El peor año del rey: del ‘elefantazo’ a la infanta

La cacería, el ‘caso Nóos’ y Corinna han marcado la agenda de la Casa Real

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Hace un año, la Casa Real informaba de que el rey Juan Carlos iba a ser sometido a una operación de cadera. La lesión se la produjo en un viaje privado en Botsuana. El rey estaba de cacería con unos amigos. Pero no era una cacería al uso. Era de elefantes. Las fotos de Don Juan Carlos con los paquidermos a los pies dieron la vuelta al mundo. Ahí comenzó el via crucis del monarca español y la mayor crisis de la Casa Real.

Tras ser operado, el rey pidió perdón a los españoles. “Lo siento mucho, no volverá a ocurrir”, dijo el monarca tras salir del hospital con una muleta en la mano. Visiblemente apenado, Don Juan Carlos pidió disculpas. Algo inusual. Un mensaje que fue aplaudido por unos y vilipendiado por otros. ¿Por qué ha pedido perdón?, se preguntaba la sociedad española.

Sin éxito

A partir de ahí, la Casa Real ha intentado mejorar la imagen del monarca, pero el efecto ha sido el contrario. Posiblemente la monarquía vive sus peores días. La imagen de la familia real está bajo mínimos. Los hechos han superado cualquier previsión. El caso Nóos, la aparición de Corinna y los problemas continuos de salud han marcado la agenda.

La imputación de Iñaki Urdangarín en el caso Nóos fue la primera piedra de toque. El Duque de Palma se vio obligado a dejar Telefónica para poder preparar su defensa. Al pasar los meses, el caso salpicaba de lleno al propio rey y a la familia real.

Cada vez se cerraba más el cerco. Hasta que el juez Castro decidió imputar a la infanta Cristina. Temblaban los cimientos de Zarzuela. La Casa Real no daba crédito, mientras el príncipe Felipe apoyaba la independencia de los jueces. Por primera vez, un miembro de la familia del rey era imputado en un caso por corrupción.

El fantasma Corinna

Pero el año también ha estado marcado por la crisis Corinna. La aparición de la ‘amiga’ del Rey en varios medios de comunicación trajo más problemas. Corinna zu Sayn-Wittgenstein rompió su silencio. Reconoció haber trabajado para la Casa Real y el Gobierno español. Asesoraba en operaciones económicas de calado.

Pero unos correos suyos en el caso Nóos la salpicaron. La princesa negó cualquier relación con el caso. Solo ofreció un empleo a Urdangarin. Éste lo rechazó. Algo que sorprendió a la amiga del rey. Los medios comenzaron a publicar informaciones sobre los trabajos de Corinna. La imagen del rey volvía a sucumbir.

Alto rechazo

A todo ello, hay que sumar los continuos problemas de salud del monarca. Don Juan Carlos ha visitado el hospital en varias ocasiones.

Cada vez son más las voces en contra de la monarquía. El mismo día que se cumple un año del elefantazo, miles de personas se tiran a la calle al grito de “salud y república”. A pesar de ello, el rey lo tiene claro. No abdicará.

Economía Digital

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