Madeira, una isla para saborear

La particular geografía de Madeira, y su distancia respecto a los continentes, dotó a esta isla portuguesa de platos únicos y de un vino para recordar

Las delicias de Madeira. Foto Andre Carvalho – Turismo de Madeira

El clima subtropical, húmedo y cálido, en terrenos de orografía complicada con suelos volcánicos y un mar lleno de riquezas naturales han dado a Madeira una gastronomía única, donde se adivinan las trazas de herencia portuguesa pero con una identidad diferente.

Carnes y brochetas

Uno de sus platos típicos es la brocheta, la sencilla forma de comer cubos de carne vacuna enlazados en un pincho y cocinados a la brasa, sazonados con sal, ajo y laurel.

En el pueblo de Cámara de Lobos, al sur, se suele usar las brochetas de carne de ternera acompañada de poncha, un aguardiente de caña de azúcar, miel y limón, rematado por la nikita, bebida dulce hecha a base de cerveza o vino blanco con helado de piña.

El cerdo, en cambio, es más propio de las comidas navideñas, especiado en ajo, vinagre, pimiento, laurel y vino blanco, en un plato llamado -lógicamente- ‘carne de vino y ajos’.

Preparación de las brochetas. Foto Andre Carvalho – Turismo de Madeira

Los frutos del mar en Madeira

Pero con el Atlántico presente por donde se mire es lógico que los pescados sean los grandes protagonistas de la gastronomía madeirense.

Es el caso del atún, que se prepara en filetes maridados con salsa de vinagre, aceite de oliva, ajo, orégano y pimienta. Si quiere probarlo en algún lado, que sea en las tabernas del pueblo de Machico, en el extremo oriental de Madeira.

Los atunes y peces espada se suelen filetear y freir, sazonados con olivas, ajo, orégano y pimienta

Es común que el pez espada -que se pesca a unos 1.000 metros de profundidad en las aguas cercanas- se sirva con zumo de maracuyá, tras ser cortado en filetes y frito con huevo y harina,

Conociendo las frutas tropicales de Madeira. Foto Andre Carvalho – Turismo de Madeira

En verano son muy populares las lapas, unos moluscos cocinados a la plancha con toques de limón y mantequilla, muy populares como entrantes, donde los de Caniçal (un poco más al noreste de Machico) son los favoritos, en ocasiones acompañados de los bígaros (caracoles) y las palometas.

En la turística Porto Moniz se suelen servir con arroz, pero en el resto de Madeira estos pescados y moluscos se acompañan de papa al horno, boniato, maíz frito y lechuga.

Panes y postres de Madeira

Otro plato típico es la sopa de tomate y cebolla, que por su poder calórico es mejor tomarla en invierno, aunque los locales no tienen problema en saborearla haga la temperatura que haga.

El pan que se suele comer no es el que uno conoce, sino el bolo do caco, que se elabora con boniato y harina de trigo y se le da forma de rectángulos o pequeños círculos, que sirve tanto como entrante con mantequilla de ajo o como acompañamiento.

Los mercados son un abanico de sabores y aromas. Foto Andre Carvalho – Turismo de Madeira

Entre los postres está el pastel de miel y el de maíz, o las frutas tropicales que crecen en su suelo como los mangos, las chirimoyas, los higos chumbos, las cerezas, los arándados y, sobre todo, las maracuyás.

Este fruto se prepara de varias formas, como el tradicional flan; mientras que otros frutos como las guindas y las castañas suelen usarse para licores como los que se elaboran en Curral das Freiras, en el interior de la isla.

Rones y vinos

En tanto en Porto do Cruz es la capital del ron local, también llamado aguardiente de caña o brandy de caña de azúcar, y que con los añadidos de miel y zumo de limón se convierte en la citada poncha.

El ron local se elabora con caña de azúcar, y si se le añade miel y zumo de limón se transforma en la popular poncha

Ya que entramos en el terreno de las bebidas, es inevitable destacar los vinos de Madeira, con uvas que se cultivan en los poios de las alturas o cerca del mar.

El vino de Madeira. Foto Henrique S – Turismo de Madeira

Son vinos con una graduación del 17% al 22%, debido a que el añadido de alcohol -llamado fortificación- interrumpe su fermentación natural.

En las visitas a las bodegas como la de Quinta de Barbusano, en San Vicente, se pueden ver las botellas estacionadas verticalmente.

Es un vino que se produce desde que Madeira fue colonizada por los portugueses, hace más de cinco siglos, y según la dirección de Turismo, fueron usados por los nacientes EEUU para brindar por la declaración de la independencia en 1776.

Otra posibilidad de degustarlo es en el Blandy’s Wine Lodge de la Madeira Wine Company, fundada en el siglo XIX cerca de la capital Funchal.

La maracuyá, siempre presente. Foto Andre Carvalho – Turismo de Madeira

Otra oportunidad para degustarlo es en la inminente Fiesta del Vino, del 25 de agosto al 11 de septiembre, donde el fin de la cosecha se celebra con toda clase de eventos artísticos y cenas temáticas como las que se organizarán en la Praça do Povo.

Los mercados de Funchal

Estos productos también se sirven en las tabernas de esa ciudad, así como en el Mercado dos Lavradores, en el centro histórico de Funchal, donde entre la explosión de aromas y sabores de las frutas, los pescados y las carnes se sirven bocadillos de carne de vino y ajo o de pez espada con zumo de maracuyá.

Son platos rápidos, relativamente ligeros, pero que sirven para atrapar los sabores de Madeira de un bocado.

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