IAG augura que el sector aéreo no se recuperará hasta 2023

El dueño de Iberia y Vueling pierde 1.683 millones en el primer trimestre por el coronavirus y se prepara para un golpe todavía mayor en el segundo

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La ansiada recuperación económica en forma de V cada vez tiene menos defensores. La teoría del año perdido no se sostiene en el sector de la aviación​ y el dueño de Iberia y Vueling ya augura que la industria no se recuperará hasta 2023. Para empezar, International Airlines Group –que también engloba a British Airways y Aer Lingus— perdió 1.683 millones de euros en el primer trimestre de 2020 y ya espera un golpe todavía mayor en el segundo por “el devastador impacto” del coronavirus.

El todavía consejero delegado del grupo, Willie Walsh, explicó este jueves que no espera que la demanda “se recupere al nivel de 2019 hasta 2023, como muy pronto”. “Esto significa que reestructurar todo el conglomerado es esencial para superar la crisis y mantener el nivel adecuado de liquidez”, añadió. De este modo, la organización aplazará la recepción de los 68 aviones que tiene pendientes de ser entregados.

Para hacer frente al golpe, British Airways, dirigida por el español Álex Cruz, ya tiene en marcha un plan de despidos que podría alcanzar los 12.000 trabajadores. Mientras, en Iberia y Vueling la gran mayoría de la plantilla fue sometida a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

«La operativa se ha reducido un 94%», admiten desde IAG

Las dos aerolíneas españolas pidieron préstamos por valor de 1.010 millones de euros avalados en un 70% por el Instituto de Crédito Oficial (ICO). La fecha de devolución es, precisamente, el 30 de abril de 2023. British Airways se acogió a las ayudas del Coronavirus Corporate Finance Facility (CCFF) del Reino Unido.

Según informó la empresa en un comunicado, la operativa «se ha reducido un 94% desde finales de marzo con la mayor parte de los aviones en tierra y con los restantes operando un número limitado de vuelos de pasajeros, de repatriación y exclusivamente de carga».

En mayo y abril, IAG reducirá sus costes desde los 440 millones de euros semanales hasta los 200 millones. Además, la inversión en inmovilizado se ha recortado en 1.200 millones. Todo para poder volver a volar en julio, con una reducción del número de pasajeros transportados a final de año del 50%. No obstante, los planes podrían ser solo papel mojado en cualquier momento: «están sujetos a una gran incertidumbre y dependen del levantamiento de las medidas de confinamiento y las restricciones a los viajes».

IAG: un agujero de 1.600 millones

La Covid-19 se dejará notar hasta 2023, pero su primer impacto ya agujerea las cuentas del conglomerado aéreo. En el primer trimestre, la firma perdió 1.683 millones de euros por «el devastador impacto» de la pandemia frente a las ganancias de 70 millones del mismo periodo del año anterior. Además, los ingresos bajaron el 13,4% hasta los 4.585 millones.

El propio Willie Walsh admite que el segundo trimestre «será considerablemente peor» que el primero; un peaje que, según las expectativas más optimistas, debería mitigarse en julio con el retorno de los aviones al aire.

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Carles Huguet

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