La ampliación de El Bulli corre peligro

Catalunya sí que es pot considera que las obras de reforma del restaurante "superan los límites autorizados por la licencia"

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Cuando Ferran Adrià cerró El Bulli puso en marcha un nuevo proyecto. El mejor cocinero del mundo ha impulsado su fundación, que consta de dos ramas: un laboratorio gastronómico, que se ubicará en Barcelona y El Bulli 1846, que ocupará el espacio del antiguo restaurante en la cala Montjoi de Roses.

Las obras en la finca de cala Motjoi ya han arrancado, pero se han encontrado con un tropiezo a la primera de cambio. El grupo parlamentario Catalunya sí que es pot entiende que la ampliación del restaurante «está superando los límites de la licencias de obras», que sólo permite un aumento del 20%, según lo acordado en 2008. 

Normas de protección del parque

Al diputado de esta formación Marc Vidal se le ha encendido la alarma después de que la entidad ecologista Iaeden-Salvem L’Empordà alertase de que las actuaciones que realiza El Bulli podrían «no tener en cuenta las normas de protección del Parque Natural de Cap de Creus» donde se ubica Cala Montjoi. «Se han detectado movimientos de tierra superiores a lo permitido por la licencia», explica Vidal a Economía Digital.

Además, Vidal sospecha que el Ayuntamiento de Roses «no ha realizado un seguimiento riguroso» de la reforma. Por eso, el diputado ha presentado ante el Parlament seis preguntas escritas para que las conteste el Govern cuya finalidad es conocer si éste ha controlado «unas obras y movimientos de tierra dentro de un parque natural, ya que es el responsable del Parque y de sus usos y de velar para que no se altere lo que queremos proteger».

Preguntas parlamentarias

Vidal ha preguntado por el seguimiento de las obras, por el complimiento de la normativa vigente, por las gestiones realizadas por la Generalitat para adecuar el proyecto de reforma de El Bulli a la ley y por el plan que se aplicará en caso de que se detecten irregularidades.

«Dentro de un espacio sensible como es un parque natural es necesario seguir estrictamente la normativa y velar para que se cumpla», subraya Vidal.

El desaparecido Club Mediterranée

Éste no es el primer conflicto urbanístico que vive la zona. En 1998, se aprobó la Ley de Protección del Cabo de Creus lo que supuso la demolición del Club Mediterranée que ocupaba una parte del parque.

Las obras de demolición de los 443 edificios de aquel club se realizaron entre 2007 y 2009 y costaron al Ministerio de Medio Ambiente siete millones de euros. Ahora, Catalunya sí que es pot ha puesto en marcha la maquinaria para evitar que se repita una experiencia de ese tipo. 
Economía Digital

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