Un viaje a Portugal a través de sus vinos
Pese a su proximidad, los vinos de Portugal, aún son muy desconocidos para los españoles. Una cata de algunos de sus mejores vinos nos anima a recorrer sensorialmente los paisajes lusitanos

10 vinos para viajar por Portugal. Foto: Quinta da Novoa | Wines of Portugal.
Portugal es un gran país de vinos. De hecho posee la más antigua región vinícola reglamentada del mundo, O Douro que es Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco. El país luso tiene también la mayor densidad de variedades de uvas nativas -lo que los portugueses llaman castas-, de todo el mundo.
Portugal cuenta con una superficie de viñedos de 192.000 hectáreas, lo que equivale a un 2,7% de la superficie de la viña mundial (1 ha equivale a casi dos campos de fútbol, por tanto casi 400.000 terrenos de juego, plantados con viñas). Y otro detalles importante: los portugueses fueron los primeros en llevar los vinos europeos a América y a Asia.
La riqueza y diversidad de sus vinos, en el Douro y el Alentejo, pero también en Madeira, Coimbra o Setúbal, se convierte además en un excelente hilo conductor para descubrir los paisajes, el patrimonio y la cultura de las diferentes regiones portuguesas.
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Precisamente una experiencia en sentido han puesto en marcha la marca Wines of Portugal y la AEPEV-Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino-, creada y dirigida por la formadora en España de la Academia de Vinos de Portugal, Sara Peñas Lledó, que anima a viajar por la geografía del vino portugués y sus principales variedades de uvas y que se puede experimentar a través de diferentes tiendas especializadas en vino como Decántalo.
10 vinos para viajar por Portugal
El original viaje por Portugal a través de 10 de sus vinos se compone de cuatro blancos, tres tintos y tres vinos de postre, los vinos fortificados que representan a la mayor parte de la regiones vitivinícolas de Portugal.
Para la diseñadora de esta experiencia, este viaje enseña que “aunque no sea un país muy extenso, Portugal tiene gran variedad orográfica, climática y ampelográfica y ha mantenido a lo largo de los siglos un conjunto importante de variedades de uvas (más de 250), y de prácticas enológicas, que producen vinos que mantienen frescura, estructura y personalidad”.
Además, apunta, la modernización de las viñas y de las bodegas, así como las mejoras en la formación académica en los últimos 30 años “han permitido a Portugal un importante impacto en el número de vinos de calidad que ofrece al mercado nacional e internacional. Son vinos para descubrir y disfrutar”.
Los mejores blancos portugueses
La ruta comienza con los blancos, que suponen más de un 34% de la producción portuguesa, con diversidad de perfiles de vinos del país a través de características varietales como la madreselva, la mineralidad de la alvarinho o los aromas de membrillo y volumen en boca de la uva encruzado.
El denominador común en todas ellas lo encontramos, según la experta, en la excelente acidez atlántica que se traduce en vinos muy frescos.
Empezamos por la popular D.O. Vinhos Verdes, con una uva muy conocida por los gallegos, con un monovarietal alvarinho de la marca Soalheiro Primeira Vinhas, aromático con notas frutales, elegante, con cuerpo, fresco y complejo.
Del norte pasamos a la región de vinos de Lisboa, concretamente a la subregión Bucelas, con un fresquísimo y lleno de frutalidad, Arinto Morgado de Santa Catherina Quinta da Romeira, del grupo Sogrape.
De la región del Dão subimos al norte y nos encontramos la varietal encruzado y a un grande como es Paulo Nunes, de la Casa da Passarela que consigue un vino equilibrado, elegante pero complejo, con flores, cítricos y minerales.
Por último, no puede faltar un vino de terroir bairradino (Coimbra) de la bodega Kompassus de Joao Povoa, el Gene, fresco, muy afrutado, con cítricos y recuerdos a moscatel, que nace de las variedades blancas de la D.O. Bairrada, maria gomes y bical.
Una ruta de tintos portugueses
Seguimos con los tintos y la D.O. Dão, concretamente con la Quinta de Saes Estágio Prolongado, (larga crianza), con la variedad tinta más popular y más portuguesa, perfumada intensamente de flores, especialmente de violetas: la uva touriga nacional ensamblada con la alfrocheiro.
Sigue un D.O. Douro, Quinta de Crasto Vinhas Velhas 2019, dotado de un profundo aroma, con notas de especias frescas, exuberantes frutos silvestres, excelente volumen y taninos aterciopelados.
Para acabar los representantes tintos hay que probar un vino de la región del Alentejo, el Alento Tinto Reserva de la bodega de Estremoz Monte Branco, un tinto dominado por variedades autóctonas como son la aragonez (tempranillo) y la alicante bouschet (garnacha tintorera), que también incorpora un porcentaje de touriga nacional y syrah ofreciendo pulidos taninos, fruta madura, especias y un gran equilibrio.
Vinos fortificados, la esencia vinícola portuguesa
Para redondear la experiencia, y hablando de vinos portugueses no pueden faltar tres magníficos fortificados que representan tres paisajes muy definidos, empezando por el Porto Tawny Ramos Pinto 20 años.
Creado por el saber enológico de Jorge Rosas, es un magnífico representante en su categoría con una cata llena de complejidad, profundidad y longitud en los matices de sus vigorosos aromas y sabores.
Después del Porto le llega el turno a un excelente Madeira Barbeito Malvasía 10 años Reserva Velha, de Ricardo Diogo, que demuestra la excelente acidez característica de su bodega aunque la uva sea malvasía, la famosa variedad de uva blanca noble más dulce de la isla.
El postre y cierre llega con la D.O. Península de Setúbal, y la bodega de José Maria da Fonseca, de un fragante vino del carismático Domingos Soares Franco, (hay que probarlo alguna vez en la vida): Moscatel de Setúbal Alambre 20 años. Es un pletórico, explosivo, lleno de flor de azahar, nueces, pasas, notas de café y una admirable frescura que invita a repetir.
Un detalle importante: la expresión 20 años no significa que sea de añada, es una mezcla en la que el vino más joven utilizado tenía un mínimo de 20 años.
Ahora solo queda que usted reconstruya esta experiencia y conozca un poco más del corazón del país vecino a través de sus vinos.