Vinos, caminatas, fiestas y naturaleza en la Terra Alta

Terra Alta -famosa por su garnacha blanca- es la región con más viñas por habitante de España. Su Ruta del Vino también permite conocer un rico patrimonio de historia entre hermosos paisajes

Al sur de Cataluña, en la provincia de Tarragona, se encuentra la comarca de Terra Alta, reconocida por la Unesco como Reserva de la Biosfera por su valor paisajístico, sus ecosistemas mediterráneos y su modelo de conservación de la biodiversidad.

Su nombre se debe a su altitud sobre el mar y por la perspectiva de la depresión del Ebro que se puede apreciar en estas tierras, vecinas de la Matarranya aragonesa y del Maestrat valenciano.

Son territorios de paisajes picassianos (el artista siempre dijo que aquñi aprendió a pintar), en el que los templarios y después los hospitalarios ya cultivaban vides en el siglo XIII. 

Tierra de grandes vinos

Mires por donde mires siempre están presentes las 6.000 hectáreas de viñas de altura, (entre 350 y 550 metros), con terrazas y bancales alternados con viñedos llanos en los valles, formando un bello mosaico de parcelas y pendientes. 

Para apreciar sus valores naturales la DO Terra Alta ha creado una ruta del vino que abarca toda la comarca.

Según Joan Arrufí, presidente del Consejo Regulador esta ruta concentra las propuestas enoturísticas de 22 bodegas “para enriquecer la oferta plural y dinámica” que hay en las Tierras del Ebro y “que dará vida y notoriedad al territorio a través de sus vinos, de sus garnachas y de la DO Terra Alta”.

La uva reina

La garnacha blanca, la negra (o fina) y la peluda (con mucho de recorrido), junto a la morenillo, uva tradicional recuperada, son las variedades que han puesto a la Terra Alta en el mapa internacional de los vinos finos, apreciados y multipremiados.

Uvas como la garnacha y la morenillo han puesto a la Terra Alta en el mapa internacional de los vinos finos,

Además la han convertido en una de las regiones vitivinícolas más dinámicas del país. 

Pero ante todo esta tierra es el templo de la garnacha blanca y de sus vinos frescos y afrutados, pues un tercio de las cepas plantadas en el mundo crecen aquí, hasta el punto de crear el distintivo Terra Alta Garnatxa Blanca, sólo para vinos blancos elaborados al 100% con esta variedad. 

Diversidad de paisajes

La Terra Alta, con solo 12 municipios, presenta una gran variedad de paisajes: desde espesos bosques de pinos mediterráneos, encinas y hayas, hasta llanos multicolores cultivados, o sierras y montañas salvajes y singulares como el Parque Natural de Els Ports, la Sierra de Pàndols i Cavalls, y la desembocadura del río Matarranya en el Ebro. 

Son paisajes que invitan a disfrutar de la naturaleza o de la arquitectura y el arte, como los de Horta de Sant Joan, que enamoraron a Picasso hasta hacerle residir en dos ocasiones y tener un museo propio. 

Por la vía verde de la Terra Alta

Destino ideal para amantes de compaginar naturaleza y deporte, los enoturistas más activos pueden recorrer los 23,7 kilómetros de la Vía Verde de la Terra Alta, un antiguo trazado del ferrocarril de la Val de Zafán que unió Puebla de Híjar (Teruel) y Tortosa hasta 1973 y que fue reconvertido en camino para realizar a pie, a caballo o en bicicleta.

El trazado une las estaciones de Arnes y el Pinell de Brai, atravesando las sierras de Pàndols y de Cavalls, con el río Canaleta, su valle y sus abruptos desfiladeros como hilo conductor.

La Vía Verde de Terra Alta recorre casi 24 kilómetros entre sierras, desfiladeros, túneles y con tramos junto al río Canaletas.

Uno de los lugares mágicos es la Fontcalda, con piscinas naturales y saltos de agua, ideales para deportes de aventura acuáticos como el kayak.

Rutas y caminos

Además de la Vía Verde y de la Ruta del Vino, este mosaico de colores, sensaciones y ambientes que es la Terra Alta presenta itinerarios para todo tipo de turismo como son la Ruta del Aceite, la Ruta de la Paz (espacios urbanos y rurales de la Batalla del Ebro), el Camino de Santiago y Art al Ras (esculturas en paisajes de toda la comarca).

Además, para los aficionados al pedaleo, Terra-alta.org propone la Terra Alta Cicloturisme, con nueve rutas que incluyen las anteriores además de dos rutas clásicas, el Camino de Romerías y Ermitas, el de Escenarios de la Batalla del Ebro, Extrem (por caminos de herradura y senderos) y Pedaleando entre Viñas.

Huellas históricas

A nivel urbano, un pasado brillante se hace evidente en los estilos Románico, Gótico, Renacimiento y el Barroco que se ve en calles, palacios, iglesias y plazas en las localidades de Batea, Gandesa, Horta de Sant Joan y Bot.

Un caso especial es Corbera, donde su ‘pueblo viejo’ se conserva destruido por los bombardeos de la Guerra Civil como un espacio de memoria y homenaje.

Bodega Vinyes del Convent

Su iglesia, en medio en ruinas, enfatiza la destrucción de la guerra con un techo de vidrio.

Otros escenarios de los momentos más duros de la Batalla del Ebro se encuentran en museos, memoriales y hospitales de sangre como los de Gandesa y Batea. 

Abundancia de bodegas

En la comarca hay más de 50 bodegas, que embotellan más de 10 millones de botellas anuales.

Solo Sant Josep Vins, la gigantesca cooperativa de Bot produce un millón de botellas. 

BateaBodega Lafou en

Entre todas las bodegas, las estrellas son las «catedrales del vino” modernistas de Gandesa y Pinell de Brai, ambas de Cèsar Martinell, discípulo de Gaudí, excelentes ejemplos de arquitectura agraria cooperativista.

Algunas bodegas presentan un rico patrimonio modernista, como las de Gandesa y Pinell de Brai diseñadas por Cèsar Martinell

Cooperativa de Gandesa

Otras bodegas con arquitectura imprescindible son Les Vinyes del Convent en Horta de Sant Joan, Lafou en Batea, o Herència Altés en Gandesa, junto a proyectos rompedores como Altavins Viticultores

La gastronomía de la Terra Alta

Terra Alta tiene una gastronomía poderosa y cuidada basada en el vino y en el aceite, ambas DOP Terra Alta, con platos como la sopa de tomillo, los casquetes, el bacalao con olivas, la paellada, el crestó escabechado, la coca de avellanas, o la tortilla en suc.

Horta de Sant Joan

El enoturismo y el turismo rural pueden disfrutar de alojamientos muy especiales como el hotel y restaurante Can Josep de Bot y casas rurales como Ca Bolo en Pinell de Bray, y los restaurantes Sibarites en Gandesa, Miralles en Horta, Miravall en Batea y Port Massaluca en Massaluca.

Región de fiestas

La región mantiene un activo calendario de fiestas. En enero está la Fiesta del Vino Novel de Bot en la Cooperativa de Sant Josep; en Semana Santa las representaciones de la Pasión en Vilalba dels Arcs, (con un gran vino de Pasión) y en primavera todas las bodegas preparan el Eclipse de la Garnatxa Blanca, ruta itinerante en que durante una noche solo se prueban vinos de esta variedad. 

Via Verda de la Terra Alta

En agosto está la Feria del Vino de Batea y en octubre Corbera d’Ebre acoge la Fiesta de la Vendimia, para llegar en noviembre al mayor homenaje al vino, con la Fiesta del Vino de Gandesa, con catas, premios a los mejores y un gran encuentro enogastronómico en su catedral cooperativa.

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