Colonial tiene 800 millones para continuar con las compras

La compañía inmobiliaria ganó un 34% menos por efectos contables pero mejoró un 17% sus ingresos por rentas y el valor de sus activos

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Colonial anunció hace menos de un mes el plan Alpha II, para invertir cerca de 400 millones de euros en Barcelona, Madrid y París. La mayoría se ejecutará este año, aunque parte irá a algún proyecto más a largo plazo, como la construcción de un edificio en la plaza Europa de l’Hospitalet de Llobregat en una joint venture con la familia Puig.

Pero el músculo inversor de la inmobiliaria presidida por Joan José Brugera no termina ahí. La compañía, que ha presentado resultados este miércoles, tiene una liquidez de 800 millones para acometer compras sin endeudarse, por lo que no descarta cerrar más operaciones este año además de las ya anunciadas.

En los últimos dos años, Colonial ha obtenido unos 2.000 millones de euros en los mercados. Una parte ha ido a renovar créditos y, aprovechando los bajos tipos de interés, rebajar su coste, como la emisión de 600 millones de deuda emitida en 2016. Otra parte ha ido a financiar operaciones, pero quedan todavía unos 800 millones disponibles.

Pese a este potencial, la compañía ha asegurado que, si hay oportunidades que sobrepasan esta capacidad, puede continuar accediendo al mercado para conseguir más financiación. Esto incrementaría su deuda, que se sitúa sobre los 3.300 millones, un 41,4% del valor de sus activos. En 2016 ya se elevó unos 400 millones, pero su ratio respecto a los activos era más alto.

Y es que la inmobiliaria dirigida por Pere Viñolas cerró 2016 con récord de valoración de sus activos, que se situó en los 8.069 millones de euros. Esto es un 17% más que en 2015, y un 9% en términos comparables (es decir, teniendo en cuenta los mismos metros cuadrados).

Gracias a este incremento, provocado por la subida de las rentas en oficinas de las zonas prime de Barcelona, Madrid y París, tuvo un incremento por rentas del 17% –un 9% en términos comparables–. No sólo crecieron las rentas: también la ocupación de sus edificios, en más de tres puntos, hasta el 97%.

Por ello, el ebitda creció un 10%, hasta los 220 millones, y el resultado neto recurrente, un 83% hasta los 68 millones. La única cifra negativa fue el resultado neto, que cayó un 34%, hasta los 274 millones. El consejero delegado de Colonial, Pere Viñolas, explicó este descenso por un factor contable: el resultado incluye el valor de los activos. Pese a que se revalorizaron, lo hicieron menos que en 2015, lo que castiga el resultado por comparación.

Además de compras, en 2016 Colonial también hizo desinversiones. En septiembre se vendió un edificio en la calle Ausiàs March de Barcelona por 15 millones de euros, que compró el family office de la familia Miquel, antiguos propietarios de Miquel Alimentació.

Controlada por el grupo mexicano Finaccess (13,2%) y por el fondo soberano de Qatar (13%), Colonial es de las pocas grandes compañías del sector que se resiste a convertirse formalmente en socimi (sociedad de inversión inmobiliaria). Su presidente, Juan José Brugera, explicó que se está estudiando mutar a socimi, pero no dio más detalles porque el asunto debe pasar por la junta de accionistas prevista para junio.

Xavier Alegret

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