Carlyle purga la cúpula de Codorníu y manda un mensaje a la plantilla

El decano del cava recorta la alta dirección de la empresa a la mitad y ya pone en alerta a la plantilla: "Si van a por nosotros, nos encontrarán"

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El ajuste comenzó cuando, a primeros de noviembre, Codorníu anunció que Ramón Raventós sería el nuevo consejero delegado de la cavista. Prácticamente embajador de Carlyle durante todo el proceso de compra, el dirigente se ganó el favor del fondo y este viernes asestó el golpe al resto de la cúpula cuando comunicó el despido a cinco de los nueve directores generales de la empresa. El recorte amenaza ahora con trasladarse a los trabajadores rasos.

Impulsada por su accionista mayoritario, la cavista despidió a Natalia Gómez, directora de marketing; Marta Pinart, directora de control y planificación; Álvaro Bailo, director de estrategia y recursos humanos; Xavier Farré, director de viticultura; y Pere Escolar, director de operaciones. El “ajuste organizativo” se hizo con el objetivo de ganar en eficiencia y hacer más ágil la toma de decisiones, defienden fuentes del mercado. Economía Digital no pudo confirmar el ahorro real de la medida ni si será el último ajuste entre la alta dirección de la empresa.

Por el momento, Jaume Mariné, director financiero; Andreu Galindo, director comercial; Matteo D’Imporzano, director comercial europeo; y Diego Pinilla, director de enología, tomarán las funciones del resto de divisiones eliminadas. Completarán el organigrama el propio Ramón Raventós y Alex Wagenberg, socio de Carlyle y que ocupa la presidencia de la empresa.

En Sant Sadurní se teme que el recorte se traslade ahora a la plantilla

El pálpito en las bodegas de Sant Sadurní d’Anoia es que el ‘tijeretazo’ en las altas esferas es sólo un primer paso. De hecho, fuentes implicadas en la adquisición de la compañía auguraban hace algunos días un nuevo recorte después del ERE acometido en primavera de 2017 para alcanzar los objetivos de rentabilidad que maneja el fondo de inversión estadounidense.

A falta de concretar la forma y el tiempo del ajuste, la plantilla espera inquieta el encuentro con el primer ejecutivo del grupo. «No vamos a permitir que la nueva dirección ponga en peligro los puestos de trabajo de la empresa», advirtieron desde la sección sindical de Comisiones Obreras, el sindicato mayoritario en la cavista. «Si quieren buscarnos, nos encontrarán», amenazaron.

Codorníu: una sacudida que ya supera el año

El ajuste pone el punto y final a una salida que comenzó incluso antes de que Carlyle se interesara por Codorníu. Tras 12 años como director general, Javier Pagés iba a sustituir a Mar Raventós en la presidencia institucional, que anunció su jubilación para finales de 2018.

No obstante, la adquisición trastocó el relevo y complicó la situación a Pagés, que se posicionó en contra de la oferta de Carlyle y contrató a AZ Capital para encontrar un interesado alternativo. Las conversaciones con Vranken Pommery –la alternativa que manejaba el consejo– no fructificaron, por lo que se quedó sin la confianza del principal accionista. El ejecutivo encontró entonces en la DO Cava una vía para seguir vinculado al negocio.

Carles Huguet

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