Abertis alarga un mes la agonía de su plantilla de autopistas

Abertis constituye la mesa de negociación del convenio con los sindicatos pero les emplaza a septiembre para la primera reunión con contenido

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La incertidumbre se ha adueñado de la plantilla de Abertis, especialmente de la del área de autopistas, por la decisión del Gobierno de no renovar la gestión de dos tramos de la AP-7 y otro de la AP-4, cuya concesión vence a final de año. Por ello, los sindicatos querían pedir ya explicaciones a la empresa controlada por Atlantia, ACS y Hochtief, pero tendrán que esperar más de un mes para obtener respuestas.

Abertis y los representantes de su plantilla de autopistas constituyeron este martes la mesa de negociación del nuevo convenio colectivo, para que esté vigente a partir del 1 de enero de 2020. Los sindicatos, liderados por CCOO, denunciaron el convenio con seis meses de antelación precisamente para forzar a la compañía a sentarse y dar explicaciones con respecto al fin de la concesión de Aumar, que gestiona dos tramos de la AP-7 y uno de la AP-4.

El objetivo de los representantes de la plantilla, por ahora, ha sido fallido. Se ha constituido la mesa pero no se ha tratado contenido alguno, según explicaron fuentes sindicales, que lamentaron que Abertis no respondió ninguna de sus peticiones de información. A penas se han puesto de acuerdo en el calendario, aunque lo que está claro es que hasta principios de septiembre, a priori el día 4, no celebrarán la próxima reunión.

La plantilla de Abertis está preocupada por las consecuencias de la pérdida de la concesión de Aumar, una de las filiales del grupo de origen catalán, donde trabajan 300 personas. Temen que puede haber un ERE para una parte importante de esta plantilla, pero su temor va más allá, puesto que en 2021 vence la concesión de Acesa, la más importante del grupo en España.

La inquietud también tiene que ver con el hecho de que la empresa que dirige José Aljaro no les ha dicho todavía qué pasará con Aumar, pese a que está en contacto con el Ministerio de Fomento para la reversión de la concesión. El Gobierno está auditando el estado de la vía para asegurarse que vuelve a sus manos en perfecto estado y están pactando el número de trabajadores a subrogar, es decir, lo que seguirán cuando se saque a concurso la concesión de mantenimiento.

La reivindicación de la plantilla de Abertis

Antes de la reunión de este martes, los sindicatos han trasladado a Abertis documentación con sus reivindicaciones de cara al nuevo convenio, que pasan principalmente por mantener las condiciones de los empleados y asegurar el mantenimiento del máximo empleo. En este sentido, y referido directamente al final de la concesión de Aumar, piden que se busque una solución de más amplia, con una oferta de prejubilaciones y bajas voluntarias en todo el grupo que incluya movilidad.

Desde Abertis, prefieren no mezclar ambas negociaciones, la del convenio y la que pueda venir por Aumar. Fuentes cercanas a la empresa admiten que tendrá que haber un ERE para parte de la plantilla de esta concesionaria, aunque la cifra es todavía una incógnita. De momento, ha ganado algo más de un mes hasta volverse a ver las caras con los representantes de la plantilla.

Los sindicatos han pedido también a Abertis una documentación que, en teoría, la compañía ha remitido ya al Ministerio de Fomento respecto a la reversión de la concesión de Aumar y el personal que podría continuar cuando el Gobierno saque a concurso el mantenimiento de la vía a partir de enero. Tampoco han recibido esta información.

El futuro de los peajes

Tras más de 40 años, el 31 de diciembre vence la concesión de Aumar y el Gobierno no la renovará. Los últimos tres ministros de Fomento, incluido José Manuel Ábalos, aseguraron que terminarían con los peajes, y no ha habido marcha atrás. El ministro socialista ya debutó a finales de 2018 con un tramo de la AP-1 que gestionaba Itinere y para cuyo mantenimiento todavía no hay concurso.

Aumar gestiona 479 kilómetros de autopistas de peaje en tres tramos: dos de la AP-7, entre Tarragona y Alicante, y uno de la AP-4, entre Sevilla y Cádiz. En la concesionaria trabajan 300 personas, además de entre 600 y 700 de empresas subcontratados. La idea es sacar a concurso el mantenimiento a partir de enero, aunque las bases y el pliego de condiciones del concurso no han visto todavía la luz.

El golpe para Abertis puede ser todavía peor en verano de 2021, cuando terminan las concesiones de Acesa, la concesionaria más importante de España en beneficios, con 308 millones en 2018. Acesa gestiona dos tramos de la AP-7 (de La Jonquera a Tarragona) y uno de la AP-2 (de Zaragoza a Tarragona).

Xavier Alegret

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