La CNMV obligará a BBVA a provisionar el riesgo del caso Villarejo-FG

El presidente de la CNMV asegura que el organismo está prestando "mucha atención" a la información que envía BBVA sobre el caso Villarejo

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El presidente de la CNMV, Sebastián Albella, pedirá al BBVA que sus cuentas anuales reflejen el riesgo reputacional derivado del caso de las presuntas escuchas ilegales del excomisario Villarejo cuando Francisco González estaba al frente de la entidad.

«Las sociedades cotizadas tendrán que informar de los riesgos que les afectan aunque no sean riesgos de un perfil financiero. Es decir, riesgos reputacionales y con mención específica a los riesgos relacionados con la corrupción», concreta.

En un evento organizado por la Asociación de Mercados Financieros Europeos (AFME) recuerda que cada vez está cobrando más importancia la información no financiera, ya que se considera relevante que las empresas informen sobre riesgos reputacionales que pudieran afectarles, «con mención especial a los relacionados con la corrupción».

​La CNMV cuenta con un código de conducta que establece que cuando a un consejero le puede afectar un tema penal, el consejo debe valorar si éste debe dimitir o no. «Por el momento creo que esta cuestión en BBVA no se ha valorado», dice. Francisco González, expresidente de la entidad, continúa con su puesto de presidente de honor pese al escándalo.

Albella recuerda que el ámbito de actuación de la CNMV es «asegurar que se den las explicaciones adecuadas»

No obstante, Albella defiende que el ámbito de actuación de la CNMV es el de «asegurar que se den las explicaciones adecuadas» y añade que «lo sano es que las instituciones» estén cada una en el terreno que les corresponde.

Así, sobre lo que sí está haciendo seguimiento el supervisor de los mercados es sobre la información que BBVA suministra al mercado en relación con las implicaciones del caso para la entidad, que debe ser «correcta y adecuada». 

Aún así, Abella asegura que BBVA es «un gran banco» y que es «consciente de las implicaciones» del caso Villarejo, por lo que está convencido de que «está haciendo el trabajo que tiene que hacer».

No es partidario de investigar las escuchas

Albella también asegura que no es partidario de investigar las supuestas escuchas y seguimientos a exresponsables de la CNMV en el pasado encargados por BBVA porque, en caso de ser delito, estarían prescritos. 

«No soy muy partidario de preocuparme ahora más de la cuenta o dedicar recursos a algo que ocurrió hace 12-13 años, por lo que mi inclinación a hacerlo [investigar] es limitada», ha añadido.

Sin embargo, aclara que la Comisión Nacional del Mercado de Valores está prestando «mucha atención» a la información que está enviando ahora BBVA al mercado en relación con aquellas escuchas. De hecho, anunció el pasado enero que había abierto una investigación para comprobar si pudo haber riesgos patrimoniales en las cuentas del banco y en los sistemas de seguridad de la propia CNMV.

El excomisario Villarejo controló en 2004 unas 15.000 llamadas de periodistas y empresarios, entre ellos el entonces presidente de Sacyr, Luis del Rivero, cuando BBVA se encontraba en medio de una operación hostil liderada por Sacyr para adquirir parte de su negocio.

La operación del excomisario, conocida como «Trampa», estuvo financiada por el BBVA con el pago de al menos 517.600 euros​. Esa actuación puede ser constitutiva de delito si las pruebas llegan a demostrar que parte del encargo consistió en realizar escuchas telefónicas a determinadas personas, incluidos miembros del Gobierno.

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