Gandía, el último bastión socialista tras la pérdida de la Diputación de Valencia
El PSOE también ha perdido la diputación de Castellón y alcaldías como las de Valencia, Elche o Castellón
La ciudad de la ministra de Ciencia, Diana Morant, se ha convertido en el bastión y principal exponente del PSOE en la Comunidad Valenciana. Tras la pérdida de la Generalitat y de la Diputación de Castellón, los socialistas valencianos confiaban en mantener la Diputación de Valencia y el voto del exsocialista y alcalde de Ontinyet se ha desviado fuera de los planes del PSPV. La Diputación de Valencia se aleja del PSOE valenciano y ahora su máximo exponente es Gandía, cuyo alcalde es José Manuel Prieto. La crisis interna ha emergido tras la derrota el 28-M resquebrajando los equilibrios basados en los repartos de poder.
Antes de las elecciones autonómicas y municipales, el PSOE gobernaba la Generalitat y las diputaciones de Valencia y Castellón. El poder provincial se basaba en que la izquierda dominaba ciudades como las capitales de provincia de Valencia y Castellón y poblaciones como Elche o Torrent, además de Orihuela, la que había logrado hace un año tras un pacto con Podemos y Ciudadanos. Todo esto lo ha perdido y su poder empieza por la octava (Gandia) y novena (Paterna) ciudad por población de la Comunidad Valenciana
El PP, por su parte, tenía la ciudad de Alicante así como localidades estratégicas como Torrevieja y Orihuela (hasta la moción de censura y que en las elecciones ha recuperado). Esta posición llevó al por entonces desconocido Carlos Mazón a presidir la Diputación de Alicante y, de ahí, a la Generalitat Valenciana tras las elecciones de hace menos de mes y medio.
Su nivel de popularidad y reconocimiento a nivel nacional no era hace unos años muy distinto del que puede tener actualmente Carlos Bielsa, alcalde de Mislata, candidato del PSOE para presidir la Diputación de Valencia y en lógica ambición política deseado cartel por su parte para las elecciones autonómicas de 2027.
Y ahí está el problema del PSOE. La hoja de ruta de Bielsa, que es el secretario general del PSPV-PSOE en la provincia de Valencia, choca con la estructura de poder socialista de hace dos meses cuando Ximo Puig era presidente de la Generalitat y, por tanto, dominador de las filas socialista y las opciones de nuevos liderazgos es muy limitada por los escasos escaparates que se mantienen. Sin el atril de la Diputación de Valencia, el escaparate más importante que le va a quedar el PSPV va a ser la ciudad de Gandía.
La crisis interna que descontrola al PSOE
La lucha de poder entre Bielsa y Puig ha vivido ya derrotas para el presidente en funciones aunque ahora en plena campaña para las elecciones generales se intente apagar las discrepancias. Pese al profundo malestar que tuvo Ximo Puig con Pedro Sánchez en asuntos como la gestión de las ayudas para la gigafactoría de Volkswagen o las ayudas para la cerámica, el valenciano se postula ahora como el más firme defensor del candidato socialista a seguir en Moncloa.
Hace casi un mes, Pedro Sánchez hizo el último desaire a Ximo Puig imponiendo al alcalde de Paterna, Juan Antonio Sagredo, para liderar la lista al Senado por Valencia en detrimento de Alfred Boix, persona de confianza de Puig con el cargo de secretario autonómico de Promoción Institucional de la Generalitat. Ésta es otra forma más de colocar delfines que están más próximos de Ferraz que del entorno de Puig.
Ese entorno, que es el que filtró las negociaciones con Tesla ya que es el único que debía tener acceso a la negociación si hubiera sido confidencial, es el que ha puesto de manifiesto la pérdida de mando. Rebeca Torró anda lamentando la filtración y exculpándose de la misma según explican los empresarios consultados mientra el propio Puig reconoció que la filtración encabronó a la compañía de Elon Musk. Esta pérdida de control de la información es la demostración de cómo se ha perdido el control y el liderazgo en el PSPV. Mientras PP y Vox están pendientes de cómo organizar sus cuadros para gobernar, el PSOE está inmerso en su organización interna.
La tercera prueba de la ausencia de control de los tiempos políticos y del liderazgo ha sido la composición de la mesa de Les Corts. Compromís arrebató junto al PP al PSOE un puesto en la mesa. El resultado es mayor protagonismo para Compromís como oposición en detrimento del PSOE y para certificarlo, el jueves a las 10.29 horas ya estaba Joan Baldoví registrando su primera iniciativa de la campaña.
Acto seguido reconoció a los medios de comunicación que la propuesta es una copia de lo que presentó a final de la legislatura pasada y que no dió tiempo a debatir pero, como oposición, han sido los primeros en intentar marcar agenda.
Esto ocurrió mientras ‘Ens Uneix’ ultimaba su anuncio por el que rompía negociaciones con el PSOE para la Diputación de Valencia. El origen de esta situación está en el 27 de junio de 2018, cuando Jorge Rodriguez, presidente de la Diputación de Valencia por el PSOE, fue detenido y tuvo que dimitir en el marco del caso Alquería. Aunque entonces era el posible sustituto de Ximo Puig, no se presentó a las elecciones con las siglas del PSOE por estar suspendido de militancia y creó el partido “Ens Uneix”.
La causa judicial acabó en nada dos días después de las elecciones, cuestión que no impidió a Rodríguez revalidar su alcaldía en Ontinyent y tener el voto clave para el futuro de la Diputación de Valencia. La intención del PSOE es reconstruir las relaciones con el alcalde al que expulsó pero la ráfaga de acusaciones ha sido lo suficientemente dura como convertir en casi imposible un reencuentro que permita al PSOE recuperar la Diputación de Valencia.