Feria Valencia se aboca a la quiebra si pierde Cevisama

Feria Valencia tuvo unas pérdidas de 2,3 millones y la aportación de Cevisama en 2023 se sitúa en los dos millones de euros

Exposición de Ceracasa en Cevisama

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Feria Valencia se aboca a la quiebra si pierde su principal certamen, Cevisama. Tras lustros de problemas de insolvencia por la amplición de un recinto que ya nunca llenará y la paralización que supuso el Covid, las cuentas de 2022 y el resultado de Cevisama 2023 han encendido la luz roja de alarma de preaviso por supervivencia.

Según explican a ECONOMÍA DIGITAL los que tienen acceso a los números de Feria Valencia, las pérdidas son insalvables si el azulejo abandona Feria Valencia. Este escenario es factible en el caso de que la idea de Pamesa de sustituir Cevisama por showrooms se ejecutara. Aún así, habría otra opción para la supervivencia: llenar la feria de indios, turcos y chinos, lo que hoy se ha convertido ya en un farol recurrente. La rentabilidad económica sería evidente pero esta opción sólo se atreve a decir en Feria Valencia en voz baja, ya que el recinto ferial perdería toda su rentabilidad social.

Las cuentas de 2022 no están aprobadas por un problema con intervención de la Generalitat a la hora de contabilizar la deuda que tiene el recinto ferial pero son una clara llamada de atención sobre la viabilidad de Feria Valencia. El resultado del ejercicio 2022 es de unas pérdidas de 2,3 millones de euros. Si Feria Valencia salva esta nuevo escollo burocrático, las cuentas se aprobarán el 9 de marzo. Estaba previsto que se aprobaran esta semana.

La previsión para las cuentas de 2023 es que se obtenga un resultado neutro. La aportación de Cevisama 2023 a los resultados de Feria Valencia es de dos millones de euros de beneficio. Este resultado es muy inferior al logrado antes de la pandemia. De hecho, en 2020 hubo 120.000 metros de exposición en Cevisama y este año sólo han sido 80.000. «Tendremos que celebrar Cevisama sea como sea, si es con 40.000 metros, más valdrá eso que nada», comentan valorando el peor de los escenarios que hoy en día se contemplan para Cevisama, a lo que matizan: «Podemos mantener y crecer en exposición para 2024».

Al margen de la euforia institucional , tal y como ha podido comprobar este periódico, los escenarios más negativos están lejos de cumplirse. El sentir general de los expositores de Cevisama 2023 es repertir 2024 aunque también hay movimientos en Castellón dirigidos hacia la unión de visitantes en el entorno de los showrooms. El concepto de dos semanas de la cerámica con los showrooms atendiendo a los clientes está arrancado ya las gestiones para la edición de 2024. La amenaza que tiene Cevisama, y por tanto Feria Valencia, es real.

La pugna entre la rentabilidad económica y social

La situación de Cevisama ha reabierto el debate sobre si Feria Valencia se debe centrar en la rentabilidad económica o en la social. Natxo Costa, subsecretario de la conselleria de Economía y la mano de la Generalitat en Feria Valencia, se vuelca en el enfoque social hasta el punto que estaría incluso dispuesto a normalizar pérdidas. Aún así, hay un hoja de ruta posible con la que rentabilizar el terreno ferial.

Básicamente, consiste en llenar Cevisama de expositores chinos, turcos o indios. De estos mercados, Cevisama ha incorporado 36 firmas frente a las 42 de la última edición de Cersaie y las 114 de Coverings. Los datos demuestran que la política de Feria Valencia, que hace quince años era un coladero de productos falsificados como fue el caso del expositor chino que vendía producto copiado de Fominaya en Cevisama 2007, ha evolucionado y ha sacado del recinto los expositores con nula calidad o que sólo se presentan para realizar dumping.

Imagen de ADV-Taxi sobre su campaña de Turkish Ceramics durante la celebración de Cevisama

En datos, durante la edición de 2023, Feria Valencia ha rechazado la instalación de 76 empresas chinas que podrían haber llenado en el entorno de 1,5 pabellones. Cevisama ha usado siete. La tentación está en la puerta y, una prueba de ello, ha sido la ofensiva turca que se ha producido en la puerta de Feria Valencia con taxis rotulados con «Turkish Ceramics» transportando a los compradores de cerámica. Esta publicidad ha inundado los taxis de la ciudad durante Cevisama.

La subida del mueble y el reequilibrio de Feria Valencia

La parte positiva de las cuentas de Feria Valencia es que Hábitat, la heredera de la feria del mueble que se celebra en septiembre, va a camino de superar a Cevisama. De hecho, compite por superarla y convertirse en el primer certamen de Feria Valencia. Con una evolución de facturación en la feria del mueble y afines que tiene una horquilla de entre 12 millones y 0,5 millones de ingresos dadas las enormes fluctuaciones que ha tenido, este certamen vivió a principios de siglo como la falta de liderazgo de las patronales pueden dinamitar un certamen ferial, que llevó a promocionarse con el estrambótico y, afortundamente efímero, nombre de «Ideas y pasión». Hoy la situación de Ascer es de la de un presidente cuya empresa no está Cevisama.

Tras su buena edición de Hábitat en 2022, donde creció un 50% las visitas (frente al descenso del 20% de Cevisama) hay grandes esperanzas en que continúe creciendo este certamen hasta poder incluso dar el sorpasso al certamen del mueble. Este certamen de Feria Valencia evoluciona muy bien. Este nuevo reequilibrio en las cuentas aumentaría la estabilidad de Feria Valencia que está, todavía, en su proceso de transformación en una nueva entidad pública. El retraso de una semana en la aprobación de las cuentas agota más el plazo del actual gobierno para confirmar la estructura que tendrá la nueva sociedad. Está en el aire si el actual Botánico tomará decisiones organizativas o se demorarán para que las aplique el nuevo gobierno que salga de las urnas el 28 de mayo.

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