Róterdam despliega una alfombra naranja para pasear por sus azoteas

A 30 metros sobre el suelo, solo hay que seguir la alfombra naranja para descubrir la ciudad de Róterdam, laboratorio de la arquitectura más innovadora, desde una nueva perspectiva

Un paseo inesperado por las azoteas de Roterdam. Foto: ©Frank Hanswijk.

El mes de junio, todo Róterdam mira hacia arriba, concretamente hacia sus azoteas, que se convierten en protagonistas del festival Rotterdam Roof Days, volcado en abrir al público estos codiciados espacios que guardan una de las llaves sobre la mejora de las ciudades.

Cuna de arquitectura de vanguardia y laboratorio de nuevas soluciones habitacionales, puede que la ciudad no haya inventado los rooftops, pero sí sabe cómo hacer de ellos un nuevo atractivo para un futuro mejor en las grandes urbes.

Así, en paralelo al festival de las azoteas, del 2 al 5 de junio, y donde se invita a observar nuevas e ingeniosas maneras de utilizar el espacio urbano, y el mes de la arquitectura, que también se celebra en junio, la ciudad inaugura una gran instalación temporal que, a modo de alfombra gigante, cruza el centro de la ciudad conectando edificios a una altura de 30 metros sobre el suelo.

El recorrido tiene 600 metros de longitud. Foto: ©Ossip van Duivenbode.

Una alfombra mágica en Róterdam

Un paseo de baldosas amarillas, que en este caso son naranjas, es la propuesta diseñada por el estudio de arquitectura MVRDV y bautizado como The Rotterdam Rooftop Walk que, a modo de instalación efímera, puede verse (y caminarse) hasta el próximo 24 de junio.

Los arquitectos, responsables de proyectos audaces como el Depot Boijmans Van Beuningen, el primer depósito de arte visitable, también en Róterdam, el complejo residencial Valley, en Ámsterdam, o el Edificio Mirador que colorea el barrio madrileño de Sanchinarro, característico por su gran abertura central a 36,8 metros del suelo dotada con un jardín comunitario y vistas de la sierra de Guadarrama, han diseñado como pieza central de este paseo un puente aéreo y lo han colocado sobre Coolsingel, la calle más conocida de la ciudad.

Como una alfombra mágica, The Rooftop Walk cruza el centro de Róterdam conectando edificios a una altura de 30 metros sobre el suelo

The Rooftop Walk tiene como objetivo ofrecer una nueva perspectiva de la ciudad y poner el foco en el potencial de los tejados, algo así como una “segunda capa” que hace que la ciudad sea “más habitable, biodiversa, sostenible y saludable”. Solo en Róterdam se estima que existen 18,5 km cuadrados de azoteas, la mayoría sin uso.

La alfombra tiene 600 metros de longitud. Foto: ©Ossip van Duivenbode.

The Rooftop Walk

Con una entrada de 3,50 euros, además del placer de caminar sobre esta instalación, de 600 metros de longitud y color naranja brillante, los visitantes pueden participar en las actividades organizadas en las azoteas que atraviesa el paseo y donde artistas, diseñadores y arquitectos muestran un mundo de posibilidades en relación a los tejados y su uso eficiente, ya sea para cubrirlos de vegetación, almacenar agua, producir alimentos o generar energía.

Diferentes fabricantes mostrarán también soluciones aplicadas de nuevos usos de las azoteas, desde una aldea virtual hasta un diseño ecológico para la cubierta de los grandes almacenes locales Bijenkorf.

Con la escasez de espacio en las ciudades como problema latente, este festival pretende contribuir a plantear soluciones, siempre desde las azoteas, a cuestiones determinantes como el cambio climático, la crisis de la vivienda y la transición a la energía renovable.

Rooftop Walk. Foto: ©Ossip van Duivenbode.

En 2016, para la celebración de los 75 años de la reconstrucción de Róterdam, el estudio diseñó Stairs to Kriterion, una monumental escalera de 180 peldaños, 29 metros de alto y 57 metros de largo en el centro de Róterdam, que atrajo a casi 370.000 visitantes. “Fue entonces cuando surgió la idea de que sería bueno hacer una secuela del proyecto”, apunta Winy Maas, socio fundador de MVRDV.

En su opinión, “no solo debemos ocupar nuestros techos y hacerlos más ecológicos, sino también conectarlos para que podamos ofrecer a los habitantes de Róterdam un nuevo parque en las azoteas”. Sin duda, el paseo naranja y la pasarela sobre la calle Coolsingel son un buen punto de partida.

En 2021, MVRDV y Rotterdam Rooftop Days, junto con la Municipalidad de Róterdam, presentaron el Catálogo de cubiertas, un manual con 130 propuestas innovadoras para un mejor uso de las cubiertas planas existentes. Desde entonces, este libro ha inspirado a otras autoridades municipales a tomar medidas concretas.

HNI Podium es otra instalación de MVDRV para este festival de arquitectura. Foto: ©Ossip van Duivenbode.

Del naranja al rosa en Het Podium

Ya está abierto también (hasta el próximo 17 de agosto) otra atracción temporal diseñada por el mismo estudio arquitectónico, MVRDV en el tejado del centro cultural Het Niewe Instituut (Museumpark, 25, junto al museo Boijmans Van Beuningen).

Su azotea se ha transformado estos días en el Het Podium, una impresionante plataforma de color rosa brillante visitable y con vistas accesible a través de estructura exterior de 143 escalones con vistas al Depot, el nuevo y vanguardista museo de la ciudad.

Se trata de una extensión de la exposición MVRDVHNI: The Living Archive of a Studio y de nuevo invita a vivir la arquitectura, el Parque del Museo, el propio museo y la ciudad desde una nueva perspectiva poniendo el broche al Mes de la Arquitectura que durante todo el verano celebra la innovación y la calidad de la arquitectura a través de exposiciones, charlas, debates y encuentros con prestigiosos arquitectos, así como talleres y ciclos de cine.

La instalación HNI Podium mira al nuevo Depot. Foto: ©Ossip van Duivenbode.

De bares por las alturas

Ya que hemos subido a las alturas, aprovechemos para tomar algo. Porque sí, Róterdam también tiene un puñado de locales ubicados en los tejados donde relajarse entre vistas magníficas de la ciudad.

Es el caso de Fontein Rooftop (Hofplein, 19), que lleva el nombre de la famosa fuente Hofplein, que se encuentra justo a la entrada de su edificio. Distribuido en varios niveles, el local cuenta con un restaurante y cafetería en la planta baja (con una terraza al aire libre) y un singular restaurante y bar en la azotea.

Concretamente, hay que subir al décimo piso para acceder a Fontein Rooftop desde donde disfrutar de una panorámica de Róterdam casi en su totalidad, incluido Market Hall, Laurenskerk, Coolsingel y Willemsbrug. Es imprescindible reservar porque el acceso está limitado a un número de visitantes, pero merece la pena por su ambiente íntimo y encantador.

Foto: Fontein Rooftop.

Continuamos por Bistro Binnenrotte, el tesoro mejor guardado de la Biblioteca Central de Róterdam (Hoogstraat, 110), con vistas fantásticas sobre el Markthal y el Laurenskerk. Abierto los siete días de la semana para el almuerzo y la cena, ofrece una cocina de estilo bistró con un toque contemporáneo, así como una buena combinación de cervezas y cócteles .

Al otro lado del Puente de Erasmo, en el muelle Wilhelmina, el nhow Rotterdam (Wilhelminakade, 137) es el hogar del Gastrobar ELVY, una terraza amplia y moderna para dejar perderse la mirada sobre el agua y el horizonte de Róterdam.

Aquí se viene a degustar sabores de todo el mundo, desde poké bowls y vongole on toast (almejas) hasta opciones vegetarianas como carrot hot dog.

Foto: Euromast Rotterdam.

Y una última sugerencia, Euromast Rotterdam (Parkhaven, 20), quizás las mejores vistas desde una terraza de Róterdam, ya que la torre cuenta con 185 metros y varios lugares para admirar las panorámicas, como el ascensor Euroscope hasta la cima.

Si no nos sentimos tentados por practicar rappel en su fachada (desde una altura de 100 metros), siempre podemos tomar algo en el restaurante en la azotea, abierta todos los días y durante todo el año para el tomar un brunch, un vino o cenar.

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