El apoyo de los grandes bancos, insuficiente para refinanciar la deuda de GAM

La homologación del acuerdo requiere del 75% del pasivo representado en el préstamo sindicado, y solo cuenta con el 25%

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No está siendo fácil sacar adelante el proyecto que, impulsado por el Gobierno hace un año, buscaba salvar de la quiebra a aquellas empresas que, aun estando altamente endeudadas, podían salir adelante si se les aliviaba la carga financiera.

Y la empresa General de Alquiler de Maquinaria (GAM), la cotizada asturiana especializada en la gestión integral de maquinaria, puede dar fe de ello. Fue de las primeras que, nada más aprobarse el Real Decreto-ley, salió a la palestra como susceptible de ser ayudada por esta vía.

Sin recursos para pagar la deuda

Venía de años de grandes volúmenes de facturación que le permitieron obtener grandes beneficios. Pero, de la noche a la mañana, se vio hace ochos años con una deuda financiera de 600 millones de euros y ya sin recursos suficientes para pagarla. Tuvo que despedir al 70% de la plantilla y ha logrado reducir esa deuda a 265 millones a finales de 2014. Pero sigue siendo muy alta para los ahora apenas 100 millones que ingresa.

Por eso, fue GAM una de las primeras compañías en la que, a instancias del Gobierno, se fijó el G-6 (Santander, BBVA, Caixabank, Bankia, Popular y Sabadell) para formar parte del conocido como ‘proyecto Fénix’, destinado a transferir, convertida en acciones, deuda no sostenible de empresas.

El tema se enreda

Pero un año después, el asunto no acaba de arrancar. Aunque todo parecía encauzarse a mediados de noviembre, cuando GAM y las entidades financieras acreedoras (las del G-6 más Liberbank, Kutxabank y Abanca) firmaron un acuerdo de intenciones para reestructurar el 90% del pasivo bancario, lo cierto es que a pocos días de que venza el plazo dado para cerrar el acuerdo, sigue sin firmarse nada.

La propuesta prevé reducir la deuda a 125 millones de euros, mediante la conversión de unos 60 millones en préstamo participativo eventualmente convertible en acciones, y capitalizar los 80 millones restantes de deuda en la propia GAM y, eventualmente, en Assetco, una sociedad de nueva creación tenedora de determinados activos actualmente operativos en España y el resto de mercados europeos. Asimismo, se preveía la concesión de casi 4 millones de financiación adicional.

Accionistas, ahora y después

De llegarse al acuerdo, las entidades financieras se quedarían con el 75% del capital y los actuales accionistas con el 25% restante, con la consecuente dilución. Además de Pedro Luis Fernández, presidente de GAM, que ostenta el 8,06%, entre los principales figuran Héctor Fabián Gómez-Sáinz –que dimitió como consejero en noviembre de 2014– con el 8,56%, o Ramón Marsal, que acredita un 7,36%.

Otros accionistas de referencia son Banco de Madrid Gestión Activos, que ha comunicado la tenencia de un 3,279% tras el aumento de capital llevado a cabo para atender las solicitudes de conversión de bonistas. O el banco suizo UBS, que entre los pasados 28 de noviembre de 2014 y 9 de marzo de 2015 ha llevado a cabo cinco operaciones de compra y venta, hasta el 4,78% que actualmente tiene notificado antes la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Porcentaje requerido en préstamos sindicados

Si todo pintaba también, ¿por qué no se ha alcanzado un acuerdo definitivo sobre la refinanciación de GAM? Curiosamente, el problema radica en uno de los aspectos recogidos en ese real decreto-ley de rescate de empresas.

El que alude al porcentaje necesario del 75% del pasivo para que, en caso de préstamos sindicados, sea homologado válido el acuerdo de refinanciación. En el caso de GAM, ya se han adherido al acuerdo las seis entidades del G-6, pero solo llegan al 50% de ese pasivo. Es necesario que lo hagan también Liberbank y Kutxabank para evitar lo peor, que la empresa, después de todos los ajustes acometidos, tuviera que acogerse al concurso de acreedores.

Casi 30 millones de pérdidas en 2014

Respecto a la composición de sus 265 millones de euros, aproximadamente el 9% está asociada con contratos de leasings financiero, con vencimientos comprendido entre 1 y 5 años; un 3% es deuda por la emisión de bonos convertibles en acciones, que vence en 2017; un 25% corresponde con préstamos participativos. Y, el resto, es deuda originada por la adquisición de compañías y financiación con entidades financieras para la adquisición de maquinaria.

GAM cerró 2014 con unas pérdidas de 29 millones de euros, 12 millones más que en 2013 y obtuvo un resultado financiero negativo de 10 millones, la misma cantidad, pero en positivo, de un año antes.

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