Paisatges Picassians, una garnacha blanca que le hubiera gustado a Picasso

Para celebrar el Año Picasso se ha creado este vino brisado que refleja colores, aromas y sabores de unos paisajes que eran especialmente gratos para el genio y en donde residió en dos momentos muy importantes de su vida creativa: La Terra Alta

Un vino inspirado en Picasso. Foto: Jordi Català.

Ha nacido en la Terra Alta, tierra de grandes garnachas, especialmente blancas, un nuevo vino que promete ser especial. Se le ha puesto el nombre de Paisatges Picassians (Paisajes Picassianos), y se trata de un vino brisado (o vino naranja), elaborado con garnacha blanca 100%, y que no sólo hace referencia en la etiqueta al genial pintor, sino que presenta múltiples vinculaciones y referencias al maestro.

El nuevo vino se ha presentado en el Museo Picasso de Barcelona, creado en 1963 (a distancia), por el propio pintor, con la donación más generosa de fondos pictóricos que nunca haya hecho.

Aquí se venderá, al igual que en otros museos dedicados a Picasso, este vino que, según su elaborador Elies Gil, dedicará parte de sus beneficios a organizar exposiciones y contribuir al Centro Picasso de Horta de Sant Joan, una de las principales opciones culturales de la Terra Alta.

Paisatges Picassians. Infografía: Jordi Català.

Un vino inspirado en Picasso

Para empezar, el Paisatges Picassians, elaborado por la bodega Les Vinyes del Convent, llega al público en un momento especial: el Año Picasso. Tas años de trabajos en su elaboración, sale al mercado coincidiendo con el 50 aniversario de la muerte de aquel genio universal nacido en Málaga, formado en A Coruña y Madrid y crecido como pintor en Barcelona, desde donde se trasladó a París para vivir ya siempre en Francia.

Tras la Guerra Civil, Picasso transformaría su residencia en el país vecino en exilio, y allí fallecería un 1973, fecha en que también nos dejaron otros dos genios llamados Pablo: Casals y Neruda.

Horta de Sant Joan dejó una fuerte impronta en Picasso. Foto: Horta de Sant Joan.

En sus 92 años de vida, Picasso viajaría muy poco, pero dos de sus viajes los realizaría a Horta de Sant Joan, precisamente en la Terra Alta, en donde residiría dos largas temporadas.

Tenía 16 años, estaba gravemente enfermo y era el verano de 1898 cuando llegó a Horta por primera vez, invitado por Manuel Pallarés, compañero de la escuela de Arte de Barcelona, que sería un fiel amigo toda su vida. Ninguno se imaginaba que Picasso iba a pasar ocho meses de su vida retratando, como si fuera con una cámara fotográfica, pero con sus carboncillos y en cualquier papel, paisajes, escenas cotidianas, payeses, animales, el trabajo del campo, niños de la calle, fiestas populares, y todo lo que le llamase la atención.

“Todo lo que sé lo aprendí en Horta”

Picasso descubrió en Horta de Sant Joan una naturaleza espectacular, con luces y atmósferas mediterráneas y tapices inacabables formados por viñas, olivos y almendros, así como las montañas del actual parque de Els Ports que, junto al devenir de la vida vida rural, inspirarían parte de su obra. La célebre frase de Picasso “todo lo que sé lo aprendí en Horta”, evidencia la gran influencia que estas tierras ejercerían sobre el pintor.

El museo Picasso de la Terra Alta Foto: Centre Picasso.

Diez años más tarde, ya famoso y en los inicios del cubismo, Picasso volvería a Horta, esta vez con una cámara fotográfica (como aparece en la etiqueta del vino) y junto a su compañera Fernande Olivier.

En este tiempo produciría algunas obras emblemáticas como La Balsa y La Fábrica con sendos paisajes de Horta.

Actualmente, el Centro Picasso, un edificio renacentista del siglo XVI y antiguo hospital, permite conocer en profundidad la profunda relación entre el artista y Horta, con una muy interesante colección picassiana.

Como es un vino inspirado en Picasso

Como dice su elaborador Elies Gil “Este vino ha sido creado con la mirada puesta en la tradición y en el legado de nuestros antepasados, Paisatges Picassians es un vino blanco elaborado con la variedad autóctona de la Terra Alta, la garnacha blanca, y con una técnica antigua recuperada, la de los vinos brisados”.

Presentación del vino en el Museu Picasso de Barcelona. Foto: Jordi Català.

Los vinos brisados son aquellos elaborados con todos los componentes sólidos del grano (brisa), importante: como si de tintos se tratara, pero con uva blanca”.

Muy naturales y organilépticamente muy diferentes, los vinos brisados, también llamados orange wines, son aquellos que proceden de variedades blancas y están elaborados como si fueran vinos tintos.

Según Elies “En la vinificación, en lugar de prensar la uva para después fermentar el mosto limpio, se deja fermentar el mosto de la uva blanca con la piel y las semillas, como si fuera un tinto. Con esta práctica, el mosto fermenta a la vez que se macera con las pieles, obteniendo todas sus sustancias como aromas, color o taninos”.

Bodega Les Vinyes del Convent Foto: Les Vinyes del Convent.

De hecho, las características organolépticas de este vino están vinculadas al proceso tan especial de su vinificación.

El resultado es un vino con un atractivo color anaranjado, “el vino dorado de mi juventud” decía Picasso, que regala reflejos de cobre y yodo y brillos luminosos.

En cuanto a los aromas, resulta complejo, fresco, y muy expresivo de la tierra en la que se ha cultivado. La complejidad en nariz deviene en mineral, con aromas exóticos y frutales de mango y piel de melocotón. Además aparecen notas cítricas, que recuerdan a limones y pieles de naranja y siguen finalmente aromas florales, que recuerdan al jazmín y a la flor de azaha.

Vinos Terra Alta. Infografía: Jordi Català.

En boca, es un vino muy goloso, equilibrado, salino, con buena acidez y, en definitiva muy redondo con un postgusto de frutas tropicales, y mucha flor blanca. Resulta ideal con arroces, carnes blancas o como aperitivo, con un buen queso o una crema ligera. Precio: 95€/caja de seis.

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