Hablan los trabajadores de la trama del jamón: “El jefe está desaparecido”

La plantilla de una de las naves de la trama del jamón caducado se niega a volver a sus puestos de trabajo

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Vitalinna, una de las empresas investigadas en los tribunales por la trama de jamón caducado, ha paralizado sus actividades. La compañía es una de las diez sociedades que forman parte de la trama investigada por los juzgados de Fregenal de la Sierra (Badajoz) y que fue destapada por Economía Digital este martes.

Los servicios de salud de la Comunidad Valenciana han decretado la emergencia sanitaria después de haber encontrado carne en mal estado, contaminada y no apta para el consumo en dos naves ubicadas en los municipios de Alzira y Bocairent.

La trama investigada por delitos contra la salud pública captaba productos cárnicos caducados o a punto de caducar en los supermercados. En lugar de llevarlos a las incineradoras, tal como establece la ley, la red desviaba los productos a naves irregulares donde se reetiquetaban y se prolongaba un año más

Una de las inspecciones afecta a Vitalinna, una empresa dedicada al almacenamiento de jamones y cuyo administrador único es José Miguel Gómez Hervás. La compañía duplicó la facturación en 2016 hasta alcanzar los 23 millones de euros.

Los trabajadores de Vitalinna no han ingresado a las naves de la empresa por temor a ser acusados de delitos 

Pero tras las visitas de los inspectores a la empresa, la plantilla de Vitalinna ha decidido no presentarse al trabajo este miércoles. El jefe de la compañía está desaparecido. “No hemos sabido nada de él desde ayer. Y hemos decidido no entrar hasta no conocer la situación para evitar que se nos acuse de algo”, explica un trabajador de la empresa.

Los inspectores también han registrado las instalaciones de otra empresa. Fuentes cercanas a la investigación aseguran que se trata de Jamones Nicolau, una empresa que se dedica a la curación y almacenamiento de jamones. Economía Digital ha contactado con la compañía pero no ha recibido ningún tipo de respuesta.

Mercancía decomisada

Los trabajadores de Vitalinna han explicado a este medio que nunca vieron ningún tipo de irregularidad ni en el proceder de la empresa ni en los productos almacenados. “No había productos podridos ni en mal estado. Al menos, nosotros nunca los hemos visto”, aseguran los trabajadores.

Pese a ello, las autoridades valencianas han inmovilizado 15.000 jamones en la localidad de Bocairent. En total, los inspectores han ordenado la paralización de unos 100.000 kilos de productos alimentarios, principalmente de jamones y otros productos curados. El decomiso se suma a los 300.000 kilos incautados en Extremadura, también en una operación policial de la Guardia Civil.

Los inspectores valencianos se encontraron con carne llena de moho y afectada por heces de ratones y moscas, un panorama muy similar al encontrado por los veterinarios de Extremadura en las naves inspeccionadas en Cáceres y Badajoz. La mercancía en mal estado se “adecentaba” para reintroducirla en la cadena alimentaria. Parte de ella habría terminado en los comedores de las cárceles, entre ellas las de Estremera donde los políticos catalanes encarcelados se han quejado de la calidad de la carne. 

La juez tendrá que dilucidar si la trama, además, logró introducir esa mercancía en cadenas de supermercados y establecimientos de venta al público.

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