Salva Navarro (CEV) acusa a Pedro Sánchez de usar la polarización para evitar dar ayudas por la DANA

Salvador Navarro, presidente de la CEV, ha cargado contra el Consorcio de Seguros por no atender a los afectados por la DANA, ha reprobado a Pedro Sánchez por usar la polarización para no implicarse en la reconstrucción de la DANA y ha circunscrito las críticas a Carlos Mazón a las subvenciones a patronal y sindicatos por el diálogo social igualando sus críticas con las que también recibió al final Yolanda Díaz por la reducción de la jornada.

La Confederación Empresarial Valenciana (CEV) reunió ayer a sus asociados para aprobar sus cuentas y Salvador Navarro puso como ejemplo a las empresas por su eficiencia a la hora de reaccionar frente a las adversidades como la DANA. Los aplausos, que sólo existieron en una ocasión (y fueron generalizados) se precipitaron cuando el presidente de la patronal aseguró que el Gobierno de Pedro Sánchez no respeta a los valencianos.

El argumento empezó con: «Mientras las empresas nos uníamos, los políticos han hecho justo lo contrario y todo parece indicar que nada va a cambiar. Hemos normalizado el insulto, la descalificación y la polarización y priorizado la estrategia política sobre cualquier otra cosa».

Aunque el marco expuesto fue general, la concreción de la crítica se decantó a la izquierda: «Aunque no esté justificado, en eso (la polarización) se ha ido apoyando el Gobierno de España para no ofrecer respuestas más contundentes ante la DANA«.

La consecuencia de esta situación, apuntó Salva Navarro, es que «sigamos sin un FLA extraordinario que los valencianos necesitamos».

Tras exponer esto, añadió: «Otra consecuencia es que la Ministra de Hacienda no haya venido a las zonas afectadas. Desde la CEV le enviamos una carta en la que, entre otras cosas, le reclamamos el FLA extraordinario, que también sigue sin respuesta, y tampoco tenemos noticias de la adenda al plan para la recuperación y relanzamiento de la zona afectada por la dana. Lo lamento, pero sinceramente esto es una falta de respeto a los ciudadanos de esta Comunitat».

La ovación de los empresarios fue potente y prolongada tras oir estas palabras, las más duras que pronunció el presidente de la CEV en la asamblea.

La parte que más preocupa a los empresarios afectados por la DANA es el impago de las indemnizaciones por parte del consorcio de seguros. Sigue siendo, como se palpó ayer al hablar con los empresarios tras la asamblea, el asunto que más dificulta la recuperación. Por ello, Salva Navarro también tuvo duras palabas al respecto.

Salva Navarro cargó contra la lentitud del consorcio. «A pesar de tratarse de una entidad a la que se le presupone que debe intervenir con agilidad en situaciones de riesgo, su reacción fue notablemente lenta, dejando a miles de afectados durante meses en una situación de incertidumbre y desamparo», apuntó.

«La falta de información, la burocracia excesiva y los casos de expeditaciones y pagos generaron un clima de frustración entre los damnificados que esperábamos una mayor eficacia por parte de un organismo que debería estar preparado para actuar con inmediatez ante este tipo de emergencias», añadió.

«Hemos llamado a todas las puertas posibles y lo hemos hecho mientras esperábamos que se rebajase el nivel de crispación política, lo que para nosotros está siendo la principal barrera para la reconstrucción», concluyó. Este fue el primer argumento de su discurso.

Para el final, llegó el turno de Mazón. El preludio fue: «Desde la CEV creemos y así lo hemos demostrado que el diálogo social no es una opción ideológica, es una herramienta de gobernanza inteligente».

Luego aludió que el diálogo social sirve para pactar los ERTE, activar ayudas y «mantener la paz social». La forma de meter el dedo en el ojo fue: «Por eso duele ver cómo se intenta debilitar su estructura con propuestas unilaterales o sin tener en cuenta la representatividad real de quienes estamos en la mesa desde hace años y se permite que así sea».

El mensaje, leído así, se podría incluso interpretar como genérico (incluso referido sólo a Vox) pero a reglón seguido dejó claro que se refería a Mazón ya que dijo: «Este es un mensaje que me valdría igualmente para el ámbito nacional. Como ya le dije a la ministra de Trabajo, sabemos reconocer avances logrados pero reconozcan también desde el gobierno que tomar medidas sin evaluar su impacto en las pymes es preocupante». Y la crítica continuó con la jornada laboral de 37,5 horas o incluso 32.

No hubo aplausos ni murmuros en esta parte del discurso que Salvador Navarro se había llevado a la asamblea de la CEV aunque antes de pronunciarlo ya había dado pistas de cómo está equilibrando relaciones la patronal.

El puente del diálogo social

«El 25 (de junio) tenemos mesa de diálogo social (convocada con Mazón) y a partir de ahí las cosas estoy seguro que van a fluir«, había dicho Navarro, que había incidido en que tener fluidez con las administraciones era clave.

Puesta sobre la mesa esa petición, se le preguntó al presidente de la CEV si tenía más fluidez con el gobierno de Pedro Sánchez o con el Carlos Mazón. La respuesta, que no guardó relación con lo preguntado, fue: «Bueno, hoy es con Trump, con la situación de Israel, de Irán, con Rusia, estas incertidumbres están ahí. Las tasas, que no sabemos. Yo en eso soy positivo. Llegará el 9 de julio, como todo, pues se solucionará. Lo que queremos son gobiernos fuertes, lo hemos dicho muchas ocasiones, gobiernos fuertes, gobiernos centrados y para estar centrados no puede haber estas situaciones de peleas callejeras en las cortes, o de peleas callejeras en el Congreso, en los Diputados, en el Senado».

Fuera de ese guión trazado por el presidente de la CEV, que minimizó críticas a Mazón tras reactivar la reunión del diálogo social y cargó contra Sánchez recibiendo el aplauso de sus socios, ayer se comunicó una convocatoria de Femeval, la patronal sectorial más importante de la Comunidad Valenciana y que preside Vicente Lafuente, para una reunión con el Secretario de Estado de Política Territorial, Arcadi España, y la Secretaria de Estado de Industria, Rebeca Torró, para abordar el tema de los ascensores, que es una de los grandes problemas sin resolver tras la DANA.