Daurella ingresa 74M€ pese a la caída de la Coca-Cola

A pesar de los intentos de muchos gobiernos por reducir el consumo de bebidas azucaradas, Coca-Cola logra la fórmula para vender cada vez más. Sí, la bebida insignia de la marca cae en el Viejo Continente al ritmo del 1%, pero los resultados de Coca-Cola European Partners –la embotelladora europea— crecen el 3,5% en 2018. Y su presidenta, Sol Daurella, se beneficia con la lluvia en forma de dividendos.

Además de unas ganancias de 775 millones de euros hasta septiembre, la sociedad cotizada anunció un incremento del dividendo hasta los 0,28 euros por acción frente a los 0,26 euros con los que remuneró a sus accionistas el pasado 29 de mayo y 6 de septiembre. El incremento hace que la empresa ya dedique prácticamente el 50% de las ganancias al pago de sus propietarios.

Con el aumento, Sol Daurella se embolsará a lo largo de 2018 alrededor de 74,2 millones de euros, según los cálculos realizados por Economía Digital en base a las 486.380.000 acciones que tiene la empresa, según Bloomberg. La sexta fortuna de España, según El Mundo, percibirá 26 millones el próximo 20 de noviembre. La cifra se suma a los dos pagos de 24,1 millones ya cobrados durante el año.

Sin embargo, Coca-Cola European Partners no remunerará directamente a la directiva, pues su participación sobre la compañía es indirecta. La catalana controla el 55,6% de la sociedad Olive Partners que a su vez es propietaria del 34,4% del conglomerado continental.

De este modo, la multinacional basada en Londres distribuirá hasta 133,8 millones de euros a su accionista español. Otro de los beneficiados será Javier Gómez-Trénor, la vigesimoséptima fortuna del país y destacado representante de la burguesía valenciana.

Pero los dividendos no son los únicos emolumentos que Daurella percibe del grupo de bebidas azucaradas. En 2017 obtuvo 581.000 libras esterlinas –más de 630.000 euros al cambio actual– por su cargo como presidenta.

La fórmula de la Coca-Cola: ganar más cuando tu producto estrellas se vende menos

Si el secreto mejor guardado de la empresa es la fórmula con la que realiza su bebida, otra de sus claves es la reinvención para ganar todavía más cuando la Coca-Cola tradicional está en declive. Durante el tercer trimestre, el refresco clásico cayó al ritmo del 1%, pero las ganancias subieron el 18% frente al mismo periodo del año anterior. En el acumulado de todo el año, el crecimiento es del 3,5%.

La compañía vio como la versión Zero azucares de la bebida se disparó el 18%. La escalada no es nueva pues el pasado ejercicio ya acumuló un salto del 15% «que compensó el descenso de otras marcas», dijo la sociedad.

Más allá del refresco de cola –todavía el motor del grupo, con más del 60% de las ventas–, las marcas Fanta, Schweppes y Sprite elevaron su facturación el 9,5% y la división de aguas tuvo una expansión del 9%.