Juicio de DIA: exdirectivos confiesan nuevas maniobras contables

El ex director financiero y la antigua responsable de gestión de riesgos y auditoría interna dan más detalles sobre las presuntas irregularidades

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Avanza la fase de instrucción del caso DIA, en el que se intenta conocer quién fue el responsable de las presuntas irregularidades de la compañía que, al desvelarse, se tradujeron en una caída en bolsa y una pérdida de valor sin precedentes para los accionistas. Este miércoles, tras una semana de pausa, antiguos directivos del grupo han explicado ante el juez el sistema utilizado para retrasar el registro de algunas facturas a pagar de forma temporal. El objetivo, según han explicado, era demorar ese apunte contable para maquillar las cuentas reduciendo la cifra de gastos.

Las declaraciones previstas para esta jornada eran las de dos personas de peso en la compañía: una era la antigua responsable de Gestión de Riesgos y Auditoría Interna, Isabel Fernández de Córdoba, que ya empezó a declarar la pasada semana; la siguiente declaración era la del ex director financiero, Antonio Arnanz, a quien Currás señaló como uno de los enlaces con el auditor KPMG. 

Arnanz ha dado detalles del método utilizado para hacer desaparecer de forma temporal facturas. Se introducía un código (9999.1) en el sistema utilizado para la gestión de inventarios (AS400) y así no llegaban a ser registradas en la contabilidad general (a través del llamado SAP).

Este modus operandi se traducía en que la empresa recibía mercancía pero no incluía la factura a pagar en los registros hasta fechas posteriores. Así, siguiendo el relato de Arnanz, la cadena de supermercados no se desviaba de las metas marcadas para el ejercicio, que, al fin y al cabo, permitían más tarde que los consejeros pudieran cobrar su bonus.

¿Quién daba esas órdenes? En la línea del resto de testigos e imputados que han declarado estos días ante el juez Alejandro Abascal, Arnanz ha señalado directamente a Ricardo Currás como la persona que decidía el importe exacto a retrasar.

El ex director financiero de DIA ha asegurado que transmitió sus dudas sobre este mecanismo a su superior, Amando Sánchez Falcón, quien fue considerado durante mucho tiempo como número dos de Currás. No obstante, también ha restado importancia a estas prácticas debido a que se trataba de un desplazamiento temporal de las citadas facturas.

El retraso en el pago de facturas, de acuerdo al auto de enero de la Audiencia Nacional, es una de las cuatro maniobras contables que se investigan sobre DIA. Algunas ya tratadas durante las comparecencias anteriores eran la incorrecta contabilización de ingresos derivados de cargos a proveedores.

KPMG pidió a DIA que estableciera un criterio contable

Durante su declaración, Arnanz y Fernández de Córdoba han explicado que KPMG, el que fuera auditor de DIA durante 27 años, requirió a DIA que estableciera un criterio contable para llevar a cabo la regularización de entradas sin factura. Se trata de una cuestión clave para evaluar si el comportamiento del auditor fue el adecuado en este caso. 

La afirmación aportada por los implicados ya aparecía en el informe forense de EY, que abrió una investigación interna tras la salida de Currás y concluyó en su investigación que las irregularidades en DIA se ocultaron al consejo de administración y a KPMG.

Con todo, el juez todavía debe prestar declaración al que fuera socio de KPMG, Carlos Peregrina, querellado en la causa. La plataforma de afectados de DIA, representada por el despacho Gesico, sigue teniendo dudas sobre el papel de la auditora.

También las mostró en febrero la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en un informe de la Dirección General de Mercados. En dicho trabajo al que tuvo acceso EFE se daba un tirón de orejas al consejo de administración y a la auditora.

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