La crisis dejó heladas a las franquicias en España

La facturación está todavía por debajo de la de 2008, aunque el aumento de puntos de venta en el último año auguran el resurgir del modelo

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En España están operativas 63.869 franquicias que generan 249.000 empleos. Las cifras son abultadas, pero lo cierto es que el modelo de negocio ha pasado un bache y no ha sido hasta 2014 cuando ha vuelto a crecer. El año pasado, según el último informe de la Asociación Española de Franquiciadores, se crearon cerca de 4.600 franquicias. Un número algo superior al que apuntaba el Informe de la Franquicia 2015 presentado por la consultora Tormo Franchise en febrero. El repunte implica dejar atrás tres años de estancamiento, entre 2011 y 2013, donde los establecimientos en España apenas se incrementaron en 900 unidades.

Principalmente porque el textil estaba en problemas, las grandes cadenas extranjeras desconfiaban del consumo en España, las agencias de viaje perdían clientes y solo las distribuidoras alimentarias parecían tirar del carro, aún teniendo en cuenta los malos momentos que atravesó Eroski.

Lo importante es comer

El estudio pone en evidencia la ruptura con la tendencia negativa, pero también retrata el estancamiento del periodo precedente. La facturación de las franquicias en España, tanto españolas como extranjeras, alcanzó los 25.879 millones. Es menos que en 2008, cuando se alcanzaron los 26.000 millones.

La hostelería (fast food, cervecerías, restaurantes, heladerías…) es junto a la alimentación el área de negocio clave. Sumando las franquicias españolas de ambos sectores se superan los 15.000 millones en ventas, según los datos del informe. Mantienen un peso significativo las agencias de viaje, con más de 1.000 millones facturados en 2014, y los transportes, con 1.400 millones.

Madrid y Barcelona tiran del carro

Si no existe una firma poderosa en franquicias en la comunidad autónoma, como sucede con Eroski en el Pais Vasco o Adolfo Domínguez en Galicia, lo normal es que Madrid y Cataluña lleven la voz cantante en cuanto a ventas. Y así sucede.

Las franquicias facturaron en Madrid, con presencia de 308 firmas (el estudio no especifica el número de puntos de venta), 12.053 millones. Mientras que Cataluña, con 288 enseñas, alcanzó los 6.122 millones. Continúan el ranking, aunque a mucha distancia Baleares, País Vasco y Comunidad Valenciana. 

Hacia la recuperación

A pesar de que el balance de la crisis económica deje un ligero descenso en facturación, en la AEF están convencidos de que la franquicia ha mostrado una salud de hierro. De entrada, porque mantener las ventas en recesión no es tarea sencilla, pero también porque el resto de variables se han incrementado, tanto en número de firmas, como en empleo y puntos de venta.

La mejora en el contexto económico debería acelerar el despliegue de locales, como sucedió en 2014, sobre todo si el grifo del crédito se abre.  

Economía Digital

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