Los autónomos, contra Sánchez: la situación empresarial es caótica

Con la vista puesta en el Consejo de Ministros de este martes, los autónomos intentarán lograr reivindicaciones que llevan semanas sobre la mesa

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Los autónomos esperan a que Pedro Sánchez dé luz verde a sus reivindicaciones. Es la sensación que hay en las distintas organizaciones de trabajadores por cuenta propia, que no han parado de reiterar que las decisiones del Gobierno para frenar el coronavirus van a tener un impacto durísimo en el tejido empresarial del país. Las miradas están puestas en el Consejo de Ministros de este martes, donde se podrían anunciar nuevas medidas para este colectivo.

De momento, la lista es casi tan larga como la de medidas que van en su contra, como el encarecimiento del despido durante el Estado de alarma —las razones económicas dejan de ser una causa objetiva— y el no a paralizar las obligaciones tributarias cuando se frena en seco su actividad.

El resumen que trasladan desde la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) es que la situación empresarial actual es un caos. Celia Ferrero, su vicepresidenta, hace hincapié en la «inseguridad jurídica» que ahora mismo rodea a los autónomos.

La última trampa de la que han sido víctimas ha llegado tras el anuncio del cierre casi total de la actividad. Con la publicación nocturna del Boletín Oficial del Estado (BOE), en el que se definía quién podía ir a trabajar al lunes siguiente y quien no, llegaron más problemas. 

Desde la federación de autónomos entienden que suspender determinadas actividades económicas, pero no a los trabajadores por cuenta propia que trabajan en ellas, deja a los autónomos en un auténtico limbo jurídico.

Lorenzo Amor, presidente de ATA, y Celia Ferrero, vicepresidenta.

Desde ATA explican que tienen constancia de autónomos que fueron este lunes a trabajar y vieron cómo las fuerzas y cuerpo de seguridad lo impedían, explicándoles que su servicio no entraba dentro de lo que el Gobierno entiende como actividades esenciales (25 sectores). «Alguno se ha vuelto a casa con multa», explican. 

Listado de reivindicaciones lanzadas

Ante esta situación, que queda por ver cómo se repara, ATA añade un nuevo listado de medidas que pueden corregir la situación actual. La primera es que se suspenda la cuota a autónomos correspondiente a los meses de marzo, abril y mayo.  

También quieren quedar exentos del pago de impuestos. Piden que, mientras dure el Estado de alarma, se supriman los trámites impositivos y las obligaciones tributarias del primer trimestre. «No tiene sentido que se pare la economía y no hacer hibernar el calendario tributario», explica al respecto la vicepresidenta de ATA.

Listado de reivindicaciones de ATA.

Parece que la medida que encuentra mayor consenso es la moratoria en las cuotas. El encargado de desarrollar esta norma será el ministro José Luis Escrivá, quien establecerá las posibilidades de acogerse a ella en función de las posibilidades financieras de la Seguridad y Social y del daño que estén sufriendo autónomos y pymes. Otra de las reivindicaciones que podría aprobar el Gobierno es el aplazamiento del pago de cantidades adeudadas en los suministros básicos, como el agua, la luz y el gas.

Con los ojos puestos en el Consejo de Ministros

Estas decisiones se podrían tomar en el Consejo de Ministros de este martes. Se trataría de medidas que, de acuerdo a fuentes cercanas a las organizaciones principales de autónomos, relajarían las tensiones con el Ejecutivo.

Todo han sido encontronazos hasta el momento. El viernes 27 de marzo, la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos , junto a la CEOE y Cepyme, lanzó un comunicado en el que dejaban constancia de «nuestra preocupación por las decisiones aprobadas hoy por el Consejo de Ministros». El paquete de medidas «va a dañar a muchos autónomos y pequeñas empresas y limitan su libertad de actuación y maniobra para salvar su empresa y el mayor número de empleos», expresaron.

Desde el Ejecutivo, lejos de mantenerse en un papel institucional, no han dudado en señalar a quienes les han criticado. Así lo hizo la ministra de trabajo, Yolanza Díaz, quien afirmó que nadie del Gobierno iba a «aceptar presiones» para alterar las medidas decretadas para el Estado de alarma. 

La postura de Díaz fue respaldada por el vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias, que acompañó las declaraciones de Díaz en redes sociales con un mensaje: «Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general», afirmó.

Lo cierto, según explica Celia Ferrero, es que «no se han sentado a hablar ni negociar con nosotros».  La deriva del Gobierno parece clara si no aceptan una mesa de diálogo para escuchar y entender cómo funciona el tejido empresarial.

«Ellos no tienen el pulso diario que tenemos nosotros, que recibimos 43.000 llamadas de autónomos diciéndonos qué les está pasando y contándonos cuáles son las circunstancias de cada uno de ellos, porque entre los autónomos hay de todo. Es un colectivo muy heterogéneo», concluye.

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Cristian Reche

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