podrás disfrutar de la popular Fiesta del Percebe, donde se rinde homenaje a este exquisito marisco local. En definitiva, Ajo es un destino que combina mar, naturaleza, historia y buena comida, ofreciendo una experiencia completa a quienes lo visitan.

El Faro de Ajo es mucho más que una simple estructura marítima. Gracias a la intervención artística de Okuda San Miguel, se ha transformado en un símbolo cultural que refleja la fusión de tradición y modernidad en Cantabria. Su ubicación privilegiada y su diseño vibrante lo convierten en un destino turístico único, que atrae a visitantes de todas partes del mundo. Ya sea por su importancia histórica, su valor artístico o las impresionantes vistas que ofrece, el Faro de Ajo es un lugar que merece ser explorado y admirado.

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