Brufau (Repsol), muy crítico con Sánchez: cuide más a la industria

Pide al nuevo gobierno un plan de reindustrialización y que valore el coste de su política energética

Antoni Brufau y Josu Jon Imaz, presidente y consejero delegado de Repsol. EFE

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Antonio Brufau, presidente de Repsol, ha inaugurado la junta de accionistas de la petrolera con una «reflexión» sobre los efectos sobre el tejido industrial de las políticas medioambientales lanzadas la anterior legislatura por Pedro Sánchez y la ministra de Transición Energética, Teresa Ribera.

Concretamente, se ha referido al Plan de Energía y Clima que presentó el ministerio en febrero. «Deberían reflexionar sobre el coste beneficio de que España lidere el movimiento de cambio climático en España», apuntó en una clara referencia a los movimientos que en esta materia se impulse en la nueva legislatura.

«Esta idea de que España lidere el movimiento de la lucha del cambio climático, pero me planteo si reducir 114 millones de toneladas de emisiones  lo podemos hacer y el coste que va a tener», apuntó. En concreto, Brufau se ha referido a impacto que está medida puede tener sobre la industria. 

«La reflexión que deberíamos hacer es que si tenemos que dejar de producir aluminio en España, pero lo tengo que importar de Turquía las emisiones serán las mismas. Pero, ¿qué impactos van a tener en la industria española? Tenemos que ser responsables y no calentar el plantea; pero esto también pasa por planes de industrialización…», apostilló.

El consejero delegado de la petrolera, Josu Jon Imaz, también insistió durante su discurso que esperaba ser parte «de la solución» en la mejora de la sostenibilidad. Imaz insistió en que era algo que ya le reconocía el mercado: «el 30% de los fondos tenemos en el capital siguen estos objetivos», señaló.

Repsol, a disposición del nuevo gobierno

El presidente de Repsol se ha puesto a disposición del futuro gobierno para trabajar con ellos en un marco normativo que combine la transición energética con el desarrollo industrial. 

En este sentido, Brufau ha recordado el impacto que las malas políticas pueden tener en el bolsillo del consumidor y ha arremetido contra la política de renovables que se está pagando en precio de la electricidad. «El impulso de renovables que no eran rentables aún repercute en el precio», señaló.

En la junta en la que se enfrentará a su última reelección como presidente de la petrolera, también ha pedido que se impulsen otras tecnologías que no se están desarrollando, como las tecnologías que permiten capturar las emisiones de CO2.

Objetivos a 2020 totalmente reiterados

El consejero delegado de Repsol insistió en que la compañía se encuentra en disposición de cumplir con todos sus objetivos estratégicos, tanto a nivel de inversiones (15.000 millones entre 2018 y 2020) y adelantó el impacto positivo que la digitalización va a tener en la generación de caja de la empresa. Repsol espera incrementar su capacidad de generar dinero en 1.000 millones a medio plazo gracias a ello.

Hasta 2020, fecha en la que finaliza el actual plan estratégico, la generación de caja mejoría por el salto digital en 300 millones. En total, espera alcanzar los 6.500 millones en 2020, frente a los 4.600 millones.

El punto crítico para todos los objetivos de la empresa es la evolución del precio del barril. Todo el plan está construido sobre la expectativa de que el precio del barril se mantenga por encima de los 50 dólares el barril.

Durante el turno de respuesta a los accionistas, Antonio Brufau señaló que los accionistas recuperarán el euro por acción de dividendo, con cargo a los resultados logrados en el ejercicio 2019. La junta de accionistas celebrada este viernes daba luz verde a un dividendo de 0,95 euros por título con cargo a los resultados de 2018.

Imaz insistió en que la política de retribución para el accionista es clave para la compañía y que trabaja en mejorarla. Además, recordó que la compañía amortiza ahora las acciones de nueva emisión que se pagan a través del scrip dividend, con el objetivo de no diluir a los accionistas. Uno de los más beneficiados por esta medida es Sacyr, que controla un 7,99% del capital y es su primer propietario, que puede cobrar el dividendo en efectivo sin riesgo de reducir su participación.

Los accionistas aprobaron todas las propuestas del consejo de administración, entre ellas la reelección de Antonio Brufau y de Josu Jon Imaz como presidente y consejero delegado del grupo durante cuatro años más. 

 

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