El recelo inversor sobre los supermercados DIA se acrecienta

La caída de las ventas en España y Portugal provocan una pérdida del 30% de su valor bursátil en tres meses

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Todo lo que se mueve en torno a Distribuidora Internacional de Alimentación (DIA), la cadena de supermercados dirigida por Ana María Llopis, suele pasar un tanto desapercibido, aunque se trate de una sociedad conocida del gran público por su política de precios de bajo coste en locales de proximidad, que forma parte del selectivo Ibex 35, y que lo hiciera en un tiempo récord, en enero de 2012, tan solo seis meses después de empezar a cotizar.

Ni antes, bajo el paraguas de Carrefour, ni después, cuando salía a bolsa tras segregarse de la multinacional francesa de la distribución, parecía concitar mucha atención. Ni para lo bueno ni para lo malo. Hasta ahora.

Severa corrección

La corrección que está sufriendo no ha pasado desapercibida. En apenas tres meses, la acción se ha depreciado un 30%. Los siete euros de cotización máxima alcanzados a principios del pasado julio se han esfumado por arte de magia hasta bajar de cinco euros, con lo que su valor bursátil ha pasado de casi 4.600 millones a situarse en el entorno de los 3.200.

Y no son pocos los que piensan que el recorrido a la baja puede ser mayor –hasta acercarse a los 3,5 euros con los que debutó en el parqué en julio de 2011– si, como algunos vislumbran, los resultados al cierre del tercer trimestre, que la compañía presentará el próximo lunes, inciden en la tendencia negativa que se viene registrando en lo que va de año, sobre todo por la debilidad del mercado en España y Portugal en un contexto de deflación.

El mercado peninsular flaquea

Si se hace una comparativa de lo sucedido entre el primer trimestre y el segundo, se puede comprobar cómo los beneficios se redujeron un 35%, como consecuencia de ese parón de la bajada de precios en el mercado peninsular, que representa aproximadamente dos tercios del total de las ventas y el 88% del Ebitda.

Los más pesimistas ya descuentan que, tras el empeoramiento de la situación durante el verano, los beneficios se situarán en torno a los 145 millones de euros al cierre de septiembre, y dan por seguro que no se superarán los 200 a final de año.

Sobrevaloración

Unas ganancias que los puristas entienden insuficientes para que un valor como DIA pueda no ya capitalizar por esos casi 4.600 millones de euros de hace apenas tres meses, sino por los 3.200 millones que lo hace ahora, y que sería más razonable que el precio de la acción estuviera entre 3 y 3,5 euros, llevando el valor de la empresa hasta una franja de entre 2.000 y 2.500 millones.

Son los que ven lógica la corrección que se está produciendo por esa sobrevaloración, y que no descartan que vaya a más, teniendo en cuenta el volumen de títulos que se están barajando con cada vez más préstamos de acciones, síntoma inequívoco de la intención de tomar posiciones cortas sobre la cadena de supermercados.

Doble juego de Blackrock

Conviene no perder de vista en todo este tobogán bursátil el papel que está jugando el fondo británico Blackrock. Sigue siendo uno de los principales accionistas de DIA, con algo más del 3% de su capital tras superar esa barrera en abril del año pasado, pero desde mayo de este año también ha decidido colocarse a la contra, manteniendo desde entonces un capital medio del 0,6% en posiciones cortas.

En ese mar de fondo que suscita el valor de DIA en bolsa parece haber dejado de tener el suficiente peso específico la política de internacionalización emprendida, cuya expansión en países como Argentina, China y, sobre todo, Brasil sigue siendo una de sus principales bazas. Trece años después de implantarse en el coloso sudamericano, opera ya en cuatro estados y, tras la reciente apertura en Bahia, contabiliza ya casi 750 establecimientos.

Integración de El Árbol

De cara a 2015 está por ver cómo se sustancia a nivel operativo –sobre todo en lo que a los márgenes y a la optimización de estructura de costes se refiere– la integración en el grupo de los establecimientos de la cadena El Árbol, cuya operación acaba de recibir el visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), condicionada a la venta de 7 de las 451 tiendas propiedad de El Árbol.

DIA cerraba la compra de la cadena vallisoletana en julio pasado, valorando sus acciones en un euro y adquiriendo el préstamo participativo ya existente mediante un fijo de 26 millones y un variable ligado a la evolución de determinadas magnitudes financieras, por un importe máximo de 25,8 millones. Además, de la asunción de los casi 100 millones de deuda y la concesión de una línea de financiación de 7,5 millones para asegurar su normal funcionamiento.

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