Arranca la campaña del 19J: cinco factores que decidirán si Juanma Moreno es presidente

Con un ruego a la prudencia y a no entrar en el cuerpo a cuerpo, el PP afronta los días que quedan hasta que se coloquen las urnas apelando al voto útil de centroizquierda y aún con la incógnita de calibrar cuánto subirá Vox

El presidente del Partido Popular de Andalucía, Juanma Moreno (c), posa para una foto de grupo mientras preside el acto de presentación de los 109 candidatos del PP de Andalucía para las elecciones autonómicas del 19-J, este domingo en Jerez de la Frontera. EFE/Román Ríos.

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“Lo que más nos preocupa es dar por hecha la victoria: hay que tener prudencia y no entrar en el cuerpo a cuerpo”. Es el mantra que repite el equipo de campaña del presidente de la Junta en estos días en que la acumulación de sondeos que dibujan una clara a la victoria de los populares, aunque sin alcanzar la mayoría absoluta, puede conducir a una cierta relajación que dé al traste con lo que podría considerarse una gesta: mantener el Gobierno de la Junta de Andalucía para el Partido Popular.

Si en las elecciones de 2018, con el peor resultado de su historia (26 diputados) y un candidato que se daba ya por amortizado, la fragmentación de partidos por la derecha –PP, Ciudadanos y Vox- hizo posible una inédita mayoría que desbancó al PSOE del poder después de 37 años ininterrumpidos, en esta ocasión, conseguir una mayoría suficiente para gobernar ya no sería fruto de una carambola sino la constatación de que el eje ideológico de Andalucía, el histórico feudo de los socialistas, ha virado hacia el centroderecha.

Será a partir de este jueves a la medianoche cuando arranque, oficialmente, la campaña de estas elecciones autonómicas que marcarán, además, la fortaleza de los proyectos de los dos líderes nacionales, Alberto Núñez-Feijóo y Pedro Sánchez, de cara a las generales de 2023.

Antes que cometer los errores de Castilla y León, con mensajes agónicos y desquiciados que protagonizó el difunto Casado con Mañueco de mera comparsa, Moreno ha controlado hasta el milímetro su campaña: Feijoó y Gamarra tendrán caravana propia y a él le tocará proyectar el perfil institucional y moderado que le ha convertido en un valor seguro en el PP, el del hombre tranquilo que obró el milagro para los populares. A continuación, cinco factores que decidirán si continúa como Presidente de la Junta de Andalucía.

La concentración del voto útil de centroizquierda: el presidente popular que no molesta

“Algunos votantes de centroizquierda saben que su opción política no va a salir y por eso hay quien dice que prefiere que gobierne solo a mal acompañado, por lo que han decidido que me van a prestar su voto”. Fue una de las reflexiones que brindó el presidente de la Junta de Andalucía durante su participación, este martes, en el ciclo electoral organizado por Europa Press Andalucía en la que expuso, sin ambages, su intención de apelar al votante de centroizquierda para conformar una mayoría suficiente que le permita gobernar en solitario. Los datos que manejan en las encuestas más optimistas le acercan a los 50 diputados, sin embargo el barómetro preelectoral del Centro de Estudios Andaluces les deja en una horquilla de 43-44 diputados, muy lejos de la mayoría absoluta (55).

Para ensanchar la base que ya tienen, de cara a esta campaña el PP trabaja con la tesis de que “es más óptimo crecer por el centroizquierda, que por el lado de Vox”, “hay más donde pillar”, sostienen fuentes de la campaña. Una parte a bolsa de votos, en concreto unos 90 mil, se encontraría en esos más de 500 mil electores que se quedaron en casa en 2018 y que, sin embargo, en las generales de marzo de 2019 dieron su voto al proyecto de Pedro Sánchez. Son votantes que, a ojos del PP, castigaron el proyecto político agotado del PSOE, y las inercias de casi cuatro décadas de gobierno, que antes de dar su voto a otras fuerzas políticas, se quedaron en casa. En esta ocasión, la hipótesis es que antes de que el partido de Santiago Abascal entre en el Ejecutivo autonómico, es preferible concentrar el voto útil en torno a la marca Moreno, por encima, según los sondeos, a las siglas PP.

La razón, para los populares, es clara: una vez construido el perfil de líder moderado, regionalista, con un discurso de “revolución verde” –otra cosa es la práctica- y que ha marcado como límites el respeto al Estatuto de Autonomía y la Constitución, no tiene sentido que, con el objetivo de arañar un número incierto de votos cercanos a Vox, Moreno vire su discurso. “No hemos encontrado a nadie que diga abiertamente que le cae mal Juanma, eso es raro en los políticos, Juanma no molesta”, confiesan abiertamente desde el equipo del presidente.

La incógnita de Vox: ¿habrá o no efecto Macarena Olona?

“No quiero coaliciones de líos, Andalucía necesita un gobierno sólido y viable”, recalcó Moreno en este mismo foro. “Apelo a la Andalucía serena, a la que no chilla”, a esos andaluces, expuso, “que son serenos, tolerantes, abiertos, plurales, diversos, la mayoría que no chilla y no es radical”. La glosa al andaluz al que aspira convencer el presidente de la Junta choca de manera frontal con lo que de sí mismos proyectan los dirigentes de Vox que, para estas elecciones autonómicas, superado el affaire del empadronamiento en Salobreña, han propuesto como candidata a un peso pesado como Macarena Olona, experta en el cuerpo a cuerpo del que rehúye Moreno.

“Ni hemos entrado en los del empadronamiento, ni en el recurso contra Teresa Rodríguez, ni en la marca Por Andalucía… Nuestra campaña es nuestro libro, no vamos a entrar en polémicas”, expone una fuente de la campaña.
En las semanas previas a las elecciones de 2018, ningún sondeo se acercó al resultado tan apabullante que consiguió Vox, 12 escaños, siendo además el Parlamento andaluz la primera institución en la que entraban de facto en todo el territorio nacional. Ahora, las encuestas coinciden en su crecimiento pero no así en si el efecto Olona tendrá finalmente el rédito esperado. El margen de crecimiento de Vox es, a 15 días de que se abran las urnas, una verdadera incógnita si bien, a la luz de los sondeos, esta marca crece en todas partes a costa del resto de partidos, incluso en enclaves históricos del PSOE, donde los de Abascal se situarían por encima del PSOE.

Este trasvase de votos, sin embargo, no preocupa al PP en demasía: “Por cada voto que nos come Vox a nosotros, nosotros le quitamos 10 al PSOE”, sostienen desde el PP.

Sin embargo, crezca más o menos, sus escaños tienen precio y se llama entrar en el Gobierno. Ha sido esta semana, a través de Jorge Buxadé, vicepresidente del partido, cuando el partido de ultraderecha ha manifestado su intención de entrar en el Gobierno y no “regalar votos”: “Los diputados de Vox serán determinantes para las políticas de Andalucía desde dentro del Gobierno”. Un verdadero quebranto para Moreno.

Ciudadanos: si sobrevive será vital

¿Sobrevivirá Ciudadanos? Por mucho flotador salvavidas con el que se haya fotografiado Juan Marín, vicepresidente de la Junta de Andalucía y líder regional del partido naranja, es imposible determinar si habrá un número suficiente de fieles al proyecto que fundó Albert Rivera que se pueda traducir luego en escaños.

El barómetro del Centro de Estudios Andaluces, el CIS andaluz dependiente de la Consejería de Presidencia, al que se presupone más cocina y más afinidad con los proyectos políticos que sostienen el actual Gobierno de la Junta –PP y Cs-, mantenía a flote el partido en la siguiente legislatura con tan sólo dos escaños. Esta cifra impediría que Marín formara grupo propio pero, sin embargo, serían determinantes para acercar al PP a la mayoría absoluta que le libre de Vox.

Lejos quedan el magnífico resultado obtenido en las elecciones de 2018, con 21 diputados, que se tradujeron en cinco consejerías y la presidencia del Parlamento de Andalucía.

Tal debacle se espera en los naranjas, que desde la disolución de la Cámara, ha habido un rosario de dimisiones de distintos dirigentes y líderes provinciales e incluso en los últimos días hay ex diputados andaluces que piden abiertamente el voto para Juanma Moreno.

A perro flaco, todo son pulgas, dice el refrán, pero lo cierto es que, al menos la precampaña, Ciudadanos ha adolecido de coherencia en el mensaje: lo mismo Marín se presenta como líder andalucista que Arrimadas propone acabar con la distinción entre nacionalidades y regiones que blinda la Constitución.

El PSOE puede poner en marcha la poderosa maquinaria del poder local

Para un candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía que es desconocido para un tercio (32,8%) de la población según los datos del último Cetra, el mayor activo para que su mensaje cale es el de contar con los alcaldes socialistas, que son mayoría en toda la comunidad. De los 786 ayuntamientos, el PSOE gobierna en 458, es decir, un 60% del total.

Ya en su campaña en las primarias que le ganó a Susana Díaz, Juan Espadas, ex alcalde de Sevilla, se apoyó en el municipalismo como uno de los ejes de campaña. Ahora, no se trata de proyectar un mensaje, sino de una verdadera necesidad para que los registros que se obtengan no caigan por debajo de los 33 escaños en que la ex presidenta de la Junta dejó la marca PSOE.

En el PP son consciente de que el PSOE andaluz “es la maquinaria más poderosa de toda la democracia española”, en definición de un alto dirigente popular. Pese a que en la dirección del PP andaluz ven a un Espadas “desdibujado, con una campaña dirigida desde Madrid”, prefieren llamar a la prudencia y no minusvalorar a un adversario político con una capacidad de movilización probada comicio tras comicio. El lema #Sivotamos, ganamos, surgido de manera espontánea en un mitin en Almería, es a día de hoy el mejor mensaje que ha sabido proyectar Espadas.

De hecho, a juicio de las fuentes consultadas, entre las filas populares se tema a que haya una verdadera movilización de los alcaldes socialistas, a los que Espadas ha pedido de manera reiterada su implicación en esta campaña, que irán entrando en temperatura a medida que se acerque el 19J.

No hay miedo, por el contrario, al “turismo electoral” que practican, en palabras de Moreno, los ministros del Gobierno de España y el propio presidente. “Que baje Pedro Sánchez, que baje mucho”, ironizaba un alto cargo popular.

La participación, domingo de romerías y playas

Así las cosas, el verdadero factor que determinará si Juanma Moreno repite como presidente o si se repiten elecciones –extremo no descartado de lleno por el líder popular- es la participación en las que serán las decimosegundas elecciones de carácter autonómico y las séptimas en solitario en Andalucía.

En 2018, con más de 6,5 millones de andaluces estaban llamados a las urnas, la participación cayó al 58,65%, la menor cifra en comicios andaluces desde 1990, motivado, en una parte, por el castigo del votante socialista a su proyecto. Es decir, hace cuatro años, la abstención alcanzó más del 41%.

En un domingo de junio, con las clásicas dinámicas preveraniegas de escapadas a las playas, en las que además es puente festivo por el Corpus Christi en Sevilla y Granada, la incógnita es saber cómo responderá la ciudadanía andaluza a la llamada de las urnas.

El próximo 19 de junio, saldremos de dudas.

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