Un bus para disfrutar de música y gastronomía en el otoño barcelonés

¿Qué hace un bus de Londres en el Parque del Fòrum? Con un intenso programa de espectáculos y actividades, el Bus-Terraza ofrece una divertida variante de gastronomía en Barcelona

La figura del bus distingue a este espacio. Foto: JP Chuet-Missé

La figura del bus distingue a este espacio. Foto: JP Chuet-Missé

La gigantesca explanada de cemento del Parque del Fòrum, en el extremo noreste de Barcelona, es el lugar menos pensado para montar un bar de copas, tapas, música y cultura alternativa. Y sin embargo allí está Bus-Terraza, que rompe los moldes con una oferta que excede los límites del barrio de Diagonal Mar.

Un bus rojo a la distancia

A la distancia llama la atención a espigada figura roja del bus de la línea 11, que cubría la ruta de Fulham hasta la City bordeando el Támesis.

Paellas, una cita gastronómica infaltable. Foto: Bus-Terraza
Paellas, una cita gastronómica infaltable. Foto: Bus-Terraza

El vehículo hace cuatro años que está allí aparcado rodeado por un contenedor que aloja la barra.

Hace cuatro años que el bus londinense está aparcado en la explanada del Fòrum

Pero el ímpetu de Esteve Almirall y Pablo Viaplana le ha dado una nueva savia a la idea que había impulsado Kike Sainz.

Fue una idea audaz apostar por particular bar y terraza en una zona donde no hay nada más que asfalto, un museo de Ciencias Naturales, un centro de Convenciones, un puerto deportivo a unos cuantos metros, y de fondo, el Mediterráneo.

Las hamacas ofrecen un espacio para el relax. Foto: JP Chuet-Missé
Las hamacas ofrecen un espacio para el relax. Foto: JP Chuet-Missé

Una apuesta audaz

Ante la ausencia de grandes festivales como el Primavera Sound, y con muchos de los hoteles de lujo cerrados, el Bus-Terraza se reconvirtió en un interesante proyecto gastronómico y cultural de vanguardia que llama la atención.

Nadie llega aquí por casualidad: quien se acerca sabe que estará en un espacio diferente.

Con una capacidad de 350 personas (ahora reducida por las normativas del Covid), el lugar es un interesante punto de encuentro impulsado por una carta de paellas, tartars de atún, embutidos, quesos, ceviches (bien equilibrados), gambas, chipirones, y experimentos como el bocadillo de roastbeef y los bikinis trufados.

Un auténtico bus de Londres en Barcelona. Foto: Bus-Terraza

Entre las bebidas destacan los cócteles de la casa como el bailongo (con cachaça, lima, sirope y vainilla), o los tradicionales como el mojito o el gin fizz.

El placer de tomar algo frente al mar

Si el clima acompaña, el escenario del Mediterráneo al frente es inmejorable. Ahora que se han levantado los chiringuitos de las playas de Barcelona, quedan pocos sitios para disfrutar de una copa mirando el mar.

Pero el frio se siente, no hay que preocuparse, porque los creadores de Bus-Terraza han puesto manos a la obra para dotar al lugar de una carpa a prueba de lluvia y temperaturas en picado.

En el Bus-Terraza hay una radio que transmite online la propuesta musical del lugar

Uno de los puntos más atractivos de lugar es su variada oferta de cultura alternativa. Con muchas discotecas cerradas y clubes que languidecen esta propuesta ofrece conciertos en directo los martes y jueves, con artistas del jazz, soul, funk o groove.

Presentaciones musicales por la noche. Foto: JP Chuet-Missé
Presentaciones musicales por la noche. Foto: JP Chuet-Missé

Cada día hay presentaciones de sus tres DJs residentes Arnau Obiols, Virgine y Cucut, además de músicos invitados.

Su propuesta musical se puede escuchar en la Radio C/C que administra Viaplana y que difunde por internet, aunque también se expande a ritmos que van desde el flamenco al reggae y el hip hop.

Actividades bajo el sol del otoño

Durante las horas de sol el lugar también tiene vida. Allí se organizan desde un particular mercado de plantas apreciado por coleccionistas botánicos a concursos de paellas, donde es difícil dar con un cómodo ganador.

Ceviche, uno de sus platos más elaborados. Foto: JP Chuet-Missé
Ceviche, uno de sus platos más elaborados. Foto: JP Chuet-Missé

Al lugar se puede ir con niños a que aprovechen las actividades del Family Bus o entre colegas que gustan patinar al atardecer por el Parque del Fòrum. Da igual si uno concurre con su perro (las mascotas son bienvenidas) o con un libro para matar el tiempo. La consigna es pasarla bien en un espacio diferente.

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