Cepa 21, así es el vino favorito de José Moro en su bodega de Ribera del Duero

El vino que traemos hoy, a pesar de su joven historia, puede considerarse ya un clásico. Con una calidad demostrada añada tras añada, Cepa 21 es, además, el hijo predilecto de su creador José Moro, que durante 30 años encabezó otro gran proyecto de prestigio en la Ribera del Duero, Bodegas Emilio Moro -que lleva el nombre de su abuelo y fundador- situada en Pesquera de Duero, y fundada en 1891.

Tras su salida de esta bodega emblemática en 2022, José Moro pasó a ocuparse del relanzamiento de Cepa 21, un proyecto en el que involucró a algunos de sus mejores amigos “para hacerles partícipes de las sensaciones tan apasionantes que conlleva el mundo del vino”.

Así nació una bodega potente enclavada en el corazón de la Ribera del Duero y de donde pueden salir al año más de 600.000 botellas.

Una bodega tristemente noticia estos días como consecuencia de un sabotaje en su bodega en Castrillo de Duero (Valladolid) que ha supuesto la pérdida de 60.000 litros de tinto de alta gama y un perjuicio de 2,5 millones de euros -el vino que incluso hemos visto en vídeo derramar a una persona encapuchada estaba reservado a las referencias de Horcajo y Malabrigo, marcas que Cepa 21 busca potenciar.

Vino, gastronomía y enoturismo en Cepa 21

Más de 50 hectáreas de viñedo propio de la variedad de uva tinto fino abrazan a una bodega de 4.600 metros cuadrados, con un notable diseño vanguardista obra de Alberto Sainz de Aja y José Manuel Barrio, del estudio BSA Proyecta.

La crianza se hace en una nave soterrada de 70 metros de longitud con capacidad para 2.000 barricas. Y en su popular “dormitorio de las botellas” descansan climatizadas un millón de botellas.

En esta bodega se elaboran cuatro vinos: Hito, Cepa 21, Malabrigo y Horcajo. En 2022, según las últimas cuentas registradas, la bodega facturó 5,7 millones de euros y tuvo un beneficio de 219.000 euros.

Las instalaciones vinícolas se completan con el espacio gastronómico Cepa 21 Restaurante, que conduce el chef Alberto Soto, dedicado a rendir homenaje a la cocina de vanguardia y a la tradicional castellana a partes iguales, siempre con los productos típicos de la Ribera del Duero y que figura en las guías Michelin y Repsol.

El Cepa 21

En el año 2000, José Moro plantó 50 hectáreas de viñedo con clones de las cepas centenarias de los viñedos de su padre y de su abuelo. Dos años más tarde, la primera añada de Cepa 21, su “buque insignia” como lo define el bodeguero, se hace realidad. En 2007, se inaugura el edificio de Bodegas Cepa 21, una bodega diferencial, una construcción innovadora y un perfecto balcón a la Ribera del Duero.

2023 ha sido el “año de la revolución-lanzamiento: nuevas etiquetas y cambio de imagen de marca para seguir conquistando el mundo”, explica José Moro.

En el octubre pasado, la bodega realizó un rediseño de sus etiquetas para actualizarlas y conmemorar su XXI aniversario. Su nueva imagen hace referencia a la historia y a los distintos terruños de sus vinos.

El vino Cepa 21, enmarcado en la DO Ribera del Duero, es un monovarietal de la variedad tempranillo. La uva procede de viñas de 25 años de edad, plantadas sobre 800 metros de altura en terrenos arcillosos y calizos entre las poblaciones de Castrillo de Duero, Pesquera de Duero y Nava de Duero (Valladolid), un lugar de clima continental seco, muy duro, con inviernos largos y rigurosos y frecuentes heladas.

Son suelos, explica José Moro, “resultado de la evolución de millones de años. En ellos, crecen nuestras viñas que definen lo que somos, un aprendizaje del paso del tiempo, un profundo amor por nuestra tierra, el mimo con el trabajamos el campo y la historia que nos precede”.

En ellos, Cepa 21 practica una agricultura cuidadosa con el entorno. No utiliza ningún tipo de herbicida o abonos minerales, únicamente se abona con estiércol de oveja.

La cata de Cepa 21

Según Moro, “Cepa 21 simboliza la faceta más atrevida de la Ribera del Duero. Por ello, se destina a un consumo más desenfadado, para los winelovers ávidos de nuevas sensaciones sin olvidar la sutileza de la casa”. Este Cepa 21, pertenece a la añada 2021, que fue calificada como Excelente por el Consejo Regulador.

Se presenta con un agradable color rojo cereza picota intenso, limpio y brillante con ribetes granates. Sus aromas son limpios y expresivos, maduros y a la vez muy frescos, destacan las frutas negras maduras, como moras y ciruelas, entrelazadas con toques de vainilla y café gracias a su paso por madera.

En boca es elegante, con cuerpo, goloso, con buen cuerpo y un gran equilibrio, revela una estructura firme pero accesible, con taninos abundantes y pulidos y un sabor que persiste. Con una lograda acidez que aporta equilibrio su final es persistente y muy agradable, un postgusto largo en el que, de nuevo, resaltan la fruta y madera dejando una gran impresión de profundidad y elegancia.

Este tinto muestra un equilibrio entre su carácter especiado y la concentración de sabores, lo que lo convierte en una elección refinada para quienes buscan descubrir la complejidad en un vino.

El maridaje es muy amplio y versátil, pues es un vino muy gastronómico, va perfecto con todo tipo de verduras, chuletas de cordero, carne ibérica, chacinas ibéricas, quesos curados, quesos blandos, carnes rojas, arroces, aperitivos, carnes blancas, embutidos, cocidos y asados. Y por supuesto para tomar solo y brindar. Precio: 19,90 euros.

Según el crítico James Suckling, destaca por su “nariz compleja de semillas de alcaravea, charcutería, salsa de soja, moras y ciruelas especiadas. Tiene cuerpo, es rico y especiado, con taninos firmes pero integrados. Largo y opulento. Se puede beber o guardar”.