El magnate ruso Fridman (DIA) trata de esquivar su imputación por Zed

El empresario multimillonario y máximo accionista de DIA reclama cambiar su citación de septiembre ante la Audiencia Nacional

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Mikhail Fridman se sacude de su imputación en la causa que investiga supuestas irregularidades en la caída del grupo tecnológico Zed, y reclama suspender su citación como imputado prevista para el 12 de septiembre ante la Audiencia Nacional y acudir como testigo. El pasado 6 de agosto, el juez Manuel García Castellón imputó al multimillonario ruso y máximo accionista de DIA por presuntos delitos contra el mercado, insolvencia punible y administración desleal.

Este miércoles, la defensa del magnate de la cadena de supermercados española presentó un recurso de reforma contra el auto que confirmó su imputación por la quiebra de la empresa de servicios móviles Zed Worldwide, argumentando que el informe de la Fiscalía Anticorrupción es inverosímil y que el trabajo policial previo tienen alegaciones que no se sostienen y que el juez García Castellón debería probar.

La Fiscalía Anticorrupción pidió imputarle a inicios de agosto, y la Audiencia Nacional suscribió la petición. El Ministerio Público ubicó a Fridman en el origen de la insolvencia de Zed, y le acusó de maniobrar para asfixiar a la compañía en términos económicos para después adquirirla por el «precio irrisorio» de 20 millones de euros, muy por debajo del de mercado.

La acusación resucitó fantasmas en DIA, pues algo similar sucedió en la compañía a partir de julio de 2017, cuando tras comprar a través de su fondo Letterone un 10% de la cadena la cotización de la misma empezó a caer, todo a la vez que su compañía compraba cada vez más títulos, naturalmente más baratos, hasta hacerse con el 29% del grupo.

Fridman cuestiona la competencia de los tribunales españoles en el caso Zed

Los abogados de Fridman afirman que el informe de 68 páginas de Anticorrupción en el que se basa su acusación en el caso Zed Worldwide contiene afirmaciones «carentes de verosimilitud», dado que el empresario ruso no tenía poder de decisión en las mercantiles que intervinieron en la insolvencia de la empresa española. 

El escrito «se basa en una serie de inferencias extraordinariamente abiertas e indeterminadas contenidas en los informes de las fuerzas actuantes, que tanto podrían dar lugar a las hipótesis o conjeturas que plantea como a otras de índole radicalmente diversa». Y el informe policial tiene «un llamativo sesgo imputatorio en el que la pretensión de imputación no parece la consecuencia de un razonamiento sino la premisa del informe», añade.

«La atribución de la conducta, además de no ser típica, carece en lo que respecta al señor Fridman de la menor verosimilitud», aseguran sus abogados, que afean que ni el auto de imputación ni el informe de Anticorrupción «citan de forma expresa una sola acción u omisión» del magnate de DIA, que según los letrados era un mero accionista sin poder de decisión en estas operaciones comerciales de Zed.

El escrito de la defensa, recogido por Europa Press, señala que ninguna de las conductas que se describen en el escrito de Anticorrupción o el informe policial previo se ajustan a los tipos penales descritos y en última instancia, cuestiona que tuvieran competencia los tribunales españoles sobre decisiones empresariales adoptadas en terceros países.

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