Roda I: un gran Rioja blanco concebido como tinto

En los 35 años de la travesía riojana del Grupo Roda, iniciado por Mario Rotllant y Carmen Daurella a finales de los ‘80, iba a crear un nuevo concepto del vino ambicioso, exigente e inédito con la fundación de Bodegas Roda en 1987, y la construcción de una bodega que se convertiría en referente de los vinos de Rioja.

Roda aterrizaba con aires de revolución, con otra manera de interpretar la tierra, con la intención de cambiar La Rioja buscando la elegancia, la calidad y “más investigación que nadie”. 

Se trataba de crear un estilo indiscutible cuyo mayor objetivo fuera llegar a la máxima elegancia en el vino, sublimándolo como un templo de la música y haciendo bueno el símil donde el auditorio fuera el clima, los viñedos, la orquesta; el enólogo el intérprete; y el director el vinatero, en este caso Rotllant.

Vinos de autor

Los tintos de Roda son vinos de autor. Solo se vinifican los mejores de cada añada. La crianza se realiza 100% en barricas de roble francés, con un estilo muy propio que da lugar a una compleja expresión aromática de omnipresentes frutas rojas y negras, y en segundo plano una muy fina y elegante madera, que acompaña los matices del envejecimiento.

En Roda existe un respecto máximo por la añada: cada vino pertenece exclusivamente a una sola añada

En Roda existe un respecto máximo por la añada, cada vino pertenece exclusivamente a una sola, nunca se utilizan vinos de otros años para refrescar o uniformizar una vendimia.

El primer blanco de Roda

Roda siempre había contado con uvas blancas. Durante mucho tiempo se vendían fuera de la bodega, luego surgió la necesidad de ir a por un blanco de alta gama que reuniera elegancia, calidad, respeto por la añada y que no respondiera a las típicas características de un gran blanco clásico.

Se trataba de que fuera largo pero con frescura siempre, volumen, y en palabras de su director general Agustín Santolaya “se hicieras grande en la boca”. Además que se buscaba que fuera gastronómico y pudiera envejecer.

En las cabezadas de las parcelas de donde venía Roda I se encontraban estas uvas blancas que se empezaron a trabajar en el 2016, afinando a cada vendimia.

En el 2017 ya empezó a tener buenas vibraciones, en el 2018 se afinó mucho más, y no fue hasta el 2019 que por fin se llegó al punto de partida de un gran blanco del que conseguir volumen, “un vino de boca” ligero, fresco, amargo, y con equilibrio.

El Roda I Blanco 2019

Roda I Blanco 2019, este vino que Roda presenta, ya cumple con creces los principales objetivos de tener volumen, ser cremoso y con grasa pero sin ser empalagoso ni pesado, a pesar de poseer fuerza en boca.

De hecho es un vino pensado “más para boca que para nariz” pero sin dejar de ofrecer elegantes aromas de ruibarbo, pomelo, membrillo, flor de sáuco fresca y melocotón de carne blanca.

Como su creador Agustín Santolaya, explica “es un blanco con corpulencia pero también con frescura, y un gran vino de guarda; un vino que obligó desde el principio a pensar en un blanco como si fuera un tinto”. “Sin duda un gran vino otoñal”.

En el Barrio de la Estación

Bodegas Roda se levanta junto al Ebro en La Rioja, en el legendario Barrio de La Estación de Haro, coronando la parte más alta del conglomerado de grandes bodegas que rodean la estación del ferrocarril.

Es un espectacular balcón sobre un impresionante calado del siglo XIX, donde los viticultores durante la filoxera almacenaban las vendimias que se enviaban en tren a Burdeos para sustituir el vino francés. 

Roda buscó crear un estilo indiscutible cuyo mayor objetivo fuera llegar a la máxima elegancia en el vino

La bodega trabaja a partir de 150 hectáreas de pagos vitícolas, una veintena de ellas (la mitad en propiedad) plantados con tempranillo, y en menor medida con graciano y garnacha.

Instalaciones con tecnología de vanguardia

Sus instalaciones fueron concebidas como una apuesta inédita por la innovación y a medida, adaptando el número de tinas a los viñedos de cada añada; con una sala bioclimática y dos naves de crianza excavadas en la roca.

En una revolucionaria nave de crianza en barrica que permite con una tecnología de vanguardia controlar la humedad y la temperatura y generar un suelo radiante y refrescante, con una humedad del 75% constante, y temperaturas de 20ºC, en invierno, (para la fermentación maloláctica en barrica) y frescas de 14ºC, en verano, para estabilizar los vinos. 

La investigación científica, el desarrollo y la innovación tecnológica son leit-motiv en Bodegas Roda.

El equipo de Santolaya lidera proyectos internacionales de I+D+i y en la lucha contra el cambio climático, como el SHIP2FAIR, proyecto de la CE para integrar la tecnología térmico-solar en la industria agroalimentaria; en este caso fermentación y estabilización del vino.

También en la iniciativa LOWpHWINE, que estudia efectos del suelo y de la vid en la acidez de uva y vinos, en el cambio climático; Innovine, que lucha de la viticultura contra el incremento de las temperaturas; Vin y Sost para solucionar los retos científico-técnicos del sector y el Cenit Demeter o banco de germoplasma del tempranillo de Rioja y contenido fenólico de las uvas autóctonas.

El Grupo Roda

El Grupo Roda está formado por las bodegas Roda (DOCa Rioja) que elaboraba hasta ahora cuatro vinos tintos, Sela, Roda, Roda I y Cirsion, -donde se suma el Roda I Blanco-; Bodegas La Horra (DO Ribera del Duero), fundada en 2009 en La Horra (Burgos), que elabora dos vinos con la variedad tinta del país, Corimbo y Corimbo I; y la almazara mallorquina Aubocassa (DO Oli de Mallorca), una heredad del siglo XII en Manacor que produce dos aceites de oliva virgen extra premium, Aubocassa y L’Amo.