Nochevieja en Funchal: una experiencia que hay que vivir una vez en la vida

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Vivir en una isla significa -casi siempre- tener una relación muy estrecha con el mar. En Madeira y especialmente en Funchal esto es especialmente cierto. Asentada en un anfiteatro natural abierta al Atlántico y rodeada de acantilados al este y al oeste, la capital de Madeira ha tenido siempre en el océano su vínculo con el mundo, además de su medio de subsistencia. Por mar llegan los productos que la isla no produce y también se exportan sus famosos vinos o sus frutas exóticas. Además el mar, con temperaturas siempre suaves -en diciembre no bajan de 20ºC- es el aliado perfecto para los amantes de deportes como snorkeling, kayak, surf, windsurf, SUP o buceo, o de la naturaleza, ya que permite disfrutar del avistamiento de ballenas y delfines.

Y en Nochevieja, el mar también se convierte en el escenario de una de las exhibiciones de luz y color más increíbles del planeta: unos fuegos artificiales certificados por el Libro Guinness de los Récords en 2006 como mayor espectáculo pirotécnico del mundo.

Una Nochevieja para vivir una vez en la vida

Se puede decir que la Nochevieja en Madeira o, más concretamente en Funchal, es la temporada del año con más demanda de visitantes, explica Cristina Pérez Seijas, directora general de Barceló Funchal OldTown. Completamente reservado desde abril, los días previos y posteriores a Fin de Año el hotel, ubicado junto a la Catedral de Funchal y la Avenida do Mar, se convierte en la base de operaciones de muchos visitantes que disfrutan de una celebración que hay que vivir una vez en la vida.

Entre los puntos destacados del hotel, una terraza con piscina infinita ubicada en la azotea que permite disfrutar de vistas panorámicas al Océano Atlántico y la ladera de Funchal, un escenario inmejorable para contemplar, poncha en mano -la bebida madereinse por excelencia a base de aguardiente de caña de azúcar, melaza y zumo de limón-, los ocho minutos que tiñen el cielo de colores con fuegos artificiales de sofisticados diseños. Cualquier otro día, el lugar es también maravilloso para ver la hermosa puesta de sol en la ciudad.

Hasta seis edificios del siglo XVII conforman el Barceló Funchal Oldtown que, tras un ambicioso proyecto de rehabilitación que permitiró mantenera fachadas originales y forjados interiores, encierra en sí mismo una parte de la historia y la cultura de la ciudad. Así, uno de los edificios fue la sede de la fábrica Oliveira Bordados Enmaderienses, mientras que otro perteneció a la familia Blandy’s, principal pionera del comercio del vino de Madeira y una de las mayores productoras mundiales en la actualidad.

Para su transformación en hotel, con categoría 5 estrellas y 111 habitaciones e inaugurado en 2023, se apostó por un diseño de estética moderna, pero también por la utilización de elementos simbólicos de la arquitectura de esta isla portuguesa. Es por eso que en la decoración conviven elementos y vestigios del pasado encontrados durante el proceso de excavación, como piezas cerámicas, monedas del siglo XVII o restos de una vieja calzada del siglo XVI, con bordados y cestería de mimbre tan característicos de Madeira, pero también materiales propios de la zona como la piedra y la madera.

Fuegos artificiales en Funchal

También muy glamouroso para seguir esta exhibición de luz y color del último día del año en Funchal es el Reid’s Palace, un histórico hotel de lujo de la firma Belmond famoso, además de por su exquisito afernoon tea, por su elegante gala de Nochevieja con música y una excelente gastronomía que viene avalada por una estrella Michelin en su restaurante William. Cada 31 de diciembre alarga su cena de gala con una fiesta en su Bar 1891, con una preciosa terraza desde donde ver los fuegos artificiales.

Otros lugares mágicos para contemplar la exhibición son los miradores del Pico dos Barcelos, el Parque Santa Catarina, o el Miradouro das Neves, algo más alejado de la ciudad.

Junto a los grandes cruceros fondeados en el puerto de Funchal, desde donde se puede disfrutar del espectáculo desde el agua, año a año ganan popularidad las cenas de gala en catamarán. Las embarcaciones permiten disfrutar de la noche más especial del año desde el mismo océano, con recorridos nocturnos en la bahía que permiten ver el cielo iluminado desde una perspectiva única.

Además, tras el espectáculo, las celebraciones continúan. Las calles de la capital se llenan de música al aire libre y un ambiente animado donde madeirenses y visitantes se mezclan en medio de la alegría del festejo. La velada se extiende hasta el amanecer en las fiestas que organizan hoteles y discotecas por toda la ciudad.

Cómo es la Navidad en Funchal

Acostumbrada a volcarse en eventos y festivales durante todo el año que van de la famosa Fiesta de las Flores al Carnaval, el Festival del Atlántico, la Fiesta del Vino de Madeira o el Festival de la Ballena, en Navidad ciudad de Funchal convierte sus calles en una fiesta continua.

El espíritu navideño se mezcla aquí con un clima templado y soleado de la isla que da un toque diferente a estas fiestas, que se extienden del 1 de diciembre al 7 de enero. Parques y avenidas se transforman en pasillos de luz con bellas decoraciones navideñas y un ambiente muy festivo que, visto desde la bahía, parece un belén viviente.

Las calles principales, especialmente la Avenida Arriaga y el puerto deportivo, brillan con miles de puntos de luz y especialmente por la noche ofrecen hermosos paseos.

Por toda la ciudad se instalan también exposiciones y talleres navideños que muestran la artesanía y las tradiciones locales y permiten, por ejemplo, aprender a preparar poncha, sopa de trigo y bolo do caco (bollo de pan tradicional), pero también demostraciones de bordados.

También se suceden los coros, actuaciones de bandas municipales y conciertos por las calles, así como espectáculos circenses, de folclore, misas como la de Parto, una de las tradiciones más genuinas de la Navidad madeirense, que se dedican a la Virgen María y al Niño Jesús, o el Canto de los Reyes, que tiene lugar el día 5 de enero en el Jardín Municipal.

Además, mercadillos instalados por toda la ciudad permiten adquirir decoraciones navideñas y recuerdos, mientras el Mercado dos Lavradores celebra, el 23 de diciembre, una noche abierta con preciosos puestos donde comprar artesanías navideñas junto a frutas tropicales, dulces y exóticas plantas.

El 1 de enero es habitual el Banho de Ano Novo, tradición para atraer la buena suerte. Familiares y amigos se reúnen en Lido de Funchal o Caniço de Baixo para sumergirse en el Atlántico. Tras salir del agua, es habitual tomar algo caliente como la poncha, en un brindis por el nuevo año.

Delicias navideñas en Funchal

Como es habitual, la época navideña viene acompañada también en Funchal de deliciosas tradiciones gastronómicas. Entre los dulces típicos a probar están el Bolo de Mel de Madeira, un bizcocho especiado de receta centenaria, los palitos de cerveja, que destacan por su suavidad y dulzura o los shonos de Natal, un tipo de buñuelo frito de la Navidad.

Para acompañarlo, tragos con ron de Madeira que, elaborado con azúcar de caña, es una de las especialidades de la región. Y, por supuesto, el vino de Madeira, que también hay que degustar.