Lear, proveedor clave de Ford, plantea bajar un 6,5% el salario y cuatro años de congelación 

El suministrador clave de asientos de la planta de Almussafes tensa la negociación mientras Ford sigue sin pedir precios a los proveedores por las piezas del Mustang

GRAFCVA6725. ALMUSSAFES (VALENCIA), 25/06/2022.- La transformación de la planta española de Ford en una factoría eléctrica con dos modelos de nueva generación requerirá la recualificación de los trabajadores para dominar los nuevos procesos de producción y sus tecnologías y una plantilla más reducida, que comenzará a sufrir los efectos de la transformación con la desaparición de tres de sus cuatro referencias actuales en los próximos dos años. En la imagen numerosos camiones de proveedores aparcados en la factoría de Almussafes. EFE/Manuel Bruque

Diversos camiones de proveedores aparcados en la factoría de Almussafes. EFE/Manuel Bruque

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La multinacional Lear ha tensado la cuerda de la negociación colectiva. Según documentación a la que ha tenido acceso Economía Digital, la propuesta de Lear para su planta de asientos junto a la planta de Ford Almussafes en las que emplea a entre 250 y 300 personas consiste en congelación salarial durante este año y los ejercicios 2024, 2025, y 2026 mientras que para 2023 se plantea una bajada salarial de entre el 5,5% y el 6,5% según si los salarios son inferiores a 30.000 euros o superiores a 40.000.  

Tanto fuentes empresariales como sindicales mostraron ayer su sorpresa por la propuesta de cinco años para el plan de industrialización de Lear al distanciarse tanto del IPC actual, que cabalga al 10,2%. Comisiones Obreras y UGT optaron ayer por no responder a la propuesta concreta realizada por la centenaria multinacional nacida en Detroit. La firma americana se limitó a descartar comentarios sobre la negociación con los sindicatos. Directivos de la automoción consultados afirmaron: “La situación del convenio sectorial está muy lejos de la propuesta de Lear”.  

El proveedor de asientos es uno de los más críticos del parque de proveedores. La planta de Lear está conectada directamente con la fábrica de Ford Almussafes a través de un tren aéreo llamado “conveyor” que traslada los asientos desde la fábrica del proveedor hasta las manos del operario de la factoría que los ensambla en el coche. Tal es la importancia de este suministro, que las instalaciones cambian de mano según quien gana el contrato de suministro de los coches.  

Así ocurrió en 2013. Johnson Control (actualmente Adient) vendió a Lear su planta de asientos en Almussafes después de que perdiera el concurso para la fabricación de los nuevos asientos que necesitaba la factoría. Entonces, la planta contaba con 500 trabajadores, una cifra que se ha ido diluyendo hasta casi la mitad por la drástica reducción de la producción que ha sufrido Almussafes desde la irrupción de la pandemia y después por la falta de chips y otros suministros.  

La incertidumbre sobre la producción a partir de 2026 sigue siendo notable. “Hemos celebrado la adjudicación a Almussafes de la plataforma de nuevos vehículos eléctricos y se habla de la llegada del Mustang, el Bronco y el Maverick pero no hemos empezado a cotizar por las piezas”, explica uno de los proveedores con mejor información en el parque de proveedores. Esta falta de concreción por falta de Ford genera notables incertidumbres entre los proveedores al no poder planificar su volumen futuro de trabajo.  

Tal y como advirtió Economía Digital en marzo, cuando desveló los planes del Mustang para Ford Almussafes, durante el camino hasta llegar al 2026 cuando se ensamble el icónico modelo va a existir carencia de producción y problemas para mantener plantillas y empresas. “No tenemos certezas de producción. Parece que la segunda mitad del año va a ser buena pero 2023, 2024 y 2025 van a ser muy complejos”, advierten las fuentes empresariales consultadas.  

El planteamiento sindical genérico, según explican desde CCOO, es que los convenios colectivos tienen que tener entre un 2% y un 3,5% como mínimo de subida salarial y con cláusula de revisión, es decir, que si el IPC supera esta cifra se complementaría hasta igualar la subida de los salarios a la de los precios. Este marco general de negociación supone implícitamente un rechazo frontal a la propuesta de Lear.  

La situación empresarial es que, además de la subida que se negocia de los salarios, se está asumiendo ya la escalada de las materias primas y, especialmente, de la energía. Francisco J. Riberas, presidente de Gestamp y de Sernauto (asociación española de proveedores de la automoción) advirtió a principios de mes era extremadamente complicado repercutir a los fabricantes la subida de los costes que están sufriendo los proveedores.  

Ascer pide desvincularse del IPC 

Además de los salarios, está el coste de la energía, que está presionando a empresas como Porcelanosa o Pamesa. Al ser intensivas en el consumo de energía sufren especialmente el incremento del precio del gas y la electricidad. Después de la cerámica, la automoción se sitúa como segundo sector más consumidor de energía dentro de la Comunidad Valenciana. Y aunque la energía es el principal problema de las azulejeras, la negociación salarial también genera tensiones. Tras contar Economía Digital que los sindicatos de las azulejeras amenazan con huelga si los salarios no suben con el IPC, la patronal azulejera Ascer pidió desvincularse los sueldos de la inflación.  

“Ascer ha trasladado a la representación de los trabajadores que el contexto, lejos de mejorar, continúa con su deterioro provocado, principalmente, por el elevado precio de la energía que apunta a inminentes paradas de producción no previstas con la consiguiente ejecución de ERTES. El impacto global de ese y otros factores continúa deteriorando las cuentas de explotación, sin que en el medio plazo se visualice ninguna mejora” explicó ayer Ascer. 

“A pesar de ese marco, y aunque cada vez con más dificultades, Ascer ha manifestado estar en disposición de ofrecer incrementos salariales moderados que compensen parcialmente la escalada general de los precios. No obstante, para que sea posible, dichas mejoras salariales deben continuar desvinculadas formalmente de la evolución del IPC”, sentenció la patronal de la cerámica. 

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