Iberia ‘despega’ en el uso de biocombustible

La aerolínea presidida por Antonio Vázquez realiza el primer vuelo desde Barajas hasta El Prat con carburante a base de fuel y aceite vegetal de camelina

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“Bienvenidos al vuelo IB 2894 con destino Barcelona, el primer trayecto nacional con biocarburantes cuyo aterrizaje está previsto a las 12 de la mañana”. Con este mensaje, el comandante Joaquín Manuel Torregrosa daba comienzo al primer viaje aéreo que conecta dos ciudades españolas, Madrid y Barcelona, y que permite un ahorro del 20% en las emisiones contaminantes de CO2.

De los 2.600 kilógramos de combustible que requiere el depósito del Airbus A320 de Iberia, el 25% (650 kg) procedían, en esta ocasión, de una planta no comestible, la camelina, que produce un aceite vegetal adecuado para el motor de los aviones. No obstante, el trayecto aproximado de 60 minutos no presentaba diferencias con otros vuelos, apenas una leve disminución en el ruido, según señalaban algunos pasajeros.

Un avance que, aunque en apariencia no presenta ningún inconveniente, está limitado a la escasez de cultivo y el coste elevado del vegetal que, por el momento, imposibilita fijar con exactitud y en un corto periodo de tiempo el próximo vuelo español con el uso de este biofuel.

Así, el “Vuelo Verde”, como ha señalado la aerolínea española presidida por Antonio Vázquez, es un avance en periodo de prueba dentro del marco de política mediambiental que desarrolla Iberia junto a Repsol y cuyo trabajo esta dirigido a “reforzar el concepto de sostenibilidad ambiental, social y económica”, según ha señalado el director general de downstream de la petrolera, Pedro Fernández Frial.

Un programa que pretende y prevé para el 2020 “reducir las emisiones de dióxido de carbono de la industria aérea en un 1% anual y del 50% en 2050”, en palabras de Vázquez.

Previsión de ahorro sin precio

Esta no es la primera prueba que se realiza a escala mundial con el uso de biocombustibles. El pasado agosto la aerolínea Aeroméxico dirigió el primer vuelo intercontinental con 250 pasajeros a bordo desde la ciudad de México D.F. hasta Madrid. Una batalla que también han ganado, por delante de España, otras compañías aéreas de Holanda y Alemania.

Sin embargo, tras el puente aéreo de este lunes “no podemos hablar de precios porque es prematuro y no hay todavía mercado de la planta camelina”, según ha detallado el director de asuntos corporativos de Iberia, Manuel López Colmenarejo. En consecuencia, existe una necesidad inmediata de comenzar “cuanto antes” con la producción comercial.

Las cualidades de la camelina no muestran, en principio, problemas para su plantación al tratarse de un vegetal que “resiste climas muy variados y que puede cultivarse en Europa y España”. Además, esta metafita puede crecer en terrenos inutilizables durante la época de barbecho, o descanso en el cultivo, una idea que ya se está testando en tierras de Castilla y León y Castilla-La Mancha.

Alternativas ecológicas

Para preservar el medio ambiente y reducir el impacto no solo se desarrollan investigaciones con la camelinal: también se investigan otras plantas como la jatrofa o las algas.

Existen dos líneas básicas para producir energía ecológica en la actualidad. La primera, bajo la nomenclatura de combustible de segunda generación, son plantaciones que no afectan a los cultivos de alimentos. La segunda, los de tercera generación, carburantes producidos con algas. En este sentido, Iberia está inmersa en un proyecto científico de cultivo de algas en fase de ejecución con la empresa Algaenergy y AENA.

Opciones que podrían avanzar la producción de biocombustible frente al extenso terreno de cultivo que requiere la camelina para alcanzar los objetivos de 2015. Según una aproximación sin confirmar, de 70.000 hectáreas.

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