Mas ya tiene la complicidad de la ANC para lograr el partido del ‘sí’

El movimiento soberanista aparca las presiones tras la consulta del 9N y espera que se convoquen elecciones antes de las municipales

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El Gobierno español sigue atónito la evolución de la política catalana. El problema ha pasado de Barcelona a Madrid, y la lucha jurídica entre los fiscales catalanes y el Fiscal del Estado, Eduardo Torres-Dulce, aunque se imponga la voluntad del Ejecutivo de Mariano Rajoy y se acabe presentando una querella contra el President Artur Mas, deja al Gobierno catalán con una sensación de clara victoria.

El Presidente Mariano Rajoy, por tanto, podría ver como el problema se incrementa, porque Mas quiere seguir adelante, y convocar elecciones cuando tenga todos los elementos que desea a su disposición.

Mas, que se siente aliviado tras su treta frente al Gobierno, que le permitió que los catalanes, como él había prometido, pudieran tener al alcance “urnas y papeletas”, cuenta también con la complicidad de la todopoderosa Asamblea Nacional Catalana, (ANC). El movimiento soberanista ha logrado lo que quería, –lo que gráficamente expresó la presidenta de Òmnium Cultural, Muriel Casals, con lágrimas en la cara tas comprobar que el 9N se pudo votar—y ha aparcado la presión que había dirigido al President Mas.

La paradoja de Mas

Del President, ponga las urnas y convoque elecciones en tres meses”, pronunciado por Carme Forcadell, la presidenta de la ANC, se ha pasado a un replanteamiento de la hoja de ruta, que obedece a dos cuestiones, no precisamente en el mismo plano de igualdad.

Primero, se desea ayudar al President Mas, porque se la ha jugado, y no se forzará una lista única, si Esquerra se acaba desmarcando, facilitando la lista “de país” que desea Mas, con personalidades de la sociedad civil.

Se trata de una paradoja. Es Mas quien quería una lista única, pero si Esquerra no la apoya, el President quiere seguir adelante con su idea, contando con el amplio apoyo del movimiento soberanista. Y la ANC está dispuesto a ello, según fuentes consultadas.

La otra razón es que existen sensibilidades muy diferentes en la ANC, y se intenta mantener una única voz. Esquerra consideraba que la ANC podía constituir un claro apoyo, pero la ANC ha ido inclinándose hacia las tesis de Mas, máxime después de comprobar que el 9N hubieron urnas en los centros de secundaria, en gran medida por la decisión personal del propio President.

El nuevo plan del President

Mas, por tanto, ya se siente con plenas garantías para poner en pie su nuevo proyecto. Y el próximo 25 de noviembre pronunciará una conferencia, dirigida a la sociedad civil, en la que defenderá la necesidad de cerrar el proceso: “la consulta definitiva serán unas elecciones al Parlament con carácter plebiscitario”, aseguró en la misma noche del 9N.

La ANC, cuatro días más tarde, el 29 de noviembre, conociendo en detalle lo que pedirá el President, hará pública su nueva propuesta, acompasando, por tanto, sus tiempos a los de Artur Mas, dueño y señor en estos momentos del movimiento soberanista.

Debate interno en la ANC

Las distintas asambleas locales y territoriales debatirán, desde ahora y hasta el 29, el nuevo horizonte, el nuevo horizonte, sin ignorar que ERC y la CUP desean elaborar distintas listas electorales de cara a esas elecciones.

El gran escollo, a partir de ahora, es establecer qué se hará el día después de las elecciones, que podrían convocarse a finales de febrero. El plazo máximo, para que no colisionen con las elecciones municipales de mayo, sería el 8 de marzo. Esquerra quiere proclamar la independencia, si el bloque soberanista tiene mayoría absoluta, y, partir de ahí, construir estructuras de estado, hasta lograr el reconocimiento a través de una negociación. Mas, en cambio, quiere negociar antes.

También en eso la ANC está evolucionando hacia las tesis de Artur Mas, ante la incredulidad de Esquerra, que ha visto como Convergència, una vez más, ha trabajado para sus propios intereses. También Esquerra lo hacía, según fuentes de CDC, que recuerdan que Junqueras ha incidido demasiado en las últimas semanas en su posición privilegiada según todas las encuestas. Hasta ahora.

A la espera del empuje de Torres-Dulce

Mas, por tanto, ha dejado todavía sin reacción tanto a Mariano Rajoy, como al líder de Esquerra, Oriol Junqueras, que no esperaba que la segunda consulta del 9N pudiera tener el éxito que para Mas ha supuesto.

Y queda una segunda parte. Si Eduardo Torres-Dulce decide en su reunión con la Junta de Fiscales de este miércoles presentar una querella contra Mas, el President habrá resucitado de sus cenizas por completo.

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