Emov: “Barcelona todavía no está lista para nuestro carsharing”

El servicio de carsharing del grupo PSA lamenta la falta de aparcamientos en Barcelona. "En Madrid, alcanzamos los 100.000 clientes en un mes"

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Barcelona, ciudad organizadora del Mobile World Congress y principal vivero de start-up del sur de Europa, no es una plaza todavía atractiva para el negocio del carsharing. Mientras en Madrid la competencia es feroz, las plataformas aguardan para entrar en la capital catalana. “Quizás después de las elecciones municipales de mayo sea el momento”, explican desde Groupe PSA, el conglomerado que agrupa Citroen, Peugeot y Opel.

En una entrevista concedida a Economía Digital durante el pasado salón del automóvil de Ginebra, la directora de movilidad y conectividad de Groupe PSA, Brigitte Courtehoux, lamenta que Barcelona “todavía no está lista para Emov”, la plataforma de coche compartido del grupo. “Queremos entrar, pero depende de como avance nuestra relación con el Ayuntamiento”, añade la también vicepresidenta.

Las conversaciones entre el consistorio y la compañía existen, pero por el momento no dieron los frutos esperados. Fuentes del sector explican que la alcaldesa Ada Colau “no se atrevió a abrir el melón de la movilidad compartida en esta legislatura”. De ahí el retraso de la ciudad mediterránea frente a otras metrópolis como Madrid, Milán o París.

Courtehoux da la clave: “El aparcamiento es importante”. Y, de forma retórica, se pregunta: “¿hay zonas de aparcamiento gratuito?” En Madrid las hay. “Es algo vital, porque al final del día nosotros tenemos que ser rentables, no vamos a hacer sólo una acción de marketing y poner coches perdiendo dinero”, zanja.

La ejecutiva quiere ser optimista. “Nosotros estamos listos, queremos estar en Barcelona y quizás en unos meses podremos llegar”, emplaza.

Madrid, la cara de la moneda

Mientras, PSA se contenta con su actividad en Madrid. «Cuando aterrizamos, en un mes alcanzamos los 100.000 clientes», celebra Courtehoux.

Una de las razones de la buena acogida fue “la apuesta de la administración local de Madrid», decían desde la propia Emov hace unos meses. El consistorio ve en el carsharing una opción para descongestionar el centro, especialmente en los días en los que se activan los escenarios del protocolo anticontaminación.

La competencia, eso sí, es feroz. A mediados de 2018, se contaban hasta seis operadores: Car2go (Daimler), Zity (Renault), Avancar, Wible (Kia), Respiro (Seat) y Emov. En total, más de 2.000 vehículos prestan este tipo de servicios en las calles de la ciudad. «El ecosistema es parecido al de Milán», compara.

Con precios que rondan los 25 céntimos por kilómetro, ser rentable no es imposible. «En 2019 ya ganaremos dinero en muchas ciudades», augura la directiva. Y da la fórmula del éxito: «No es sólo alcanzar un volumen de clientes, es llegar a un número de viajes; y la buena noticia es que los usuarios acostumbran a ser muy fieles».

Carles Huguet

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