Ford maniobra para evitar el cierre de Almussafes ante el colapso del coche eléctrico en Europa

El director mundial de operaciones de Ford, Kumar Galhotra, traslada a todo su equipo a Almussafes para que encuentren en la factoría una solución a la planta valenciana

Ford. Foto: EFE.

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La parálisis de Ford a la hora de decidir qué producción va a realizar la planta de Almussafes en la nueva etapa de la electrificación está complicando su futuro. La ausencia de un plan, que es lo que Ford ha demostrado congelando la electrifación en la planta valenciana, le aboca por inacción hacia su cierre. El director mundial de operaciones de Ford, Kumar Galhotra, junto a todo su equipo, se arremangó jueves y viernes en Almussafes para buscar una solución. No la ha encontrado todavía.

Carlos Faubel, presidente del comité de empresa de UGT-Ford, asegura: «Valoramos que es muy positivo que haya venido un nutrido grupo de directivos de Ford porque eso demuestra que valoran la planta y que están buscando soluciones«. Lo de esta semana no fue una reunión rutinaria sino una crítica ya que ha sido la cita en el que las prórrogas sobre los compromisos de anuncios de producción se han convertido en insostenibles.

La situación de la planta de Almussafes se asemeja, como apuntó UGT, a la del asno de buridán, que se murió de hambre por no dedicirse por cuál montón de heno ir a comer, pero trasladado a la automoción sobre qué modelo podría producir Almussafes. La decisión inicial fue fabricar el Mustang Mach-e y así lo recibieron los proveedores porque el objetivo era batir a Tesla.

El auge de los coches chinos, que están ya instalados en los segmentos de entrada con precios inferiores a los de los fabricantes tradicionales, llevó a Ford a pensar que su estrategia se podría complementar con coches pequeños. De momento, sólo ha anunciado para el mercado europeo de turismos el Explorer, que es un vehículo 100% eléctrico ligeramente más pequeño que el Kuga, y el Puma 100% eléctrico, que es aún más pequeño. Esto complica que Almussafes encuentre un espacio entre los vehículos de menores dimensiones y mantiene viva la opción de los que sustituyan al Kuga o los segmentos más grandes que dicho todoterreno.

Ford achaca el poco mercado del coche eléctrico

La postura oficial de Ford sobre lo dicho por UGT en las últimas horas es la siguiente: «Anteriormente hemos dicho que a medida que el mercado y nuestros clientes hagan la transición a los vehículos eléctricos, equilibraremos el volumen con la demanda manteniendo el enfoque en costes. Nada más que añadir en este momento».

Del ‘statament’ oficial hay dos cuestiones críticas. La primera es que vinculan el desarrollo del coche eléctrico en Europa a que Ford fabrique coches eléctricos en Almussafes. Por tanto, quieren entrar cuando el mercado esté maduro. No se identifican como propulsores del cambio hacia la electrificación sino que como actores que desean subirse al carro ganador cuando éste lo sea. En 2035 todas las ventas en Europa tienen que ser de vehículos sin motor de combustión.

La estrategia de Ford contrasta con la que tienen los fabricantes chinos, que han decidido entrar cuando no hay un volumen relevante de ventas de coches eléctricos. Actores como MG o BYD han demostrado, además, que sus tarifas de entrada en Europa fueron superiores a las actuales mientras el mercado percibe que es factible que todavía bajen más.

Ford está focalizado en el «enfoque en costes». Prueba de ello, es la caída del proveedor Rhenus, que será sustituida por los centros especiales de empleo de Illunion y/o Improving. En términos generales, la rentabilidad en el automóvil se logra con vehículos muy exclusivos con alto margen aunque volúmenes reducidos o aplicando la economía de escala, tres turnos de producción y grandes cifras de vehículos al día.

El problema al que se enfrenta Ford es que el colapso del vehículo eléctrico en Europa, un tipo de vehículo que no despega todavía, reduce las opciones que tendrá para copar nichos de mercado vacíos. El temor está en que cuando Ford se ponga a producir coches eléctricos, China tenga ya dominado el mercado.

La esperanza es que el problema de Almussafes también lo tiene la fábrica de Colonia (Alemania) de Ford, que debería estar lanzando el Explorer 100% eléctrico y ha retrasado su lanzamiento. Otra dosis de esperanza de que Almussafes tenga mercado que acepte sus eléctricos aunque se retrase está en que, tal y como explica una de las pymes valencianas tecnológicas mejor informadas de la industria de la automoción, la parálisis de Ford no es singular ni única. Volkswagen también ha retrasado seis meses los lanzamientos de sus vehículos eléctricos. «Parece la tónica general, no hay demanda», apunta.

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